Denuncian nepotismo y fraude de delegado de ISSSTE en su informe

Entre el desaire y las denuncias de ex empleados, el delegado del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Guillermo Peñúñuri Yepiz, rindió su primer informe. Frente al hotel donde se realizó el evento, se desplegó un fuerte operativo de seguridad -prestado por una empresa de seguridad privada-, con la presencia de policías federales y militares para evitar la entrada de un grupo de ex empleados que protestaban en contra del funcionario. A pesar de la reducida capacidad del salón donde Peñúñuri Yepiz expondría el trabajo realizado en 2013, fueron pocos los funcionarios y servidores públicos que acudieron a escucharlo, el viernes 28 de febrero. El invitado especial, Sebastián Lerdo de Tejada, director general del Instituto, envió a su representante, el director de Prestaciones Económicas, Sociales y Culturales, Florentino Castro. Tampoco estuvieron presentes delegados federales o alcaldes invitados, solo el representante del munícipe de Tecate llegó, y a mitad del evento. En términos generales, el delegado habló de mejoras en el servicio de la institución de salud y nombró algunas de sus reuniones con funcionarios estatales. Afirmó que el ISSSTE cuenta con “una infraestructura modesta, pero moderna”, e informó de la compra de nueve lavadoras e igual número de secadoras, así como de un sistema de refrigeración para el hospital en Mexicali. Estas “acciones destacadas” se vieron demeritadas cuando admitió que las instalaciones carecen de modernidad, pero que se invertirá en diversas unidades médicas y administrativas. Mientras el informe se realizaba al interior del hotel, afuera, un grupo de más de doce ex empleados desmentían al delegado y lo acusaban de “corrupto e insensible”, por despedir a empleadas embarazadas y a pacientes oncológicos. Carla Castillo Lozano, una de las afectadas por las bajas de personal, señaló que el delegado ha despedido a 65 personas, muchos de ellos operativos. Según la doctora, el Peñúñuri ha contratado a parientes y amigos para cubrir los cargos. Entre septiembre y noviembre de 2013, ZETA publicó reportajes sobre las condiciones de las clínicas y un contrato entregado en adjudicación directa a un ex colaborador del funcionario.