El misterio de la no presentación del Plan Estatal de Desarrollo 2013-2019 ya se va develando. La especial tarea está en el escritorio del coordinador de gabinete, Mario Herrera, a quien en el Gobierno del Estado ven perdido, cansado y hasta abrumado. No ha podido dar el salto de la teoría –es director con licencia de la facultad de derecho de la UABC– a la práctica, y se le ha dificultado, comentan, la transición entre ser asesor de gobiernos panistas y ahora formar parte del gabinete de primer nivel. “Trae todos los temas, y todos los retrasa”, dijo un cercanísimo colaborador de Kiko Vega a Dichoz y ejemplificó: “Para sacar el decreto del borrón y cuenta nueva, se tomó prácticamente seis semanas e igual o más número de reuniones con los funcionarios involucrados en el caso. Los hacía ir y venir a Mexicali a su necesidad”; efectivamente, el decreto original en poder de ZETA, lo firmó el Gobernador el 5 de enero de 2014, pero se publicó hasta el 12 de febrero y solo con dos modificaciones al original: cambiaron el plazo para el pago del agua del año 2013, de diciembre a abril de 2014, y eliminaron la firma del secretario de finanzas (otro que no hace ni deja hacer, refieren). En estas condiciones y a 120 días de que inició el gobierno de Vega, el Plan Estatal sigue sin presentarse y, vaya, dicen, sin elaborarse del todo. Lo cual, refieren algunos funcionarios, los deja sin un eje de donde asirse, sin una política rectora y sin política de Estado en general para concretar los muchos compromisos que hizo el gobernador en campaña. El tiempo pasa y los bajacalifornianos siguen sin plan estatal de desarrollo. Quizá al apolítico profesor, neutral académico, no panista y hoy funcionario, efectivamente, se abrumó ante el sistema de gobierno estatal, que no es cualquier cosa. Que alguien le ayude.
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