Tijuana y Mexicali, las de mayor inflación en el país

Bastó la primera quincena de 2014 para desestimar la primera proyección del Gobierno de la República respecto al crecimiento económico del país. El doctor Noé Arón Fuentes, del Colegio de la Frontera Norte (COLEF) indica que tan solo en regiones fronterizas, la inflación registrada en el país se ha triplicado, siendo Tijuana (con 2.2) y Mexicali (1.7), las ciudades con mayor incremento. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Índice a Precios del Consumidor registró un incremento del 0.68 por ciento en el país, pero debido al incremento del 5% en la frontera, estos índices se multiplicaron en estas ciudades. Si bien, el Banco de México estimó una inflación del 3% para 2014, la cifra registrada del 1 al 15 de enero en el país, sobrepasa la proyección hasta llegar al 4.68% de tasa de inflación anual. Para el director del Departamento de Estudios Económicos del COLEF, éste es el primer punto rojo, consecuencia de la reforma tributaria. “Estamos iniciando el año, los precios van a seguir aumentando, y estos aumentos, acumulándose”, advirtió. Al analizar el incremento en las primeras dos semanas de enero, en promedio, los precios en la mayoría de los productos aumentaron hasta un 15%. Mientras el Gobierno de la República justifica la inflación bajo tres efectos: los impuestos a la salud (alimentos con alto contenido energético), el aumento de precio en servicios públicos y productos energéticos (gasolina) y la homologación del Impuesto al Valor Agregado al 16 por ciento en todo el país, el doctor Fuentes centra su primer análisis en el efecto inicial: el aumento del costo de la canasta básica. “Esto es el primer golpe (de la reforma tributaria), aumentaron los precios, pero el consumidor está congelado, en el corto plazo, va a absorber el incremento”. Sin embargo, en el mediano plazo, se buscará una forma de sustituir los productos que solían consumirse por otros de menor precio, o en su defecto, realizar las compras en Estados Unidos. La consecuencia de esto no es solamente el cambio en los hábitos de consumo. Según el investigador del COLEF, una segunda consecuencia es la fuga de consumidores, la tercera -y más grave por su impacto social- es “que se trata de un impuesto regresivo, lo van a pagar más los más pobres”.  Entre los cálculos del economista, la región dejaría de recibir 120 millones de dólares, ya que aumentaría, en un 20%, los 6 mil millones de dólares que fronterizos consumen en Estados Unidos al año.  A esto se suman los 15 mil millones de pesos que serán transferidos de toda la frontera norte hacia la Federación, por el aumento al IVA y otros conceptos fiscales. “Es dinero que dejará de recibir la frontera, es el inicio de un espiral, el primer golpe. Habrá menos consumo, pero más costos. Por la presión, los empresarios absorberán parte del incremento, pero después, trasladarán este aumento al precio de los productos”, sostiene el investigador. De continuar así el panorama económico, con un incremento en el índice de precios, habrá una disminución en la actividad económica, y por lo tanto, en la calidad de vida. Quedan descartadas las posibilidades de generación de empleos, aumentos salariales, mientras el riesgo de desempleo y cierre de empresas crece. Para el doctor Arón Fuentes, el hecho de que el gobierno reconozca su error en predicciones de inflaciones, supone también impactos más graves de los estimados. Incluso, no se han presentado programas de ajustes para superar la crisis, ni de fomento económico.   Así, la estabilización del efecto inflacionario llegará en tres años, y en cinco se podría lograr un equilibrio. “Durante este tiempo, veremos la caída del empleo, caída del salario, definitivamente nos va a impactar mucho más de lo que ellos nos habían propuesto”, reitera. Para el investigador, la aprobación de la reforma tributaria tiene consecuencias que se sufrirán más en la frontera, sin ser un efecto “único y transitorio”, como en su momento lo expuso el Gobierno Federal. “Estamos a expensas del sistema, el aumento del IVA se debió a una política pública del Estado, una mesa donde se negocian estas decisiones”, concluyó Fuentes.