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martes, octubre 8, 2024
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Repentino adiós

Tan pronto se supo del fallecimiento de Philip Seymour Hoffman, el domingo 2 de febrero, su adicción por las drogas fue la principal sospecha como causa. Sin embargo, aunque trascendió que en el lugar de los hechos había un elevado número de dosis de heroína y que su cuerpo todavía tenía una jeringa en el brazo, el Departamento Forense de Nueva York sigue sin oficializar lo sucedido, argumentando que la autopsia realizada el lunes 3 de febrero, no arrojó resultados precisos. Informes extraoficiales en Estados Unidos indican que el ganador del Óscar por “Capote” gastaba 10 mil dólares al mes en la sustancia conocida como “ace of spades” (heroína y fentanilo). Alejados de la parte oficial de las investigaciones, para sus amigos, colegas y el público que lo seguía, lo realmente importante ha sido darle un adiós digno del gran actor que era. Por ello, el miércoles 5, las marquesinas de Broadway fueron apagadas para honrarlo. Ya que el teatro fue parte de su formación inicial, y pudo hacer carrera en éste con obras como “True West” y “Long Day’s Journey Into Night”. Con ambas consiguió ser nominado a los Premios Tony. Pero su trabajo en los entablados no se limitó a la actuación, a principios de los 90s, fue parte fundador de la compañía teatral Labyrinth, donde dirigió varios proyectos. “Tenemos el corazón roto por la pérdida de nuestro amado amigo, miembro de la compañía y director artístico, Philip Seymour Hoffman. Sus contribuciones a la familia Labyrinth son incalculables. Nos unimos todos en duelo por la muerte de una de las grandes luminarias de nuestra generación”, publicó en su portal el recinto que, adicionalmente, durante la semana convocó en sus instalaciones a una oración pública con velas. De manera anónima, también se han colocado pequeñas ofrendas afuera del edificio de Manhattan donde vivía el histrión de cintas como “Moneyball” y “Magnolia”. A pesar de tener casi veinticinco años de carrera en la pantalla grande, Seymour Hoffman no contó con tantos protagónicos. Cuestión que en retrospectiva hoy parece no haber sido requisito necesario para que en cada uno de sus trabajos conquistara a la gente. Pasando de la pulcritud al desenfado, el drama y comedia fueron dos atmósferas que experimentó por igual. Expresivo más de mirada que por articulación facial, “Almost Famous” y “The Big Lebowski” -en esta última trabajó al lado de Jeff Bridges y Julianne Moore- quedan en su registro de participaciones más ligeras pero significativas para el público joven de finales de los 90s. En tanto que su última aparición en un largometraje fue durante 2013, al incursionar en la saga inspirada en los libros de Suzanne Collins. “The Hunger Games: Catching Fire”, correspondiente al segundo tomo de la historia, lo presentó como “Plutarch Heavensbee”, quien en el desenlace narrativo se convierte en pieza clave para la rebelión de los distritos. Debido a la secuencia en la trama, a finales de este año Philip Seymour volvería a encarnar al personaje para la primera parte de “The Hunger Games: Mockingjay”. Ante lo sucedido, Lionsgate, compañía a cargo de la producción, aclaró a través de The Hollywood Reporter que pese a la triste noticia, el largometraje no se vería afectado, ya que al actor solo le faltaba una semana de filmaciones. El verdadero reto para todo el equipo de la película será crear una de las escenas más importantes de la saga sin la crucial presencia de Philip Seymour Hoffman, quien ahora ya descansa en paz. 

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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