El maestro de las letras llegó a Tijuana convocado por el Centro Cultural Tijuana. Lo llamaron a visitar la ciudad que tanto le gusta y hablar de un tema que mucho anhela, José Alfredo Jiménez. De cancionero, anécdotas y dichos estuvo repleto su poético relato a un lado de uno de los hijos del vasto cantautor mexicano. Los del Ayuntamiento de Tijuana aprovecharon el boleto que no habían pagado para también honrar al maestro Federico Campbell. Aprovechando -una vez más- que uno de sus sobrinos encabeza el Instituto Municipal de Arte y Cultura, hasta el alcalde Jorge Astiazarán se subió a la conferencia donde nombraban al escritor de la columna La Hora del Lobo -por cierto, la última reproducida en la sección de Cultura de ZETA en esta edición-, Presidente Honorario de la XXII Feria del Libro de Tijuana. Pero el escritor ya no se veía bien. Días atrás, al bajarse del avión que lo trajo desde el Centro del país, los síntomas ya le molestaban. Tos, dolor de cuerpo, fiebre, incomodidad total. No canceló ni un acto sabiendo que enfermo arribó. Cumplió con todos hasta que su cuerpo no pudo más y fue trasladado a la Ciudad de México, donde aún permanece delicado, grave. Lo más probable, dicen sus médicos, es que sí se trate de influenza AH1N1, y que su avanzada edad, sea un factor negativo. Esperemos que no sea así, y que el maestro delas letras se recupere.