Ochenta días -y corriendo- no han sido suficientes para que el gobierno municipal de Jorge Astiazarán Orcí, ponga al día su información de oficio vía Transparencia. Olvídese de que sea parte de una imagen de rendición de cuentas y buen gobierno; el asunto es que es una obligación que por Ley debe cumplir. En caso contrario, el Instituto de Trasparencia y Acceso a la Información (ITAIP) debe obligar. Pues ni uno ni otro. El mismo caso lo padece Mexicali, que gobierna Jaime Díaz (el resto de los municipios muy apenas van actualizando sus portales). Pero en la capital y Tijuana, la trasparencia solo es una palabra más, ni la nómina se puede consultar, ni las licitaciones o contratos de los nuevos gobiernos. En Tijuana, Mabel Campos es la encargada. Militante del PVEM, vivió la administración de Carlos Bustamante como administradora en el Sistema Municipal de Parques Temáticos. En Mexicali, lo único actualizado en la Unidad de Trasparencia es la foto de su encargado, José Ramón Rodríguez. ¿Qué se hará con el presupuesto y el personal asignado al área? A casi tres meses, la trasparencia luce borrosa y muy opaca.