A pesar que en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, ni su presidente César Camacho, ni el encargado de procesos internos han emitido comentario alguno, mucho menos publicado una convocatoria para elegir a dirigente estatal del tricolor en Baja California, muchos ya quieren el cargo que ostenta –ciertamente en calidad de delegada– Nancy Sánchez Arredondo. Fuera de protocolo, por lo menos siete han declarado en público y en privado sus aspiraciones a convertirse en el mandamás del PRI: Francisco Domínguez García, Carlos Murguía Mejía, José Osuna Camacho, Carlos Barbosa Castillo, David Saúl Guakil, Javier Urbalejo Cinco y José Luis Hernández Silerio. Por supuesto, en la Ciudad de México no descartan que la propia Sánchez Arredondo –una vez que haya convocatoria y definición del proceso de selección– compita por el cargo y dé continuidad al proyecto que encabeza luego de suceder al hoy presidente del Congreso del Estado, René Mendívil. Hace unos días, el 5 de febrero y en la APBC (Agrupación Política de Baja California), Osuna Camacho, Domínguez García y Murguía Mejía, detallaron su interés por presidir el Revolucionario Institucional. Osuna justificó su aspiración con la difícil situación que atraviesa el partido y cuya solución es la correcta dirección política, y que de llegar a dirigente, retomaría las causas sociales y haría un partido con cercanía a la gente y “presencia territorial real”. Domínguez García aseguró tener la capacidad y conocimientos para trabajar para el partido de forma diaria y no solo en tiempo de campañas políticas, “tenemos que ser un partido que sea vigilante del actuar de sus funcionarios tanto de elección popular como de designación” indicó. Mientras Murguía enfatizó la necesidad de encauzar el partido hacia las causas populares, ser el interlocutor de las demandas más sentidas de la comunidad. Ricardo Torres, coordinador de la Agrupación Política, adelantó que en siguientes reuniones, convocará al resto de los adelantados priistas. Marlem Crespo
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