Prácticamente a algunos funcionarios de la administración de Carlos Bustamante se los tragó la madre tierra. Para localizar a algunos (o bien, notificar sus irregularidades cometidas), prácticamente se tienen que contratar investigadores privados, activar los GPS y despertar a los sabuesos que los rastreen. Unos, son ocultados -por así decirlo– en otras dependencias y niveles de gobierno. Por ejemplo, a Yolanda Enríquez, ex síndico procuradora, empleados de la nueva administración la tienen ubicada en las oficinas del IMSS que titula en el Estado, Roberto Alcides Beltrones. Lo mismo a Daniel Arturo León Valdez, ex director general del ayuntamiento de Bustamante. Pero otros hasta en casa, como José Carlos Dávalos, quien durante la anterior administración se encargó de cargar maletines y menesteres, como secretario particular del ex alcalde. Aseguran, él está bien guardado en la nueva Sindicatura. Los funcionarios desplazados que dejó el cambio de gobierno se acomodan donde se pueda.