Aproximadamente el 60 por ciento de la ciudad presenta una situación de riesgo de derrumbe, mediano o alto. A esta condición natural del terreno tijuanense se suma la falta de normatividad acorde a los riesgos, las limitaciones económicas del ayuntamiento y la tolerancia de las autoridades con los residentes de invasiones en zonas inseguras. “La condición natural de Tijuana es ésa…hay muchas fallas geológicas identificadas, no en toda la superficie. La información con que se cuenta es información histórica -el último estudio data de 2010-, puede ser que en ese proceso haya habido algunos cambios. Cómo mitigas un problema hidrológico, hidrometeorológico, un arroyo, construyendo infraestructura, reteniendo, etcétera”, expuso en entrevista Daniel Rubio, director del Instituto Metropolitano de Planeación (IMPLAN). Sin embargo en Tijuana se siguen construyendo fraccionamientos y edificando en predios invadidos, sin realizar estudio profundos y sin construir obra de ingeniería para amortiguar el problema natural del suelo de la ciudad, cerros arenosos que se deslizan con facilidad ante la presencia de agua, movimientos de tierra, cortes mal hechos en los cerros, o la aplicación de peso –construcción de casas– al terreno. – Por ello, las historias de derrumbes en fraccionamientos, viviendas destruidas por las corrientes de agua o por un movimiento natural de tierra se cuentan año con año a lo largo de la ciudad. Del año de 1999 al 2013 se han documentado 30 deslizamientos de tierra en territorio municipal, afectando aproximadamente 670 viviendas ubicadas lo mismo en fraccionamientos establecidos que en asentamientos humanos irregulares. Este es un compendio del reportaje: Ayuntamiento rebasado por crecimiento. Para leer la investigación completa accesar a: