Sus principales mandos ejecutados a balazos. Uno de sus operadores detenido en Holanda y dos de sus hijos presos en los Estados Unidos de América. Esas son las bajas que carga a cuestas el narcotraficante Mario Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa. Las batallas no han sido solo en la defensa o conquista de territorios para el trasiego de narcóticos, ni en la cobranza. También su lucha permanente contra representantes de autoridad, pues aunque ha corrompido a muchos, cuenta con por lo menos cuatro órdenes de aprehensión. Nacido en El Álamo, en la sindicatura de Costa Rica, en Culiacán, Sinaloa, Mario Ismael Zambada García se relacionó con el mundo de las drogas en los 70s, a través de Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”, quien era asesor jurídico de su cuñado, Juan José Parra “El Diablo”, narcotraficante que se casó con Ana María Zambada García. Informes del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (CENAPI), revelan que “El Mayo” Zambada -cuya fecha real de nacimiento se ignora, por contar con varios registros- surgió tras las investigaciones efectuadas durante los 80s a Félix Gallardo, con quien tenía relación de compadrazgo. “Por órdenes de éste, ‘El Mayo’ encabezó una organización dedicada al narcotráfico con sede en Culiacán, con influencia en la costa del Pacífico. Mantenía relaciones de tráfico de drogas con el llamado Cártel de Medellín”. Una de las políticas adoptadas por las autoridades mexicanas y extranjeras para detener a Zambada García, ha sido seguir las acciones de sus hijos, algunos de ellos vinculados con el narcotráfico, como ha ocurrido en tres ocasiones en 13 años. “El Mayo” Zambada ha procreado por lo menos ocho descendientes, en su mayoría mujeres, según datos del CENAPI. Con Rosario Niebla Cardoza, su primera esposa, tuvo seis hijos: María Teresa, Chary, Modesta “La Ñeca”, Midiam o Miriam, Mónica del Rosario y Vicente “El Vicentillo”. Con Margarita Imperial López, concibió a Ismael Zambada Imperial en 1984, y de su unión con Leticia Ortiz Hernández “La Lety”, nació Serafín Zambada Ortiz en 1990. Considerado un hombre con buen manejo de relaciones entre grupos, Ismael Zambada trabajó prácticamente con todos los capos surgidos del originario Cártel de Guadalajara, desde Félix Gallardo, Baltazar Díaz, Esparragoza, Amado Carrillo, hasta “El Chapo” Guzmán; de algunos como operador o lugarteniente y de otros como socio. Sin embargo, al egreso de prisión de Joaquín Guzmán Loera, tras su fuga del penal de máxima seguridad de Puente Grande en enero de 2001, “El Mayo” tuvo que elegir bando. El regreso del evadido había resquebrajado la unión que había con el Cártel de Juárez, y en 2004, la ejecución en Culiacán de Rodolfo Carrillo Fuentes, a manos de los de Sinaloa, terminó con la relación. Aunque el Cártel de Sinaloa domina el país y pareciera tener franquicia para operar, las bajas o pérdidas de la organización tienen tintes de revancha. En esos desquites, “El Mayo” Zambada aparenta ser el más afectado, al menos en el último año y dos meses. Esto es un compendio del reportaje publicado por ZETA en su más reciente edición: Las derrotas de “El Mayo Zambada” http://www.zetatijuana.com/ZETA/reportajez/las-derrotas-de-el-mayo-zambada/