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lunes, octubre 7, 2024
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Un complaciente Luis Miguel

Platicador, sonriente, agradable, simpático y muy complaciente, fue el rostro de un Luis Miguel que pocas veces se deja sentir y disfrutar. Conversó con el público, les dio oportunidad de decidir qué temas querían que interpretara, y hasta regaló un puñado de flores a las fanáticas que se encontraban en las primeras filas. Sorprendido por el recibimiento que el público tijuanense le brindó el sábado 30 de noviembre, “El Sol” se dejó querer y, a cambio, regaló un cúmulo de éxitos, entre boleros, temas pop y mariachi. Acompañado de diez excelentes músicos y una corista, el artista salió al escenario a las 9:30 de la noche, mientras los acordes de “Mujer de Fuego” se escuchaban en el recinto. Él se veía radiante, feliz de ver el inmueble con más de 10 mil fanáticos enloquecidos por su presencia, sabedor que debía cumplir cabalmente con su “Hits Tour”, y regalar todos esas canciones que forman parte de la selecta lista de éxitos que lo posicionan como uno de los intérpretes contemporáneos más queridos y populares. “A todos gracias, y bienvenidos de estar una noche más”, saludó al público, para después exclamar: “¡¡¡Enooormeee!!! ¿Cómo están? ¡Vamos a poner el ambiente caliente! Quiero agradecer a toda la gente que está hasta allá al fondo, hasta arriba, hasta la última fila, un gran aplauso a todos ellos. Que se oiga bonito, por favor, si son tan amables”, pedía Luis Miguel, sin dejar de sonreír al ver una gran cantidad de personas en el lugar. “Y a toda mi gente linda que está acá a mi derecha, y también la que está a mi izquierda, a todos bienvenidos, y muchísimas gracias por su presencia, por este enorme privilegio de poder estar nuevamente en el escenario y  estar con todos estos grandes músicos, pido un gran aplauso para todos ellos; fuerte, fuerte. Esta noche voy a cantarles un poco de todo, ¿les parece?”, cuestionó, mientras un enorme coro aceptaba la propuesta del ídolo con un “sí” como respuesta. “¿Tienen ganas de bailar? ¿Tienen ganas de cantar? ¿De qué más tienen ganas?”, seguía preguntando el intérprete, en una conversación que se tornó amable, optimista y llena de promesas por cumplir de su parte. “Nos vamos a portar bien. A toda la gente linda que está con sus parejas, y a los que no también, qué tal si recordamos algunos boleros… ¿quieren acompañarme? A ponernos un poco románticos, ¿no?,  con esto que dice más o menos así, uno de los clásicos. Gracias por acompañarme, buenas noches, pásenla bonito”, complementó en su intervención. Con una impecable ejecución de parte de sus músicos, llegaron las memorables “No Sé Tú”, “Historia de un Amor” y “La Barca”, tema que no solo interpretó, sino también disfrutó, al dejar que las diez mil almas presentes cantaran, mientras él se deleitaba escuchando el romance que provocaba en su público. Luego hizo una pausa para extender la invitación: “¿Qué tal vamos? ¿Bien? De hecho me encantaría que pudiéramos participar, de alguna forma elegir algunas de las canciones, ¿qué tal si ‘Contigo a la Distancia’? o ¿‘Voy a Apagar la Luz’? ¿Qué tal ‘O Tú o Ninguna’, ‘Hasta que me Olvides’?”. Tras reír un poco, pronunció: “No sé por qué hago esto pero… ‘Hasta que me Olvides’. “Qué simpático viene, muy platicador, pues nunca habla”, se escuchó decir entre las personas, mientras otra decía: “Sí, muy agradable, muy complaciente y divertido”. Lo cierto es que esa noche Luis Miguel la hizo especial, no solo complació, se le vio lleno de energía, amable, entero, regalando un espectáculo variado, nutrido, de buenos éxitos e historias que han dejado huella en el cancionero universal. Ya con el romance a flor de piel, el cantante decidió cambiar de ritmo para sacar del baúl de los recuerdos sus temas de los 80s y 90s: “Esa Niña”, “No me Puedes Dejar Así”, “Palabra de Honor”, “Entrégate”, “La Incondicional”, “O Tú o Ninguna”, “Amante del Amor”, “Más Allá de Todo”, “Fría como el Viento” y “Tengo Todo Excepto a Ti”, con los que el público de todas las edades disfrutó, a la vez de acompañar como coro al “Sol”, mientras brindaban por la vida, la amistad y el amor en esa cálida noche de noviembre. En el gigantesco escenario de dos niveles, con tres pantallas gigantes y cuatro más pequeñas abajo, todas ellas de leds, llegó la magia de la tecnología, pues no podía faltar la figura de Frank Sinatra que se hizo presente para acompañar, firmando entre dos voces un singular momento con “Come Fly with Me”. Cabe destacar que Sinatra es el ídolo de Luis Miguel, y de esta manera le hace un homenaje al desaparecido cantante. El espectáculo seguía su curso, mientras Luis Miguel caminaba de un lado a otro del escenario, sintiéndose como pez en el agua, en un ambiente confortable, donde los que tuvieron la suerte de alcanzar un buen lugar, veían todo a la perfección; no así aquellos que en algunos palcos, se les obstruía parte del entablado, lo cual ocasionó que por momentos el sonido no fuera el óptimo. Asimismo, aunque la súper producción del cantante es de primer nivel, hay quienes opinaron que le hicieron falta dos pantallas externas más a los lados para observar y disfrutar mejor del intérprete, pues con el objetivo de cubrir los laterales por si llovía, hubo gente que no tuvo una óptima visibilidad desde sus asientos. Lo cierto es que no fueron una, ni dos, ni tres, las veces que Luis Miguel conversó con su público, fueron muchas más: “¡Venga, Tijuana, arribaaa!”, les solicitó mientras cantaba “Un Hombre Busca a una Mujer”, “Cuestión de Piel”, “Oro de Ley” y “Te Necesito”. El clímax de la noche llegó cuando en el escenario  apareció el mariachi, y con ello, el set mexicanísimo de temas, no sin antes escuchar del propio intérprete un “¡arriba mi mariachi!” con “El Rey”, “Que Seas Feliz”, “Y”, “De qué Manera te Olvido”, “La Bikina”, “El Viajero”, “Cielito Lindo”, “Qué Bonita es mi Tierra” y “Viva México”. Así, entre romance, boleros y mariachi, Luis Miguel conquistó una vez más el corazón de los tijuanenses, dejando un buen sabor de boca, con un cierre de nostalgia: “La Chica del Bikini Azul”, “Ahora te Puedes Marchar”, “Isabel”, “Los Muchachos de Hoy” y “Cuando Calienta el Sol”. “Gracias, Tijuana, ¡qué lindo público! ¡Hasta pronto!”, dijo Luis Miguel en una despedida que solo duró unos segundos, pues regresaría para cerrar su actuación con “Labios de Miel”, mientras una lluvia de confeti coloreó el recinto y puso punto final al espectáculo. El otro rostro de Luis Miguel Hay un dicho que reza así: “Los años no pasan en balde”, y efectivamente para “El Sol”, esa frase le queda a la perfección. A sus 43, los excesos, mujeres, viajes, giras y uno que otro arreglito a destiempo, han cobrado factura. Las fotos de los fans, sin edición -como Photoshop-, son fiel testigo de cómo luce actualmente Luis Miguel, entre que está pasado de peso, entradas muy pronunciadas en su cabello y arrugas en el contorno de su rostro; pruebas fehacientes de que el madurito artista va perdiendo esa galanura que tanto gusta a sus fanáticas. Entre el audio y periodos en silencio Si bien, Luis Miguel cuentan con una de las mejores producciones para sus conciertos, equipo de sonido, luces y músicos, el sábado 30 de noviembre en Tijuana, se presentaron fallas en el audio, que por momentos se perdía para la gente que se encontraba en laterales, debido a que las bocinas estaban direccionadas hacia enfrente; también, largos periodos de silencio y el escenario en penumbras entre una canción y otra, fueron parte del disgusto de algunos seguidores que no disfrutaron al cien el espectáculo del cantante mexicano.    

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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