Antes de ser nombrado parte del gobierno de Francisco Vega de Lamadrid, a César Eduardo Hank Inzunza se le reconocía únicamente por ser un vocalista rastafari y organizador de conciertos, además, obviamente, ser uno de los vástagos del dueño de Grupo Caliente, Jorge Hank Rhon. Su nombramiento como representante del Instituto de Cultura de Baja California en Tijuana, al día ya no es noticia. En campaña, Hank Junior salió al lado del hoy gobernador, y ahora trabaja en su gobierno. En la toma de protesta de César Moreno como alcalde de Tecate, en la apresurada salida de un Jorge Hank rodeado de escoltas, la grabadora de quien redacta le llega a la barbilla. Primero, para preguntarle sobre el reciente cargo público de su retoño: “Excelente, excelente, como saben ustedes, nosotros somos fieles… (mujeres lo interrumpen para tomarse fotos con él)”. Retoma el tema sin detenerse rumbo a su vehículo: “A mí se me hace que darle la oportunidad a la juventud siempre es bueno, a mi hijo le gusta el arte, es cantante, músico, entonces tiene mucha experiencia en ello, yo no le veo ningún inconveniente”. Pero podría pensarse que Hank padre tiene mayor poder de convencimiento con Kiko Vega que su propio hijo, por eso la pregunta: ¿Usted infirió para el nombramiento? “No, en lo absoluto”, alegó de inmediato. Una más por parte del reportero: ¿Y a Usted no le han ofrecido algún cargo? Hank pela los ojos y escupe con risas: “¡N’ombre, cómo crees!”. “A como están las cosas”, se le insiste: “N’ombre… para nada”. Y ahí, desaparece tras los guaruras y su camioneta.
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