Un señor estaba en el restaurante y llama al camarero: —<strong> ¡Mesero! “Dígame, señor…”. — Pruebe la sopa, por favor… “Este… em… señor, ¿hay acaso una mosca en la sopa? Si quiere se la puedo cambiar”. — No, tranquilo, pruebe la sopa. “Em… señor, ¿acaso está fría? Si quiere se la caliento”. — No, tranquilo, pruebe la sopa… “Señor, por favor, qué tiene la sopa… ¿acaso tiene un cabello?”. — Aaah… ¡que no! ¡Pruebe la sopa! “Pero señor, por favor, dígame que tiene la sopa, si usted quiere se la cambio…”. — ¡Que pruebe la sopa! “De acuerdo, la voy a probar. Y ¿dónde está la cuchara?”. — ¡Exacto! Bruto, ¡tráigame la cuchara! Autor: Cantinero.