Como pocas veces, en esta columna se le reconocerá un talento a una funcionaria pública: Natalia Badan, directora del Centro Estatal de las Artes en Ensenada. Por su espíritu emprendedor, ingenioso… innovador (aplausos). Sus empleados la han denunciado de convertir las instalaciones en una verdulería y cava de vinos. Resulta que la señora Badan posee una pequeña vinícola y ha trasladado su negocio al lugar donde despacha. Cuatro fotos dan constancia de las legumbres y vinos, Cabernet Sauvignon y Merlot, en la recepción del CEART. Falta nada más que la Dirección de Alcoholes del nuevo ayuntamiento vaya a inspeccionar el lugar y le autorice vender o regalar bebidas embriagantes en espacios públicos.