De nueva cuenta gracias al Todopoderoso y si nos presta vida estaremos terminando un año más de vida, este 2013. Pasó tan rápido como un suspiro que casi exhala el aire que nos dio vida este año. Arribó el Adviento y de nueva cuenta la conclusión anual de qué hicimos, qué hice, qué faltó. Llega diciembre, el mes en el que deseamos a todos los nuestros y amistades íntimas lo mejor en Navidad (nacimiento de Jesucristo) y el año que está por llegar. Olvidar un poco las barbaries que tienen al país con el Jesús en la boca y de “pelos” a todo mundo. Que la Reforma, que el IVA a BC al 16%, hasta nuestra mascota comerá tortillas remojadas, pues ya las croquetas están caras. En fin, fin de año de meditación y metas, a pesar del golpe económico que nos da la Federación. Todo será diferente, mas eso no debe opacar el corazón, el alma y el sentimiento del amor hacia nuestras familias y amistades. Que todo está caro, sí, pero el amor, la fuerza interna del humano que fue agraviado con tales alzas, no se altera. El amor y el sentimiento del corazón nos hacen felices en fin de año. Y debe continuar el próximo 2014. Estamos, o estoy aquí, ya puesto en la tierra, y debemos seguir viviendo. Vivir lo máximo bien, tener de guía espiritual a Dios y tener la palabra de Dios (la Biblia) a la mano (no importa qué religión profese). El espíritu y el alma necesitan alimento y debemos suministrarlo por dosis. Llegó el fin de año, el momento de que nosotros pongamos un rostro mejor, mucho mejor. La sonrisa, la mirada de alegría, el saludo, el abrazo caluroso de todo corazón, la palmada en la espalda: significan paz, amor, alegría, que tanta falta hacen en este mundo, cada día, más convulsionado; en nosotros está verlo lleno de paz y amor, como el que Cristo nos dejó. Que el año que viene nos vaya buen, haya salud, harto amor, paz, convivencia y trabajo para todos. Al terminar estas letras que escribí a las 4:30 am del 7 de noviembre de 2013 y se me ocurrieron hacer, se me movió el sentimiento de corazón y me hizo aparecer en mis ojos lágrimas de alegría, de llanto profundo, pues quiero que todo mejore y que la alegría, la sonrisa, la mirada contagiosa de amor no terminen y duren para siempre entre todos, toditos, los humanos. Feliz Navidad y feliz año nuevo 2014 y Dios nos bendiga y nos proteja siempre. Navidad. “Dad amor”, nueva vida. Todo mundo a tratar de ser felices y sigamos adelante. Leopoldo Durán Ramírez Tijuana, B. C.