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lunes, octubre 7, 2024
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TRUCO

A Don Nirvardo Flores se le fueron los últimos tres años de vida en la -hoy lo dice con lamento- maldita esperanza de que Carlos Bustamante, el agonizante alcalde de Tijuana, le cumpliera unas minúsculas promesas pactadas en campaña. Cuando aquello sucedió -según la memoria del viejo Nirvardo-, el candidato del PRI, entonces seguro perdedor de 2010, rogó al PRD para que lo apoyaran en la recta final. Y así fue. La candidata de los perredistas, Reyna Soledad, cantante de ranchero, dio -a tres días de las votaciones- todas las fuerzas de su campaña al ahora presidente municipal. Nirvardo, entonces delegado nacional del Sol Azteca, creyó en la promesa: de ganar Bustamante, les daría apoyos sociales para un grupo de la tercera edad residentes de la Zona Este que Jorge Ramos les había negado, y algunos puestos en el Ayuntamiento. Cándido, el señor Flores apretó la mano de Bustamante para cerrar el trato. Y hoy, ni una cosa ni la otra. Luego de infinitas vueltas al Palacio Municipal durante los 36 meses de gestión priista y oficios girados, el perredista se siente burlado. Uno de los viejecitos engañados y animados por recibir los 300 pesos mensuales que les prometieron en campaña, reniega con justa razón: “Ese hombre -refiriéndose al alcalde- no tiene ni palabra, ni pantalones y… ni brazo”.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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