Ex dirigentes y militancia del Partido de la Revolución Democrática han manifestado su repudio a las decisiones emitidas por la dirigencia nacional del PRD y sus representantes en el Congreso de la Unión, por negociar e impulsar las reformas propuestas por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto. Nirvardo Flores y Alma Robles Bustamante, ex dirigentes del partido en Baja California, reniegan del rumbo que éste ha tomado a nivel nacional, al colocarse como “cómplice” de los grupos en el poder. Lo mismo ocurre en el terreno local, “se acuerda con los intereses de las cúpulas”, lo cual -recuerdan Flores y Robles- es justo lo contrario a las bases que fundaron el movimiento. Según Nirvardo Flores, las reformas que se aprobaron con la obediencia del PRD a nivel nacional, van en perjuicio y en contra de sus propios simpatizantes: “No entendemos el comportamiento del partido, si se supone que debe estar en favor de las más necesitados, y en la práctica actúan en favor de los poderosos”. El ex consejero nacional del PRD por Baja California, asegura que la base del PRD y su militancia reprueban la Reforma Hacendaria y el aumento al Impuesto al Valor Agregado en la zona fronteriza, “y no se diga la otra reforma, la Energética, que de igual manera se va a negociar entre partidos”. Asimismo, el entrevistado se extraña de que ninguna dirigencia del partito del “Sol Azteca” en todo el estado se esté manifestando ni en favor ni en contra de lo que acontece en el país, ni con tan perjudiciales reformas: “Están en el silencio absoluto, en la obediencia total”. El perredista se dice sorprendido de que nunca se le consultó a la base del partido para saber su sentir u opinión en el aumento del IVA y otros temas de importancia, “sobre todo ‘Los Chuchos’, que comparten esta visión de entregar al partido y al país”. Por su parte, Alma Robles argumenta que el daño de los amarres a nivel nacional no solo afecta a los perredistas, “sino a todos, sin importar el color, por ello es lamentable que los partidos no consulten a su base y que obedezcan a otros intereses”. Los militantes del PRD hacen un llamado a rechazar las políticas impulsadas por el PRI, pero aplaudidas en lo oscuro por su propio partido. Ejemplo de ello es -evoca Flores-cuando el alcalde Carlos Bustamante prometió al partido incluirlos en el gobierno, a cambio de que su candidata declinara en la campaña de 2010. En aquel entonces, Reyna Soledad desertó a favor de Bustamante, y ahora “nos chamaqueó, no nos cumplió nada; es más, ya ni nos responde nuestras solicitudes”, concluye el perredista.
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