De tantos decapitados, enterrados, ejecutados, desmembrados, colgados, incinerados, enteipados y otras formas de homicidios dolosos en la guerra del narcotráfico en el país, durante los primeros 10 meses de gobierno de Enrique Peña Nieto, los funcionarios proporcionan porcentajes diferentes en cuanto a una supuesta disminución en ese delito. Las cifras alegres del gobierno peñista varían según el funcionario que emita suposiciones; el 10 de octubre de 2013 el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, opinó que “entre diciembre de 2012 y agosto de este año se reportó, en comparación con el mismo periodo del año anterior, una reducción del 16 por ciento en homicidios dolosos”. Antes, en agosto de 2013, el propio Presidente de la República, declaró que en el periodo de diciembre de 2012 a julio de 2013, se redujo en 20 por ciento el número de homicidios relacionados con delitos federales; sin presentar datos duros. En su visita a Tijuana el miércoles 30 de octubre, Monte Alejandro Rubido García, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), dijo que en realidad, la hipotética disminución en homicidios dolosos en los primeros diez meses, “anda alrededor, como sobre el 12 por ciento”. Aquí la parte medular de la entrevista con Rubido: —De acuerdo con las tendencias en las estadísticas del Secretariado Ejecutivo que dirige, 2013 superará a 2012 en cuanto a la cantidad de averiguaciones previas por homicidio doloso, a pesar que el discurso del gobierno federal ha sido que en el primer año se reducirían… “Ahí hay algún error de apreciación en lo que se encontró en la página. Así como –lo reconozco– las cifras de secuestro y extorsión van a la alza, las cifras de homicidios muestran una tendencia a la baja. Yo no voy a aventurar con cuántas averiguaciones previas de homicidio doloso vamos a acabar el año, pero lo que sí podemos señalar es que traemos una disminución constante y permanente”. —Pero la tendencia de los homicidios dolosos indica que 2013 culminará con más de 20 mil homicidios dolosos, igual o más que 2012… “Yo no voy a aventurar cómo va a darse esto a finales de año; nosotros podemos checar las cifras de homicidios contra el mismo periodo de los años anteriores y encontramos ese decremento más que significativo”. — ¿En qué porcentaje? “Variando, pero anda alrededor, como sobre el 12 por ciento”. — ¿Entonces no es el 20 por ciento que ha anunciado el Presidente Pena Nieto o el 18 que ha dicho Osorio Chong? “No, no, a ver, es que depende de qué tipo de homicidio estemos hablando”. —Pero las cifras son de Peña Nieto y Osorio Chong… “Pero en qué periodo, tenemos que considerar”. —De diciembre de 2012 a agosto de 2013… “Correcto. Entonces tenemos que comparar contra qué se está midiendo, y las cifras que se dieron son las cifras contra los periodos iguales del año anterior, porque las cifras al final de cuentas, las estadísticas, se pueden leer de diversas maneras, si nosotros decimos que el número de homicidios creció entre 2006 y 2012 evidentemente el dato es cierto; si decimos que el número de homicidios decreció entre 2011 y 2012, también es cierto; por eso le digo, la relatividad de cómo se manejan las estadísticas. ¿Qué es lo que buscamos en el Secretariado? Poner las cifras en crudo para que cada quien haga con ellas el análisis que juzgue pertinente”. — ¿Por qué tanta disparidad entre la opinión de unos funcionarios y otros sin dar a conocer datos duros? Sobre todo entre lo que opina Peña Nieto, Osorio Chong y usted… “No es disparidad, simplemente se están referenciando momentos distintos”. —Pero sus números de diciembre de 2011 a agosto de 2012, en el periodo de Calderón, y de diciembre de 2012 a agosto de 2013 con Peña, muestran un incremento del 11 por ciento… “Perdónenme, déjenme revisar el estudio que hayan hecho ustedes, pero desde luego no coincide con lo que nosotros estamos reportando”. —Pero los datos son del Secretariado… “No lo dudo, todos podemos estar sujetos a cometer un tipo de error, le insisto, la tendencia que nosotros tenemos en homicidios es claramente descendente”. —Según el Secretariado Ejecutivo entre el 1 de diciembre de 2012 al 30 de septiembre de 2013, sucedieron 15 mil 552 averiguaciones previas por homicidios dolosos. Tomando como referencia que una averiguación previa puede tener más de una víctima, ¿cuál es la cantidad real de víctimas de homicidios dolosos en los primeros 10 meses de gobierno de Enrique Peña Nieto? “Yo no tengo ese dato. El Secretariado no tiene ese dato, porque nosotros únicamente trabajamos con base en la Averiguación Previa (AP). Cuando en su momento INEGI dé a conocer contra las actas de defunción el número de homicidios dolosos que haya habido en ese momento podemos decantar de lo que reportó el Secretariado cuál era el promedio de víctimas que pudiera haber habido por cada AP”. “En el Secretariado Ejecutivo nos nutrimos de la información que nos hacen llegar cada una de las procuradurías o de las fiscalías según sea el caso; y trabajamos con esta regla general de que sea a través de averiguaciones previas como llevamos el registro, no tengo yo el dato de cuántas víctimas existan y por ello estamos ahorita trabajando para que en un futuro próximo podamos estar reportando el número de averiguaciones previas y el número de víctimas que pueda existir”. — ¿Cuándo se modificará el formato para registrar cantidad de víctimas por homicidio y no averiguaciones previas? “Estamos platicándolo con cada una de las procuradurías, porque precisamente lo que necesitamos es que tengan una capacidad homogénea para responder; no nos podemos dar el lujo de que unas entidades puedan estar respondiendo en tiempo y forma y otras no, porque entonces generamos distorsión en la base de datos que hay en el Secretariado”. — ¿Cuál es la certeza de la estadística del Secretariado? “Totalmente, las averiguaciones previas que se levantan en cada una de las entidades federativas”. —De las 15 mil 552 averiguaciones previas por homicidio doloso, ¿cuántas o qué porcentaje corresponde a homicidios relacionados con el crimen organizado? “Nosotros tomamos una decisión platicada con las organizaciones de la sociedad civil más activas en materia de que no vamos a manejar las cifras de muertes vinculadas a delitos federales o a delincuencia organizada; para evitar que existan distorsiones porque ésa no es una categoría jurídica, es simplemente una categoría analítica para temas tácticos y temas estratégicos que se tienen que seguir. Hoy en día solamente hablamos groso modo del número de homicidios culposos o de homicidios intencionales”. — ¿Qué tan confiable es la información que proporcionan las procuradurías? “Yo creo que son bastante confiables y aquí el Secretariado Ejecutivo hace una labor permanente de supervisión de los datos que recibimos”. —Si dice que el Secretariado hace una “labor permanente de supervisión”, ¿por qué aparecen unas cantidades menores en el Secretariado a las que reportan los estados en sus estadísticas? ¿El Secretariado no reporta la totalidad de incidencia delictiva o los estados no lo hacen? “El Secretariado solamente integra y compila toda la información que mandan todas las procuradurías, es decir no le damos nosotros ningún tipo de procesamiento a la misma; no clasificamos, no decantamos; supervisamos, y si encontramos que hay alguna inconsistencia establecemos contacto con la procuraduría respectiva para hacer los ajustes pertinentes”. —El SNSP tiene registrada en 2013 la cantidad mil 848 homicidios en Michoacán; de los cuales mil 203 son clasificados como “culposos” o “accidentes” y 645 como “dolosos”. ¿Es normal que existan más “accidentes” que asesinatos intencionales a diferencia de otras entidades federativas donde las cifras de accidentes nunca superan a los homicidios dolosos? “No rehúyo la responsabilidad ni la respuesta. Pero son los datos que nos manda la Procuraduría michoacana. Así como a usted le brinca este dato, así como brincó en algunos diarios el día de hoy, a nosotros también nos brinca, y estamos en comunicación constante con la Procuraduría michoacana tratando de hacer las precisiones pertinentes en la materia. ¿Qué nos sucede? Y hacia allá podemos atribuir este hecho: A que muchas veces las personas que tienen que estar llenando las cifras no se apegan al protocolo de llenado y se pueden generar este tipo de distorsiones, pero lo estamos revisando, lo estamos trabajando con Michoacán. Yo espero que en un periodo breve podamos hacer las aclaraciones conducentes en el caso”. —El SNSP clasifica a los homicidios dolosos en cuatro categorías: “arma blanca”, “arma de fuego”, “otros” y “sin datos”. ¿En qué categoría son clasificados los decapitados, desenterrados de narcofosas, los colgados, desmembrados, enteipados…? “Depende de cómo hayan sido ultimadas. Y si se cuenta con los elementos suficientes para hacer esa jerarquización, ahí sí ya es con base en los resultados que surja del estudio forense”. — ¿Y si no se encuentra ningún dato como en un incinerado en qué categoría es clasificado? “En ‘otros’. Si ustedes ven, en algunas actuaciones hasta nos resulta imposible definir el género de la víctima. El caso del ‘Pozolero’, para hablar en esta zona: Se fundían los cuerpos y quedaba muy poco como para hacer definiciones, a menos de que se hiciera un estudio exhaustivo de ADN”. — ¿Y se clasifican en ‘otros’? “Es en ‘otros’. Mientras no tengamos la certeza es una clasificación que al final de cuenta nos permite que podamos tener en un cajón cada uno de los casos que nos son reportados”. — ¿Y el Secretariado Ejecutivo que dirige cuándo va a registrar el total de víctimas mortales por homicidios dolosos y no nada más averiguaciones previas? ¿Será este año? “Yo no creo que nos alcance, nos quedan prácticamente dos meses de este año; yo no veo que vaya a ser en los mismo, porque estamos en todo ese proceso de adecuación con las procuradurías; insisto, las decisiones se tienen que tomar de manera colegiada, en la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia. No es una actitud impositiva que pueda asumir el Secretariado para con los fiscales y procuradurías, sino tiene que ser todo un proceso de concertación para que eso se lleve a cabo”. — ¿Cuál es la explicación para el movimiento de una zona violenta en la frontera norte de México hacia el centro del país? “No puede haber una sola explicación, un fenómeno tan complejo como éste tiene múltiples causalidades y como tal el avance en cada una de ellas va dando los resultados; hubo un fortalecimiento de la actividad de seguridad del estado mexicano en la frontera norte y eso ha propiciado que los grandes cárteles que operaban en la región se hayan ido desmembrando; en la medida en que un capo es detenido o es abatido el relevo se va dando cada vez con cuadros de menos experiencia, y por lo tanto van quitándoles solidez a los grupos delincuenciales, de esa manera se les va desarticulando, y ése es uno de los factores que ha sucedido en el norte del país”. —Antes se peleaban por el puerto de salida de la droga, y ahora por el puerto de la entrada… “Es que son los precursores”. — ¿Esa droga se queda en México? “La inmensa mayoría va a Estados Unidos; al final de cuenta es un proceso solamente calórico el que termina descomponiendo a la seudoefedrina. Vean que en un gran un número de países incluido el nuestro, aquellos medicamentos que había para la gripa que tenían seudoefedrina salieron todos del mercado, porque a través de un ejercicio de calor se podía descomponer y yo decía un día: ‘Esto permite que prácticamente la cocina de la casa se pueda convertir en un narcolaboratorio’; de ese tamaño es el problema de las drogas sintéticas”. — ¿Y el tema de los desaparecidos cómo lo están registrando? “A ver, ése es un tema que hay que puntualizar de manera muy especial, porque se habla de desaparecidos y no es que sean personas desaparecidas, son personas no localizadas; en la página del Secretariado nosotros tenemos el estado, la base de datos, de personas no localizadas, y cada una de las procuradurías está haciendo una revisión puntual casuísticamente de lo que ha pasado en sus entidades; y esa información se concentra en la página del Secretariado”. — ¿Y cuántas denuncias por desapariciones tiene registradas en los primeros diez meses de gobierno federal? “No lo tengo, no lo tengo en mente”. Osuna entrega C4 en operación Con la presencia de Monte Alejandro Rubido, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), el gobernador saliente de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, inauguró el miércoles 30 de octubre su última obra en el tema de seguridad: Centro de Comunicaciones, Cómputo, Control y Comando de Tijuana. En el proyecto, iniciado en noviembre de 2012, el Estado invirtió 85 millones de pesos en obra, 8 millones de pesos en pavimentación del acceso al centro, ubicado en el número 477 de la colonia Piedras Blancas, carretera vieja Tijuana-Mexicali, y según el programa presupuestal, la administración de Osuna estuvo obligada a gastar otros 55 millones de pesos en equipamiento. En el recorrido inaugural, realizado exclusivamente por la sala operativa, la sala de crisis y el espacio dedicado al equipamiento tecnológico -que incluye fuentes de energía ininterrumpida, sistema de telefonía de esquema redundante y almacén de datos-, se pudo constatar que a partir del 30 de octubre de 2013, el servicio de recepción y canalización de llamadas de emergencia y denuncias funcionara al 100 por ciento desde esa ubicación. Sin embargo, no se pudo corroborar si fueron erogados los millones de pesos etiquetados para el equipamiento de un laboratorio de electrónica, la sala de gestión de datos, sala de juntas , archivo, área de comedor-cocina, puntos de acceso vigilados, dormitorios, gimnasio, regaderas, vestidores y otros espacios, a los que no hubo acceso. En el costado derecho de la sala operativa -a donde solo se accederá mediante huella digital-, se encuentran veinte escritorios con computadoras para atender las llamadas de emergencia; y al izquierdo igual, pero ahí se ubican los despachadores de Seguridad Pública Municipal, PGJE, PEP, Cruz Roja Mexicana, Bomberos, SEDENA, Policía Federal Sección Caminos, Policía Federal, entre otras áreas. Al centro, una zona de control y mando. La primera llamada que se recibió, fue la de una mujer que tuvo un parto en su casa. En el acto inaugural, José Guadalupe Osuna Milán refirió la importancia de contar con este Centro: “En los momentos de mayor presión al inicio de nuestra administración, cuando decidimos enfrentar con toda firmeza a los delincuentes que asolaban Tijuana, el C4 fue un factor muy importante, pues miles de ciudadanos confiaron en su operación y, mediante la denuncia ciudadana, se convirtieron en nuestros aliados, alertándonos y ayudándonos a dar golpes aún más contundentes al crimen organizado”. Y ofreció números: “Actualmente se reciben en Tijuana 2 millones 160 mil llamadas de emergencia por año, lo que equivale a casi 6 mil llamadas diarias”. El secretario de Seguridad Pública, Daniel de la Rosa Anaya -cuya permanencia ya fue anunciada por el gobernador Francisco Vega de la Madrid- anunció que continuará la inversión (construirán la Comandancia de la PEP en el mismo predio) para que el recién inaugurado espacio se convierta en un complejo de seguridad pública del más alto nivel.