Desde hace casi un mes, un deslave en el Parque Industrial “El Realito” ha paralizado uno de los carriles en el Kilómetro 10 de la carretera libre Tijuana-Tecate. Pero la obstrucción del tránsito no ha sido el único inconveniente, ya que la empresa SSD Plastics, se encuentra justo en la parte superior del bordo del cerro donde ocurrió el percance. Según Jaime Landabaso, gerente administrativo de la compañía afectada, las inclemencias del tiempo no ocasionaron el deslave del 19 de octubre, sino una irresponsabilidad cometida por la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Estado (SIDUE), al iniciar las obras de ampliación de la vialidad. El gerente de la planta industrial explicó que la compañía realizó, por su cuenta, una serie de estudios de suelo para conocer las condiciones del terreno antes del corte al montículo. De hecho, en 2008, la empresa entregó una petición de reconsideración a la SIDUE y a las autoridades correspondientes, en las cuales se adjuntaban los resultados. “Esto ya se veía venir, desde que iniciaron con las obras de la carretera, advertimos de los daños que podía ocasionar el corte que le harían al cerro, como la severa desestabilidad, pero solo nos ignoraron”, declaró el representante de SSD Plastics. La empresa dio aviso a las autoridades cuando inició el deslave, pero SIDUE atendió el reporte hasta el 28 de octubre, con la colocación barreras de contención en el carril hacia Tecate. Y es que la tierra desprendida del talud, cubre prácticamente todo el lado derecho de la carretera, formando en consecuencia largas líneas de espera para los vehículos que se dirigen hacia Tecate. Como si esto no fuese suficiente, unos metros adelante, la carretera se reduce aún más, pues trabajadores llevan a cabo trabajos de reencarpetado. Mientras tanto, la empresa cubrió la zona afectada – la parte superior del talud- para evitar que las lluvias causen más daños al área. Respecto a las declaraciones de Estaban Yee, secretario de Desarrollo Urbano de Tijuana, en las cuales aseguró que el Municipio ya tomaba “cartas en el asunto”, el gerente de la empresa desmintió al funcionario. De acuerdo a Landabaso, la compañía contrató a una empresa privada para la reparación de los daños causados por el derrumbe. La obra tendrá un costo superior a 2 millones de pesos, los cuales SSD Plastics cubrirá por completo. “Ya están con la cuestión de los permisos y el papeleo, en aproximadamente mes y medio estarán concluyendo la reparación del área. Creo que el arquitecto Yee se refería al apoyo con la cuestión de los permisos”, acotó Landabaso. ZETA solicitó entrevistas con autoridades de SIDUE, Dirección de Obras e Infraestructura Urbana Municipal y Obras Públicas de la delegación correspondiente al área por más de dos semanas, pero hasta el cierre de esta edición, nadie atendió. “Responsabilidad compartida”: Ingeniero Enríquez Filiberto Enríquez, ex presidente del Colegio de Ingenieros de Tijuana, acompañó a este Semanario en un recorrido por la zona del deslave. Luego de analizar el área y de acuerdo a su experiencia, el ingeniero explica que gran parte de la tierra desprendida era material no consolidado, el cual, casi con certeza, debió separarse cuando se instalaron las plataformas para colocar la nave industrial. “En cierta medida, el talud estaba en reposo, pero aunado a las obras de ampliación, si le cortaron un poco más al montículo y agregamos que por arriba pasan vehículos de carga, y los automóviles de la vialidad producen vibraciones, pues esto se veía venir”, dijo Enríquez, para agregar que es una responsabilidad compartida, tanto de la empresa que construyó al margen del talud, como de las autoridades por realizar obras -las cuales son necesarias para la ciudadanía-. Los factores externos, como el clima y las vibraciones de los vehículos, sumaron la inestabilidad de la tierra que no se encontraba fija.
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