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viernes, octubre 4, 2024
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Cortitos

— ¡Oye, oye!, pero, ¿por qué golpeas a ese maniquí? “¡¡¡Arrrrrrgh!!! ¡Es que no soporto a la gente falsa!”. — ¡Mamá, mamá! Papá quiere tirarse de la azotea… “Dile a tu padre que lo que le puse son dos cuernos, ¡no dos alas!”. — Mi amor, estoy embarazada. ¿Qué te gustaría que fuera? “¿Una broma?”. Un payaso pide un aumento de sueldo a su jefe, éste le responde: “Veinte años trabajando juntos, ¡y ésta es la primera vez que me haces reír!”. — Estuve internado en una clínica donde te quitan las ganas de fumar. “¿No te fue bien?”. — Sí, ¿por qué? “Porque estás fumando”. — Sí, pero sin ganas. Había una mujer tan fea, tan fea, que llegó virgen al divorcio. — Cariño, dame el bebé. “Espera a que llore”. — ¿A que llore? ¿Por qué? “¡¡¡Porque no lo encuentro!!!”. ¿Cuál es la diferencia entre un jefe y un terrorista? Con el terrorista se puede negociar. Yo no me fío de los cirujanos: son expertos en manejar cuchillos, se ponen máscaras para que no los reconozcan, y usan guantes para no dejar huellas. — ¡Doctor, doctor! Soy bipolar. “Cálmese, anímese… cálmese, anímese…”. — Oye, ¿estoy bien maquillada? “Para nada, todavía se te ve la cara”. — ¿Desde cuándo tiene usted la obsesión de que es un perro? “Desde cachorro, doctor”. Va un hombre al médico a recoger unas pruebas. El doctor le dice: — Tengo una mala noticia. Usted tiene la enfermedad de Hillfinger. “¿La enfermedad de Hillfinger? ¿Eso qué es, doctor?”. — No lo sabemos, señor Hillfinger. La mamá de Jaimito le dice: — Jaimito, ¡aléjate de la jaula del león! “No te preocupes, mamá, no le voy a hacer nada”. Autor: Un desempleado más. Señor Presidente Estaba La Gaviota en la residencia oficial de Los Pinos dándole una entrevista exclusiva a la revista Caras, cuando de pronto la reportera pregunta: “Señora. Gaviota, ¿cuánto tiempo cree que pueda vivir una persona sin cerebro?”. En eso la Primera Dama ve a Enrique Peña Nieto asomarse por la puerta y dice: “Ven amor, diles cuántos años tienes”. Le pregunta La Gaviota a Enrique Peña Nieto: — ¿Por qué siempre que usas tenis para hacer ejercicio te pones a hablar solo, amorcito? “Pues es obvio, porque mis tenis dicen ‘Converse’”. Uno de los dioses de los romanos era Neptuno, otro de los griegos era Zeus, de los aztecas era Huitzilopochtli, y de los gallegos, es Peña Nieto. Autor: Un ciudadano mexicano. Audacia canina…y mexicana Un mexicano va de cacerí­a al África y se lleva su perrito chihuahueño para no sentirse solo en ese lugar tan lejano. Un dí­a, ya en la expedición, correteando mariposas, el perrito se aleja del grupo, se extraví­a y comienza a vagar solo por la selva. En eso ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera. Al notar que la pantera se lo va a devorar, rápidamente piensa qué hacer. En eso ve un montón de huesos de un animal muerto y empieza a mordisquearlos, cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice “¡Aaah, qué rica pantera me acabo de comer!”. La pantera lo alcanza a escuchar y, frenando en seco, gira y sale despavorida, pensando: “Quién sabe qué animal será ese, de tonto me le acerco, ¡no me vaya a comer a mí­ también! Un changuito que andaba trepado en un árbol cercano, y que atestiguó la escena, sale corriendo tras la pantera para contarle cómo la engañó el perrito mexicano: — Si serás mensa, pantera, esos huesos ya estaban ahí­, además es un simple perro, qué te puede hacer… “Maldito chucho hijo de la Chilindrina … ¡Súbete a mi espalda, ahora vamos con ese perro enano a ver quién se come a quién!”. Acto seguido, salen corriendo en busca del perrito que a lo lejos, ve que la pantera se le venía nuevamente encima, y esta vez con el changuito chismoso encima. “En la torre, ¿y ahora qué hago?”, piensa todo asustado el pobre Chihuahua que, en vez de salir corriendo, se queda sentado, dándoles la espalda a sus atacantes, como si no los hubiera visto, y en cuanto la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, dice: “¡Ah, qué chango tan tarado! Hace como media hora que lo mandé a traerme otra pantera porque tengo mucha hambre, ¡y todaví­a no aparece!”. Autor: Un pastor alemán ¡EN ZERIO! Error vicepresidencial Marty Walsh estaba viendo los números cuando de pronto su celular sonó, y en la pantalla apareció un “202” identificando a la persona que hacía la llamada. Cuando el candidato a la alcaldía de Boston, Massachusetts, contestó su teléfono, sorpresa que se llevó a ver que quien lo buscaba era Joe Biden -Vicepresidente de Estados Unidos-, y el motivo era felicitarlo por haber ganado la contienda. “Disculpe señor Biden, pero creo que está hablando con el Marty Walsh equivocado”, respondió quien ¡EN ZERIO! es un publirrelacionista bostoniano homónimo del senador Marty Walsh, que, en efecto, es ahora el presidente municipal electo de Boston y que tal vez sigue esperando que Joe Biden le hable por teléfono.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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