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sábado, febrero 24, 2024
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Una oportunidad más

Después del trago amargo por la derrota en Costa Rica, la primera en once años cuando México juega en San José, y con el favor de Estados Unidos de darle la voltereta a Panamá para abrirle la puerta a la selección azteca, la realidad es innegable: México está a 180 minutos de Brasil. Eso no resta la vergüenza de tener que recurrir a la repesca, cuando la Confederación otorga tres boletos directos para seis participantes de la fase final, y a pesar de toda la publicidad, inversión en partidos de exhibición y la cantidad de jugadores mexicanos en el extranjero, el camino se vuelve más complicado cada cuatro años. Ya ni siquiera son automáticos los quince puntos en casa, que hubieran sido suficientes para avanzar en la tercera posición sin necesidad de sufrir más de la cuenta. Es el resultado de contar con una basura de Liga local, sin desarrollo de jugadores y aferrarse a estrellitas para la publicidad y venta de camisetas. El fabricante alemán de prendas oficiales de la selección hasta se tomó la molestia de estrenar uniforme para los últimos dos partidos del Hexagonal. Aun así, todavía se puede, es demasiado bondadoso el sistema de competencias. Víctor Manuel Vucetich no resultó ser la solución como director técnico, al menos no con resultados inmediatos en poco tiempo de trabajo. Ya no es cuestión de escoger a los mejores estrategas ni jugadores, se trabaja con lo que se tiene gracias a los federativos. Pero si clasifican, todo pasará al olvido con el resultado habitual en el Mundial. El siguiente paso es Nueva Zelanda, heredero de la hegemonía en la Confederación de Futbol de Oceanía, tras la migración de Australia a la eliminatoria asiática para evitar la repesca. Nueva Zelanda, cuatro veces campeón de su zona, ha participado en dos Mundiales, 1982 y 2010. En Sudáfrica se quedó en la fase de grupos, tras empatar a un gol con Eslovaquia e Italia, y a ceros ante Paraguay. El cuadro de Vucetich le apostará a sacar el resultado el 13 de noviembre en casa, donde los “All Whites” nunca han jugado y desconocen las condiciones, y aguantar el resultado el 20 de noviembre en Oceanía. Fieles al estilo ratonero característico del “Tri”, pero probablemente sea suficiente para avanzar. Hay poca historia frente a Nueva Zelanda. En tres enfrentamientos, el “Tri” ha ganado dos, ambos en territorio estadounidense. El más reciente fue un amistoso en Denver, con pizarra de 3-0. El resultado adverso fue en 1980, cuando los mexicanos fueron goleados 4-0 en Auckland. No es la primera vez que México enfrenta a un rival ajeno a la zona para meterse a la Copa de Mundo. En 1962 no hubo boleto directo para el mejor posicionado de la eliminatoria norte, centroamericana y del Caribe, fue necesario derrotar a Paraguay para ir al Mundial de Chile. México avanzó con global de 1-0. Reflejo de la sociedad El Futbol mexicano no está aislado de su sociedad, el paso de la selección no solo determina el estado de ánimo del aficionado, sino que refleja el estado colectivo de la situación que vive el país, así lo consideró el presidente del Instituto de Altos Estudios sobre Deporte Cultura y Sociedad (INDECUS, AC), Miguel Ángel Lara. “Tenemos un Gobierno Federal con incertidumbre, un país en crisis, dos tragedias muy fuertes con huracanes y otro más en Baja California Sur, una reforma en la que no se ha dicho cómo se va a beneficiar el ciudadano común y, para colmo, el Futbol está mal”, afirmó. “Atrae los intereses colectivos de la gente, hay depresión colectiva, de no calificar, sería el doble, eso nos da un reflejo de cómo estamos como país, el termómetro es el deporte”, señaló el también catedrático. Por primera vez desde 1982, México podría quedar fuera de un Mundial en una eliminatoria. Después del castigo por uso de cachirules en la eliminatoria del Mundial Juvenil, que le impidió participar por un boleto a Italia 90, el “Tri” ha calificado a todos los Mundiales desde entonces. Con ello vino el crecimiento de la popularidad de la selección. “Hay una generación entera que jamás ha visto a la selección fuera del Mundial, también ha visto dos campeonatos mundiales sub-17, un oro olímpico, un tercer lugar sub-20. Qué curioso que es la misma administración y atrás queda todo eso, posiblemente no tenga valor significativo”, ponderó Lara. “El Futbol se ha construido dentro de los triunfos, no calificar sería una regresión como sociedad. El Futbol mexicano no está aislado del resto del país, de la incertidumbre. También han crecido a la par de la selección, las asociaciones civiles, la sociedad empieza a tener resultados y presencia, ha ido penetrando y es producto de la misma incertidumbre”, añadió. Acorde a Lara, también existe la situación del desconocimiento de los propios jugadores de la importancia y significado para la sociedad. Asimismo, compara los procesos futbolísticos con la administración pública, por la constante repetición de patrones. “El otro lado de la moneda, una euforia colectiva y violencia simbólica en los gobiernos. La incertidumbre económica la hemos pasado una y otra vez, la selección también, y no entienden en dar lugar a un proyecto”. Existe el deseo de no ver a México en el Mundial, y la decepción de algunos aficionados por tener al “Tri” con la posibilidad latente de clasificar. Es muy recurrente escuchar “si no traen equipo, que mejor no vayan”, o al menos por no tener que soportar a los ciegamente fieles al tricolor. Los entusiastas del deporte de calidad y los directores técnicos de pasillo no están contentos. “El nivel de frustración de mucha gente va acompañado siempre de la esperanza, que culturalmente cura todo. Esto tiene que ver con la ‘reconstrucción’, y por eso muchos quieren que no vaya. Desde 1994 mucha gente ha visto calificar a la selección mexicana y a los octavos de final, no tolera, bajo ninguna circunstancia, ver a un equipo mediocre en la Copa del Mundo. “Ese volver a empezar, particularmente lo llamo el síndrome de Sísifo del Futbol mexicano, donde una y otra vez volvemos a subir con la pesada piedra a la cima de la montaña, y una y otra vez volvemos a caer con ella, producto de la nula o poca conciencia que tenemos de la educación y la ciencia en este país”, apuntó Lara, destacando, una vez más, el reflejo de la selección en el sentir de la sociedad mexicana. “El deseo de que no vaya al Mundial, que en realidad es frustración, es una manifestación cultural de los niveles de conformismo que se ha configurado en este país. Nuestra educación tiene niveles de frustración que hoy día nos tienen en la incertidumbre. Una educación conformista que no permite justicia ni equidad social, y eso se manifiesta, por supuesto, en la selección nacional”. Durante esta eliminatoria, los conjuntos centroamericanos se han solidarizado en contra de México, pareciera que es más importante para ellos dejar fuera al “Tri” que calificar al Mundial. El delantero costarricense Joel Campbell criticó al cuadro mexicano de creerse España. El seleccionador panameño Julio César Dely Valdés, se burló de la presencia de naturalizados y vio a México en muy mal estado si le preocupaba tanto enfrentar a Panamá en casa. “No lo ven desde el punto de vista del Futbol, es el pretexto para decir que somos soberbios. ¿Por qué nos ven así? Por el maltrato a sus mujeres y niños, a los centroamericanos los asesinamos, segregamos, no existen más que para maltratarlos, siempre tratamos de aplastarlos, no les permitimos libre tránsito por nuestro país”, apuntó Lara. “Panamá solo es una escala en un vuelo a Sudamérica, no nos detenemos a ver quiénes son y cómo viven, los vemos como mercancía. No nos interesan, y deberían porque son socios regionales, hay historia, ahí están los mayas, hay una ignorancia total. También hay influencia de la televisión mexicana, la ven. Existe un dejo de coraje y desánimo de ellos hacia nosotros, más allá del negocio”, agregó el presidente del INDECUS. Contando billetes Mucho se ha dicho de la posibilidad de perder hasta 600 millones de dólares si México no participa en el Mundial, según algunos expertos, pero tampoco significa que la economía mexicana sufrirá un bajón, ni que las televisoras terminarán con números rojos. El derecho de transmisión costó alrededor de 100 millones de dólares, lo justifica el simple hecho de transmitir el evento futbolístico más grande del mundo. El “rating” no sufre después de octavos final, cuando México ya está eliminado, pues aumenta el nivel de la competencia en partidos cada vez más significativos. Por la misma razón, son atractivos torneos como la UEFA Liga de Campeones y la Eurocopa. Además, los dos partidos adicionales con Nueva Zelanda implican dos transmisiones más a matar o morir, y una entrada más en la taquilla del Azteca. Por lo pronto, los tricolores ya tienen listo un partido en San Diego el 30 de octubre contra el no mundialista Finlandia. La Federación Mexicana de Futbol y las televisoras no se quedarán pobres. Boletos por definir Además de la repesca entre mexicanos y neozelandeses, quedan otros catorce pases mundialistas. En Sudamérica se repartieron cuatro boletos y medio, por tener al país sede. Uruguay fue quinto de la clasificación y sostendrá duelo de ida y vuelta con Jordania. Del lado asiático, la ronda final dio pases automáticos a los primeros dos lugares de cada grupo, conformado por cinco equipos. Irán, Corea del Sur, Japón y Australia ya están dentro. Jordania y Uzbekistán jugaron 180 minutos y tuvieron que irse a penales para definir quién enfrentaría al cuadro sudamericano. Es la cuarta ocasión consecutiva en que Uruguay se ve obligado a jugar dos partidos más para ir a la fiesta grande. Venció a Australia en 2002, cayó ante el mismo rival en 2006 y despachó a Costa Rica en 2010. Eventualmente, la “garra charrúa” alcanzó el cuarto lugar en el Mundial de Sudáfrica. Europa ya tiene a sus clasificados y ocho conjuntos están en repesca, por ser los mejores segundos lugares de sus respectivos grupos. Grecia, Ucrania, Portugal, Suecia Rumania, Islandia, Croacia y Francia. El lunes 21 de octubre se hará el sorteo para definir los enfrentamientos, los cuatro ganadores irán a Brasil. En África quedan cinco boletos, diez equipos clasificaron como los mejores sembrados de la fase de grupos y se juega una serie eliminación directa. Los cinco ganadores clasificarán a la Copa del Mundo. Nigeria se medirá a Etiopía, Senegal enfrentará a Costa de Marfil, Camerún chocará con Túnez, Egipto y Ghana se toparán, y Argelia recibirá a Burkina Faso. Los partidos se llevarán a cabo del 16 al 19 de noviembre.


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Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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