La edición 109 del “Clásico de Otoño” será entre los dos mejores equipos de la temporada regular. Tanto los Cardenales de San Luis, como los Medias Rojas de Boston, ganaron 97 partidos, la mayor cantidad entre los 30 clubes. Esto no sucedía desde 1999, cuando se enfrentaron los Yanquis de Nueva York y los Bravos de Atlanta. Y es que desde que el formato de “wild card” se estrenó en 1995, siete equipos con la mejor marca de la temporada accedieron a la Serie Mundial. Solo tres lograron proclamarse campeones: los Yanquis de 1998 y 2008, así como los Medias Rojas de 2007. Será la revancha de 2004, pero el camino no fue fácil. Los “Pájaros Rojos” tuvieron una fuerte lucha en la División Central, donde los Piratas de Pittsburgh y los Rojos de Cincinnati, también peleaban por el banderín, pero no los alcanzaron; de hecho entre bucaneros y escarlatas pelearon un juego de desempate, para después enfrentarse en la Serie Divisional, Piratas y Cardenales, saliendo adelante estos últimos. En el campeonato de Liga Nacional, los Dodgers de Los Ángeles fueron sus rivales, y aunque pusieron resistencia, sacaron ventaja de localía, ganando los juegos uno, dos y seis, además de uno en el “Chávez Ravine”, para volver a la Serie Mundial. Será la cuarta ocasión que disputan el máximo gallardete desde 2001, perdieron en 2004 ante Boston y ganaron en 2006 ante los Tigres de Detroit, y en 2011, ante los Rangers de Texas. Por su parte, Boston se levantó de una campaña anterior desastrosa, y aunque tuvieron una fuerte oposición de los Rays de Tampa Bay, los Yanquis de Nueva York y los Orioles de Baltimore, se la ingeniaron para salir adelante y llevarse el banderín. Debieron enfrentar a los “Rayas”, que ganaron el lugar como comodín, despachándolos en cuatro juegos en la Serie Divisional. Luego, en la Serie de Campeonato acabaron con las aspiraciones y el fuerte pitcheo de Detroit. Será la tercera ocasión que disputen la gran final, luego de ganar 2004 ante San Luis, con la que rompieron la maldición de Babe Ruth, de 86 años sin coronarse; luego derrotaron a los Rockies de Colorado en 2007, y ésta será la tercera ocasión en los últimos diez años. Se trata de equipos bien ensamblados, con rotaciones, relevistas y bateadores de poder. David Ortiz, Dustin Pedroia y Jon Lester, son los baluartes de Boston. Carlos Beltrán, Yadier Molina y Adam Wainwright cargan a San Luis. San Luis irá por el desquite por la barrida que sufrieron a manos de Boston en 2004, año en el que los Medias Rojas pusieron fin a su sequía de 86 años sin campeonatos. Pros y contras Boston y San Luis protagonizan un enfrentamiento entre dos equipos muy parejos. Lideraron en carreras en cada circuito: Boston en la Americana, con 853, y San Luis en la Nacional, con 783. También fueron primeros en embasado. La rotación de San Luis tuvo el segundo mejor promedio de carreras limpias permitidas en el Viejo Circuito, con 3.42, mientras que Boston figuró cuarto en la Americana, con 3.84. En el caso de los relevistas, ninguno de los cerradores empezó la campaña en esa función, pero han estado intratables este octubre. Con una recta de 100 millas por horas, Trevor Rosenthal se ha anotado tres rescates y nueve ponches en siete innings de postemporada. Rosenthal asumió el puesto debido a que Jason Motte se lesionó al inicio de la campaña, luego que Edward Mujica se desinfló en septiembre. Algo similar ocurrió con Koji Uehara, el taponero de Boston, a cargo de la tarea tras las lesiones de Joel Hanrahan y Andrew Bailey. El derecho de 38 años encadenó una racha de 27 apariciones seguidas sin permitir carreras, y hasta llegó a retirar a 37 bateadores en fila. El japonés fue laureado como el más valioso de la serie de campeonato, al conseguir tres salvados y una victoria; su efectividad en esta temporada fue de 1.00 en nueve innings cubiertos. Los corredores de Boston fueron los más eficientes en el robo de bases, concretando el 86,6% de los intentos, al ser sorprendidos en apenas 19 oportunidades. Fue el promedio más exitoso en su liga desde que en 1920 empezó a compilarse la información sobre la estadística. El total de robos fue de 123, con Jacoby Ellsbury (52) como líder en las Mayores. Para contrarrestarlos, los Cardenales tienen el brazo de cañón de Yadier Molina detrás del plato. Entre los 16 receptores que trabajaron detrás del plato, al menos 900 innings este año, el puertorriqueño fue el que más corredores sacó out en el intento de robo: 20 de 46. El jugar en casa es un factor a tomar en cuenta. Los Cardenales tuvieron la segunda mejor marca en casa del año, con 54-27, y están 5-1 en el Busch Stadium en estos playoffs. Por el triunfo de la Americana en el Juego de Estrellas, Boston dispondrá de un juego extra en Fenway Park, donde tuvieron foja de 53-28 en la campaña regular. Están 4-1 en casa en los playoffs y 3-2 afuera. Los equipos de la Nacional apenas ganaron dos de diez juegos al visitar este año el estadio. Los Cardenales emplearon a 20 novatos durante la temporada, su mayor cantidad desde 1970, y sus pitchers novatos lograron 36 victorias, la mayor cantidad en Grandes Ligas. Al frente de ellos está Michael Wacha, el derecho de 22 años que fue seleccionado como el más valioso de la serie de campeonato, y que en la postemporada tiene foja de 3-0 y 0.49 de efectividad. Su ventaja es que los bateadores de Boston verán por primera vez su portentosa recta y cambio. Boston también tiene a un novato talentoso en el arubeño Xander Bogaerts, prospecto de 21 años con excelente guante y poder ofensivo (.727 en embasado, con siete carreras anotadas y tres dobles). Es considerado como el futuro campocorto del equipo, pero se apoderó de la antesala en la serie de campeonato cuando Will Middlebrooks entró en un bache ofensivo. El dilema del bateador designado, es la vieja historia para los equipos de la Americana cuando la serie se traslada a la Nacional y no pueden alinear al bateador designado. Para los Medias Rojas es una situación más apremiante, puesto que Ortiz es su principal artillero y tendrán que ponerlo en la inicial, donde vio acción en solo seis juegos en el año. También pierden a Mike Napoli, su inicialista habitual que en la serie de campeonato bateó dos jonrones y dos dobles. Ortiz se fue de 22-2, pero uno de sus hits fue el jonrón con las bases llenas que empató el segundo juego, un batazo que alteró el curso de la serie. Tras perderse las últimas seis semanas con una lesión en el pie izquierdo, Allen Craig está en condiciones de jugar con los Cardenales, y se prevé que sea utilizado como el designado en Fenway. Craig bateó para .454 con corredores en posiciones de anotar, el promedio más alto en las Mayores. PRONÓSTICO: Medias Rojas en seis juegos.