Durante el Sexto Informe de José Guadalupe Osuna Millán, el gobernador de Baja California tuvo que hacer una pausa en el tema de seguridad pública, luego de presumir una baja del 17 por ciento en los delitos durante su administración; pero tuvo que reconocer la fallida estrategia en cuanto al robo a casa habitación. El mandatario recibió en 2008, un total de 12 mil 844 delitos de robo a casa habitación; en 2012 aumentó a 16 mil 610 y la tendencia en 2013 es similar, ya que en los primeros ocho meses del año, se registraron 10 mil 773 incidentes, un promedio de mil 346.6 delitos mensuales. Bajo esta proyección se estima que para el final del año, supere los 16 mil 160 robos a viviendas en Baja California. En estos seis años de gobierno, ni panistas ni priistas en las alcaldías pudieron controlar ese delito. Durante la primera etapa de su administración, Osuna Millán tuvo el apoyo de cuatro alcaldes del Partido Acción Nacional. Solo Playas de Rosarito pertenecía al Partido Revolucionario Institucional. En su segunda fase, los cinco alcaldes fueron de la oposición, y en este último periodo, los números se dispararon. A estos datos hay que agregar la cifra negra, ya que muchas de las víctimas, luego de ser robadas en varias ocasiones, declinan a denunciar. Es el caso de Felipe Hernández, a quien técnicamente le desmantelaron su casa, al punto de dejarla en un terreno vacío. “Se están robando todas las láminas en el fraccionamiento Vistas del Valle, el problema está en que están bien ubicados los rateros y la Policía no hace nada por detenerlos; incluso la Policía detuvo a un ladrón de esos, y resulta que los policías salieron denunciados porque supuestamente los rateros no eran rateros”, afirmó el mexicalense. Actualmente Hernández vive en la zona del Centro Cívico, también le estaban robando pertenencias en ese domicilio, por lo que descuidó su vivienda en Vistas del Valle. “Ya estamos hartos de que se estén robando todas las cosas, la verdad no sabemos ya de plano si matar a los delincuentes, yo he estado a punto de ir llegar y darles pa’ abajo, pero la verdad me da mucho coraje lo que están haciendo esas personas; pero si yo hago algo, primero van contra mí que contra los delincuentes, estoy seguro”, afirmó. Otros que han denunciado, han conseguido pocos resultados. Es el caso de Rafael Torres González, quien ya interpuso cinco denuncias desde la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP) en Mexicali. “Han sido ya cinco NUCS (Números Único de Caso) por robo calificado, los primeros tres fueron en mi patio con robos menores, en el cuarto intentaron forcejear la puerta, no lograron entrar, pero el quinto, que fue ya en octubre, me vaciaron la casa completamente. Se llevaron todo lo que pudiera tener recubrimiento de metal, inclusive tenía unas computadoras, no se las llevaron, las rompieron por la mitad y todo lo de metal se lo arrancaron”, expuso, para agregar: “Hasta este último robo mandaron agentes de la PGJE para levantar huellas dactilares, sin recibir llamadas, sin saber qué agentes están llevando mi caso, y así está cada vez más grave la situación de la colonia”. El martes 10 de octubre, Torres sorprendió a una persona forcejeando la puerta de su vehículo, por lo que salió a reclamarle y el sujeto huyó. Incluso un vecino afectado por la delincuencia, durante la semana intentó corretearlo, aunque al final desistió. Caso Mexicali La capital bajacaliforniana mantiene una condición atípica, con menos población que Tijuana, pero supera en números este delito. En 2006 se presentaron 5 mil 832 robos a casa habitación sin violencia, mientras que con violencia, se registraron 160. En 2011 se presentó el índice más elevado, con 8 mil 499 delitos, y 326 sin violencia. Durante el primer año, autoridades estatales y municipales negaron la correlación de la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal con el aumento desmedido del delito. Fue el alcalde de Mexicali, Francisco Pérez Tejada Padilla, quien por primera ocasión refirió la existencia de una relación entre la implementación del NSJP y el incremento desmedido, advirtiendo que la bolita pasó a los demás municipios, los cuales tendrán que experimentar este detonante en la incidencia delictiva. Pese a que en 2013 la estrategia al combate a casa habitación cambió y los números arrojan una disminución, ya que en los primeros ocho meses se registraron apenas 4 mil 225 robos con una proyección de 6 mil 337.5 delitos, también es cierto que la ciudadanía dejó de denunciar (http://www.zetatijuana.com/2012/04/16/justicia-en-propia-mano/). Caso Tijuana En Tijuana, en 2008 se presentaron 4 mil 111 robos a casa habitación sin violencia y 155 con violencia; para 2011 la estadística bajó, y “solo” se presentaron 3 mil 628 delitos sin violencia, pero aumentó a 170 con violencia. En 2011, el primer año completo del alcalde Carlos Bustamante, la cifra volvió a aumentar a 4 mil 171 robos a casa habitación sin violencia y a 190 con violencia, y para este año, se han cometido 434.37 delitos por mes, lo que en proyección para el resto de 2013, implica un aumento a casi 5 mil 200 robos. Tan solo en los primeros ocho meses del año ya se habían cometido 168 robos con violencia, por lo que también se espera que este renglón supere a 2012. En 2013, el delito a la alza En lo que va de este año, solo Mexicali cuenta con una tendencia a la baja en cuanto al robo a casa habitación, aunque todavía se encuentra en el rango de 2010, antes de que iniciara vertiginosamente el aumento en los delitos. Representa más del 40 por ciento de todos los robos que ocurren a nivel estatal. En los primeros ocho meses, la estadística proporcionada por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado indicó que en general bajaron en 5 por ciento los delitos, y en el renglón de robos a casa habitación, en un 3%. Por sí solos, los números no indican la realidad, al desglosarlos señalan que en Tijuana aumentaron en 9%; Ensenada, 2%; Rosarito, 22%; Tecate, 33%; solo Mexicali presentó una disminución del 15%. Cuándo ocurren los atracos Según estadísticas estatales, cada municipio tiene sus diferenciaciones en cuanto a los lugares, fechas y horas en que ocurren los siniestros. Para Ensenada, los lunes en primer lugar y martes en segundo, son los días favoritos para los delincuentes, principalmente a las diez de la mañana y a las seis de la tarde. En Mexicali, los jueves son el principal día en que ocurren los robos a casa habitación, a la par de martes y miércoles, días cotidianos para ser víctima. Los delitos pueden presentarse a lo largo del día, pero el pico se focaliza a las once de la mañana. En Playas de Rosarito, los amantes de lo ajeno prefieren el domingo y martes para perpetrar el delito, acostumbran hacerlo a las siete de la mañana y a las tres de la tarde. Estadísticamente las dos y las cuatro de la tarde, son las horas menos probables para ser víctima de robo. En Tecate, las mayores probabilidades de ser robado son los lunes y miércoles a las diez de la mañana, mientras que en Tijuana, los viernes y los lunes son los días más propensos, entre las diez y once de la mañana. Justificaciones Mientras el secretario de Seguridad Pública del Estado, Daniel de la Rosa, afirma que la culpa es de los ayuntamientos, los municipales se justifican de una u otra manera. Para Mexicali, el detonador fue el NSJP, y para Tijuana, la mutación del delito. El funcionario señaló que el aumento en el robo a casa habitación incrementó en los últimos tres años de la administración, cambiando la tendencia a la baja que se tenía en 2009 y 2010. “Es un delito que va más enfocado a patrullaje, vigilancia en cada una de las ciudades; un delito que va más enfocado a que son los mismos los que están cometiendo este tipo de indicadores delictivos y tienen que generarse los mandamientos judiciales para que esas personas puedan sacarlas de circulación de las colonias, de los fraccionamientos”. Agregó que las leyes no son un justificante para el aumento de delito, y que la problemática tiene que ver más con la operatividad de las corporaciones locales. Por su parte, el secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Alberto Capella, afirmó tener gran éxito en la mayoría de los delitos, menos en este renglón. Dijo que se logró disminuir la incidencia delictiva hasta en un 24% menos en relación al periodo 2007-2010. “En robo en todas sus modalidades, hay una reducción en 34 por ciento, el único aumento que traemos es el 15 por ciento, que tiene que ver con robo domiciliario. Es un problema no solo de Baja California, sino del resto de país, es un fenómeno relacionado con la facilidad para deshacerse de lo robado, las recicladoras, casas de empeño, y que de alguna manera ya se está combatiendo de manera eficiente”, aseveró De la Rosa. Mencionó que el delito se encuentra controlado, por lo que deberá presentarse una reducción en los próximos años: “Estamos regresando a los tipos delictivos de hace veinte años, con el abatimiento de la impunidad, buscan otras alternativas más creativas para hacerse de lo ajeno y encontraron en los robos domiciliarios una alternativa, pero se está combatiendo. Yo creo que si bien es un reto, es una cuestión que nos preocupa, también es una señal de la mutación que está teniendo el crimen”. De igual manera, Daniel de la Rosa estableció que no se puede tener un policía en cada domicilio, por lo que se requiere cierto nivel de colaboración de responsabilidad social. Por su parte, Alberto Capella citó que existe una curva de aprendizaje, por lo que en Mexicali, ante la entrada del Nuevo Sistema de Justicia Penal, el costo fue alto, pero esperan aprender de la experiencia de la capital del estado para disminuir el costo al implementarse en Tijuana. Por su parte, el subdirector de la Policía Municipal de Mexicali, Alejandro Lora, señaló que la capital de estado ha trabajado con un sistema jurídico diferente, por lo que se tuvieron fuertes embates en ese rubro; sin embargo, afirma que en los últimos meses de 2012 y en el transcurso de 2013, la tendencia fue constante y hacia la baja. “Traemos unidades en coordinación con las diferentes corporaciones, tenemos reuniones constantes y actualización constante respecto a lo que es el mapeo, desplazamiento y mutación de ese delito en las diferentes zonas, de tal manera que nos ha permitido saber qué días, qué horas, quiénes están haciendo ese tipo de conductas, y en ese sentido las operaciones policiales sean contundentes”, explicó. Según Lora, existen pocas bandas estructuradas, sin embargo, la mayoría de los integrantes cuentan con relación al consumo de drogas, por lo que es común el robo a casa habitación. El delincuente ordinario ataca las colonias populares y fraccionamientos de nueva creación, mientras que los de mayor nivel, más organizados, buscan los domicilios con mayor plusvalía. Por último, el funcionario municipal declaró que estos grupos actúan en vehículos y van por electrodomésticos, televisiones y una mayor cantidad de artículos. Las bandas llegan a tener hasta ocho integrantes.