La foto refleja una mañana cualquiera en la zona de Playas de Tijuana. Los camiones, uno con pipa, es de Gas Silza, el otro cargando cilindros para su venta domiciliaria, es de Zeta Gas. De la pipa sale una manguera por la cual se llenan, con gas butano de Silza, los cilindros de Zeta Gas. Aparte de que la maniobra constituye un delito por manejar el hidrocarburo en plena banqueta, sin protección y vulnerando a la ciudadanía, el asunto se agrava cuando se trata de una zona escolar. El edificio que Usted ve en el fondo de la fotografía, es un preescolar en Playas de Tijuana. Y si a eso agregamos la transa de rellenar los cilindros de Zeta Gas con gas butano de Silza, pues el conflicto es aún mayor. Del hecho, los vecinos que han tomado fotos de la transacción durante varias mañanas, ya notificaron a las autoridades estatales y municipales, pero nada, parece que en la polla están todos, pues la transa del gas no ha parado. Ni el riesgo de los ciudadanos.