En Baja California, sin luces del gobernador electo Nada, ni nadie -repiten preocupados en el Partido Acción Nacional- está seguro en la conformación del próximo gabinete del Gobierno del Estado de Baja California, encabezado por Francisco Vega de Lamadrid. La primera razón de la incertidumbre que impera en la clase política, es por la ausencia del futuro jefe. Kiko Vega lleva casi un mes fuera del estado, de vacaciones, de luna de miel, si se toman en cuenta sus recientes nupcias. Primero a África, luego de retiro en las playas de Baja California Sur, ahora lo ubican en Brasil o en alguna otra parte de Latinoamérica. A mediados de agosto, a unas semanas de haber recibido la constancia de mayoría por el consejo del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, el panista simplemente tomó un descanso. Desde entonces, poco se sabe del hombre que manejará el Estado de Baja California a partir del primero de diciembre de 2013. Mientras tanto, los compañeros de partido, colaboradores en campaña, partidos de coalición y beneficiados, se muerden las uñas en la desinformación total. Es más, los propios encargados del proceso de transición fueron advertidos que su participación actual no garantizaba un cargo en el gabinete que viene. Los que no tienen duda de tener un cargo en el gobierno próximo son los amigos, los incondicionales de Vega de Lamadrid, que siempre estuvieron a su lado desde su gestión como presidente municipal de Tijuana de 1998 a 2001. Su primer círculo de colaboradores, los kikistas de corazón, y por ende, los que pasaron a la defunción política, están en primer lugar para conformar el equipo del nuevo gobierno. En términos simples, Kiko reciclará un gabinetito municipal para presentar el gran gabinete del nuevo Poder Ejecutivo del Estado. El círculo de atrás tiempo Conforme fue envejeciendo el entonces XVI Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por Francisco Vega, el grupo de confianza se fue menguando y el de amigos se fue fortaleciendo. De modo que en el último año de administración, los que estuvieron para la foto, son seguramente los que el gobernador electo contemplará para su administración. A continuación, las figuras que de pasar al anonimato partidista, ahora se les ubica en el primer anillo de confianza de aquel alcalde venido a gobernador. Mantuvieron la lealtad después de que Vega fracasó como aspirante a la gubernatura de 2001. Son sus incondicionales: Loreto Quintero. Ex oficial mayor en aquel Ayuntamiento de Tijuana, hoy será una segura propuesta para el mismo encargo, pero de un nivel de gobierno mayor, o bien, se rumora, para la coordinación de gabinete. La panista aparece en documentos del Registro Público de la Propiedad, asistiendo a Vega de Lamadrid cuando, siendo presidente municipal, subastó un terreno propiedad del municipio a un particular -su socio- para, posteriormente, comprarlo a un precio similar, con ganancias millonarias (ver ZETA edición 2031, “Kiko trianguló millones en terrenos”). Loreto nunca se ha separado de la sombra del hoy gobernador electo. Salvador Morales Riubí. Otro de los primeros en mirar para algún cargo es el ex secretario del Ayuntamiento de Kiko Vega. Cuando éste se separó de la alcaldía en busca de la candidatura a gobernador en 2001, Morales se integró al equipo. Luego y tras la derrota de Vega, el panista fue dirigente del Estado (en la administración de Eugenio Elorduy), posteriormente director del ISSSTECALI. Hoy, es el encargado del proceso de recepción en la transición de Vega de Lamadrid y un seguro prospecto para el gobierno. Juan Manuel Gastélum. Desde la diputación federal que actualmente ostenta, este panista será llamado tarde o temprano -aseguran sus compañeros de partido- al equipo de su amigo y ex patrón. Gastélum fue, antes de Salvador Morales, secretario del Ayuntamiento. Y cuando Vega de Lamadrid contendió para la candidatura a gobernador, brincó a alcalde en calidad de suplente. Kiko regresó derrotado a la alcaldía y Gastélum fue sacrificado de la nómina. Tiempo después, fungió como director del Registro Público de la Propiedad y de Comercio, de ahí a la diputación actual. Ricardo Magaña. Coordinó la campaña electoral de Kiko. Es diputado local y concluirá sus tres años antes de que el Gobierno del Estado comience. Antes de la diputación, el panista fue subdirector de Desarrollo Social con Jorge Ramos en Tijuana, cuando su hermano despachaba como síndico procurador. De ahí su trampolín al Congreso del Estado. Se pronostica en un seguro cargo de primer nivel. Son estos cuatro los que mantienen mayor influencia sobre el próximo gobernador, mas no los únicos que duermen seguros de jugosos sueldos y altas responsabilidades. En la sombra y en la memoria de Terán Aunque Francisco Vega de Lamadrid se integró al gobierno en 1989 en el equipo del primer gobernador panista, Ernesto Ruffo, fue en Héctor Terán Terán (entonces secretario general de Gobierno) en quien encontró la figura de un líder. Sus pininos en el gobierno como director general del Instituto de la Vivienda del Estado, lo llevaron en poco tiempo a ser director general de Inmobiliaria. Para 1992, Vega de Lamadrid era ya la mano derecha de Terán Terán, fue su coordinador general de campaña en su camino a la senaduría. Como senador, Terán solicitó licencia años después para contender a la gubernatura del Estado, y fue Vega de Lamadrid quien ya no pudo despegarse; fue su coordinador de campaña nuevamente en las elecciones de 1995. Quienes se entretienen en la memoria de los tiempos, relatan que Kiko desafió a Terán y buscó la candidatura de Tijuana. Ganó la alcaldía en 1998. Tres meses después, Terán moriría de un infarto. El gabinete del entonces presidente municipal se dibujó por la sombra de Terán y con el nuevo trazo de Vega. Varios fueron los empleados de confianza en el gobierno de Terán que se trasladaron al gabinete municipal del XVI Ayuntamiento de Kiko Vega. De entrada, los colaboradores de primer nivel en la Secretaría de Finanzas que encabezaba. Son éstos los que ahora podrían volver a la luz del gobierno, después de años muchos acomodados en puestos de importancia, pero sin muchos reflectores. Por ejemplo, el contador público Roberto Zavala fue el tesorero de Vega en el gobierno municipal. Zavala se desempeñó como subsecretario de auditoría fiscal y abandonó el gabinete de Terán para formar parte del municipal. Jorge Ortiz Díaz es otro que formó parte del primer círculo de Vega de Lamadrid cuando fue alcalde, y otro de los que se pudieron perfilar para encabezar cargos de confianza. En aquellos años, Ortiz era titular de Auditoría Fiscal en el Gobierno del Estado, y posteriormente, delegado municipal en Playas de Tijuana con Kiko. El mismo Antonio Valladolid, hoy pegado al gobernador electo y encargado de las finanzas en la campaña electoral, era secretario particular de Terán cuando se incorporó al gabinete municipal de Vega como coordinador de delegaciones. Los kikistas de corazón A los arriba mencionados que conforman el primer círculo de confianza de Kiko Vega, se suman unos cuantos más. Perla del Socorro Ibarra fue secretaria de Seguridad Pública de Tijuana, primera mujer en dicho cargo, y primera titular con el membrete de Secretaría (antes fue Dirección). Durante su administración, Ibarra sufrió el asesinato de su director de Policía, Alfredo de la Torre, por un grupo de sicarios posteriormente presentado como “Comando de la Muerte”, dirigidos por el narcotraficante Vicente Zambada Niebla “El Vicentillo”, detenido en 2009. En lugar de De la Torre, entró Carlos Besné Irigoyen, otro kikista. Por lo pronto, aseguran, Ibarra ha tramitado su licencia como magistrada en el Poder Judicial del Estado. Óscar Escobedo fue el secretario de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Tijuana en la administración de Vega, y hoy funge como encargado del proceso de transición en el tema de Desarrollo Económico, espacio que podría cumplir en el gobierno entrante. Óscar, hermano de Mario Escobedo, ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial, aspirante a la alcaldía de Tijuana por el PRI y colaborador en la campaña de Fernando Castro Trenti, fue hasta hace poco secretario de Turismo con José Guadalupe Osuna Millán. Actualmente, venido a menos en términos políticos, es presidente del Fideicomiso para la Zona Centro de Tijuana. Para cerrar la primera línea de los seguros funcionarios reciclados, está Héctor Rivera Valenzuela, ex jefe de Servicios Médicos Municipales con Vega de Lamadrid, actualmente catedrático de la Universidad Autónoma de Baja California y encargado en el proceso de transición del tema de Desarrollo Social y Salud. Algunos apuestan en la quiniela de gabinete a él o a Miguel Osuna Millán, hermano del gobernador, para la Secretaría de Salud del Estado. El segundo escuadrón También sacados de la administración municipal: Germán Leyzaola, ex director de Control Urbano; José Aguirre Lomelí, ex director de Comunicación Social; Xóchitl Morales, ex encargada de Asuntos Jurídicos en la alcaldía de Kiko. Arturo Esquer Valle, sobrino de Rodrigo Valle, empresario dueño de Grupo Tersa y encargado de organizar los famosos pases de charola entre el empresariado a favor del hoy gobernador electo, fue el jefe de Vialidad y Trasporte. Estela Salcedo, quien despachó en Desarrollo Social Municipal, hoy domicilia en la capital del país, en la Secretaría de la Reforma Agraria. El doctor Leopoldo Jiménez, ex delegado municipal de La Presa, ahora a los panistas se les antoja para un cargo estatal.