“¿Qué le responde a la gente que cree faltó gobernador electo en este tiempo que estuvo fuera?”, pregunta el que redacta esta columna en medio del argüende panista la noche del miércoles 18. El ausente –hasta ese día–, Francisco Vega de Lamadrid, se defiende: “Aquí hay gobernador constitucional del estado”. Fue una evasiva, claro. Si eso creyera, no pregonaría segundos antes que fue a reunirse con legisladores federales para tratar el tema de la homologación del IVA. En todo caso, y parafraseándolo, le corresponde al gobernador constitucional. Por eso la insistencia: “¿No hizo falta el gobernador electo en estos tiempos?” Y de nuevo, la justificación: “El gobernador electo tiene su calidad, y a su vez, también, tiene su función. Yo he sido y seguiré sigo respetuoso de las autoridades constituidas y yo sé cuál es mi papel. “Pero estuvo de vacaciones, gobernador”. –“Así es”, responde seco. Kiko reapareció en el comité del PAN en un evento de agradecimiento organizado por el diputado electo del PRD, Roberto Dávalos. El futuro mandatario aprovechó para pregonar que el “1 de noviembre” tomará protesta para “hacer las cosas como Dios manda”. Sus frases las terminó como en campaña sacudiendo la mano: “Este es Kiko Vega”. Por último, una pregunta por parte del reportero con tal de que el panista no dejara en rumores su vuelta al mundo en 30 días: “Estuve en África del Sur y estuve en Brasil, fui con toda la familia y como cualquier persona y ser humano cansado de la campaña, muy bien merecidas”. Ya se le extrañaba.