Jesús Ruiz Uribe se encontró con un despacho jurídico defeño que, presume, le preparó una impugnación impecable a la figura del diputado perdedor, curiosamente, por la vía que hace tiempo él mismo fue diputado, y espacio que en esta contienda ocupa el panista Gerardo Álvarez, de la coalición a la que los dos pertenecen (PAN-PRD). De haber fallado a su favor, Álvarez hubiera quedado fuera y Uribe saltaría al Congreso local. Antes de que los magistrados resolvieran, el PAN ya le había ofrecido la titularidad del ORFIS y plazas en el Congreso para que desista. Seguro de que va a ganar, el candidato en la segunda posición de lista lo rechazó. Pero la noche del jueves 19 de septiembre, el Tribunal regional declaró “notoriamente improcedente” su recurso. Quienes están cerca de ex dirigente perredista, están seguros de que Uribe no olvida cómo en la campaña y en el mismo día de la elección el grupo de “Los Chuchos” en su partido, lo rezagó y negoció con el PAN para dejarlo fuera. Ahora es el más solicitado para hablar, negociar y llegar a un acuerdo, pues asegura, irá hasta la sala nacional para que se analice a fondo y le den la razón. Mientras tanto, Abraham Correa y Juan Manuel Molina se pasean en el DF para negociar la acogida de este último al PRD a cambio de protección, según ellos, en los tribunales. La impugnación de Uribe ha puesto inquietos a todos los diputados de minoría.
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