Crean ritmo del reciclaje

“No solo viajamos presentando esta nueva construcción de la música, también queremos tener contacto con las academias de danza para compartir un poco de música”, apuntaron los protagonistas del show musical, dancístico y teatral “Stomp”, en cuyo paso por la región ofrecieron el impresionante espectáculo callejero traído de Nueva York, fundado por Luke Cresswell y Steve Mc Nicholas hace más de dos décadas, hecho de lo simple y cotidiano, de la cocina a los teatros. Mostrando sus habilidades para crear notas musicales a partir de objetos reciclados, los ocho percusionistas, actores y bailarines tomaron las instalaciones de la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana (CECUT) y Teatro del Estado (Mexicali) durante el penúltimo fin de semana de septiembre, para exprimir ritmos a escobas, botes de basura, botellas, entre otros objetos que mudan su origen a la creación de sensaciones y expresión corporal. Carácter, energía y fuerza definen las acrobacias y oídos de ocho individuos para generar admirablemente explosivos sonidos con armonía y espontaneidad, durante 90 minutos en los que la fuerza musical callejera emula los ritmos del jazz, el pop, los sonidos africanos y la danza clásica, esparciéndose como un eco amigable a los espectadores, como un viaje energético hacia un lugar donde el habla no existe y el silencio se rompe sin descanso. Atrapados en medio de una sinfonía urbana, los asistentes atestiguaron cómo palos, bolsas, agua, arena, tubos, lava trastes, cubetas de plástico y herramientas de construcción cobran vida, aliados al humor, ritmo y arte físico, encontrando rentabilidad como una nueva forma de expresión de la música originada en el reutilizamiento de materiales, haciendo también que la energía fluya con fortalecimiento. Sin punto de comparación, más que ellos mismos, el espectáculo que salió de la calle para entrar a los teatros del mundo, ofertó sus funciones en Tijuana de la mano del público, a quien en todo momento involucró a través del sonido que producen el choque de manos, el tronar los dedos y los aplausos repetitivos. A la región arribó una de las cinco compañías que recorre el mundo. A Tijuana y Mexicali trajeron dos camiones de carga, entre los que destacan un piso de madera y las estructuras metálicas para armar su escenario con señalamientos de tránsito, escaleras, trozos de madera y macetas de plástico apiladas por montones, que decoran con objetos que se vuelven sus instrumentos durante el show; como aquel que dieran durante la clausura de los Juegos Olímpicos Londres 2012. “A nosotros nos influye todo tipo de músicas y culturas del mundo, sobre todo los ritmos africanos, también la samba de Brasil, rumba, los bailes, las mezclas de sonidos; asimismo, los distintos objetos que vamos descubriendo cómo usar”, citaron los miembros de “Stomp”, quienes de México se llevan el recuerdo del tequila y el afamado “Chipote Chillón” del “Chapulín Colorado”, personaje del escritor y actor Roberto Gómez Bolaños. “Cada ocasión que nos toca girar por México es una bendición porque nos contactamos con las raíces latinas, con la gente y sus comidas. Sentimos la pasión de ello y nos estimula a generar música original con los utensilios”, agregaron los miembros de esta compañía, quienes destacan por la disciplina de sus escuelas de danza, música y teatro. El común denominador en “Stomp” es ser percusionista, pues el sello de la agrupación es haber sido pioneros de percusiones usando objetos industriales para generar sonidos y comunicar con ellos, mismos que compactan en 12 episodios, donde los ocho individuos convergen hacia una misma dirección con precisión e ingenio, arropados con vestuario viejo, roto y manchado de pintura. “Los objetos que utilizamos no pertenecen a un país en específico, provienen del desecho, de lo que vamos reciclando. Por ejemplo, de México no gustaron las maracas, pero esas se pueden recrear con un bote de plástico y arroz, hay una cierta libertad para construir algunos instrumentos, porque no usamos ni un solo instrumento musical, los hacemos o encontramos un sonido de cualquier cosa”, expresaron los protagonistas de una fiesta colectiva de sonidos que ha dejado huella en el planeta. Cabe destacar la participación “Stomp” en programas infantiles como “Plaza Sésamo” y “Los Muppets” en segmentos como “Vamos a Hacer Música”, y “Entre Stomp y los Muppets”; así como la multipremiada cinta “Pulse: A Stomp Odyssey”, que enmarca, entre otras presentaciones, la del Carnaval de Brasil a principios del milenio, y los anuncios comerciales “Basura Fuera Stomp”, donde invitaban  a barrer los lugares más emblemáticos de Nueva York. Cautivando a niños, jóvenes y adultos por igual, los “Stomp” sonorizaron los tambos de basura (de plástico y aluminio), los recipientes de vidrio, las cazuelas, las cajetillas de cigarro y encendedores con los que mostraron sus habilidades en actos donde las escobas fueron las estrellas de la noche, seguidas por cajas de fósforos, manos, pies y piernas; tubos de plástico, grandes lavaderos de aluminio, tapaderas de basura, carritos de supermercado, bolsas de plástico, botes de pintura y una explosión rítmica con botes de basura, aderezada con una coreografía muy bondadosa. El arte sonoro en los cuerpos, expandiéndose por los aires, esparciéndose como rocío de una fuente sinfónica experimental, expresiva, de sonidos impulsivos y certeros, guiados por la improvisación para que cualquier persona los pueda palpar, lleva a los miembros de “Stomp” a insistir en la unidad de la energía y la imagen, provocando ritmos a través de la percusión de cosas, de sus movimientos escénicos y las rutinas que brindan equilibrio entre lo auditivo y la puesta en escena de arte callejero. Sobre la frontera de Tijuana comentaron que conocen los burros-cebra y que no consideran sea una ciudad peligrosa como Detroit, Chicago o New York, por lo que durante su estancia acudieron a jugar golf en el Club Campestre, pescar en el muelle de Playas de Rosarito y visitaron los museos para conocer la historia de la ciudad, además de enterarse de los temas culturales de la región.