Temen comerciantes, dejen inclusas obras del Díaz Ordaz e Internacional

Comerciantes, residentes y automovilistas se sienten aterrados;  enojados, algunos. Y es que las obras de rehabilitación en concreto y construcción de un pluvial, que el XX Ayuntamiento de Tijuana lleva a cabo sobre Bulevar Díaz Ordaz y la Avenida Internacional, los tiene en la desesperación, pues temen, queden inconclusas por falta de presupuesto, o, peor aún,  debido al término de la administración de Carlos Bustamante. Los propietarios de pequeños comercios localizados sobre el Bulevar Díaz Ordaz, como pizzerías, fruterías, llanteras, venta de partes usadas, talleres mecánicos, restaurantes, clínicas, farmacias, veterinarias y papelerías, han visto afectadas sus ganancias entre un 50 y 60 por ciento. Por su parte, automovilistas que transitan por la Avenida Internacional están desesperados con el cierre del cuerpo Sur,  que traslada de Playas de Tijuana al Centro de la Ciudad, pues las interrupciones en diversos puntos de la vialidad llevan más de medio año. Residentes de la zona y pequeños comercios aledaños a la Internacional, también muestran su malestar, el caos vial para ingresar a sus domicilios es desquiciante, mientras que los negocios ya presentan mermas que afectan los bolsillos. Otros, de plano prefirieron cerrar sus puertas. Ambas obras debieron haber concluido el 31 de julio, pero la ineficaz planeación por parte del Ayuntamiento de Tijuana, así como la ineptitud de las empresas contratadas -Transpeninsular y Crisol-, han postergado la fecha de entrega. A finales de 2012, el XX Ayuntamiento de Tijuana anunció que iniciaría la pavimentación con concreto hidráulico en el Bulevar Díaz Ordaz. Los trabajos estaban programados para comenzar en los primeros de diciembre, sin embargo, el comercio organizado de la zona se manifestó ante el gobierno municipal, al ver afectadas las ventas por la temporada navideña. El Ayuntamiento cedió y comenzó los trabajos a inicios de 2013, pero las obras ya llevan más de  siete meses y debieron de haber concluido en los últimos días de julio; es fecha que aún hay hombres trabajando en la obra, quienes señalan que la falta de recursos, derivó el atraso en la entrega. Aunado a la tardanza de los trabajos,  otro aspecto que angustia a los comerciantes, es que empleados de la empresa Crisol les han manifestado que el “presupuesto ya se terminó”, sin siquiera haber concluido la obra.  Durante los trabajos, 3 mil 700 comercios de la demarcación se vieron afectados -en distintos tiempos- por la pavimentación de concreto del bulevar, por donde circulan alrededor de mil 100 unidades del transporte público que trasladan aproximadamente a 160 mil personas por día, de la zona conocida como “5 y 10”, hacia La Presa.  “Estamos desesperados,  y más ahora que los trabajadores nos dicen que ya se les acabó el presunto y no han concluido. En unas de las aceras donde hay muy poco negocio, rehabilitaron las banquetas con concreto, mientras que en la acera nos las dejaron inconclusas, llenas de hoyos y en muy mal estado, ¡¿a quién se le ocurre dejárnoslas así?!”, expresó un pequeño comerciante. Por su parte, Manuel Trasviña, delegado de La Mesa, señaló que en base a reuniones con el secretario de Desarrollo Urbano, Esteban Yee Barba, las obras sobre el Díaz Ordaz concluirán satisfactoriamente.   “Algo que preocupaba a los comerciantes, es la realización de banquetas sobre el bulevar, quiero manifestar que sí se concluirán, no quedarán a medias”, argumentó. En lo que respecta a la Avenida Internacional, lleva un avance del 85 por ciento. Autoridades municipales prometen concluirla en la segunda semana de septiembre, pero los residentes de la zona no se muestran conformes. “Hemos perdido muchos clientes, algunos negocios ya hasta cerraron, son muchas las semanas que ha estado cerrado el paso, ya no creemos lo que la autoridad nos dice. Las mermas en los comercios van más del 50 por ciento”, declaró el gerente de una funeraria.  El 22 de octubre de 2011, el XX Ayuntamiento de Tijuana lanzó la convocatoria para licitar la obra a base de concreto hidráulico sobre el Bulevar Díaz Ordaz (Bulevar Simón Bolívar a la Avenida 40 Sur), así como la construcción de un colector pluvial de metro y medio de altura sobre la Avenida Internacional, cuyo presupuesto oscila entre 90 millones y 140 millones de pesos, respectivamente. La obra del Bulevar Díaz Ordaz (Bulevar Simón Bolívar a la Avenida 40 Sur) a base de concreto hidráulico de 20 centímetros de espesor, consta en la rehabilitación de 2.8 kilómetros, dos carriles, más acotamiento en ambos sentidos, en la que el Ayuntamiento de Tijuana desembolsará 90 millones de pesos para su ejecución. Mientras que el gobierno municipal pretende elevar la Avenida Internacional a través de la construcción de un colector pluvial de  metro y medio de altura, y una longitud de 2.5 a 3 kilómetros sobre la carpeta existente, dando soporte para edificar una vialidad de dos carriles sobre el cajón, a base concreto, y una tercera calle de acceso. La transitada arteria vial comenzará a elevarse paulatinamente a la altura de la Avenida Carranza, en la colonia Castillo -donde tradicionalmente se desfoga el tráfico cada que llueve-, hasta el emblemático edificio del Partido Revolucionario Institucional. Otra de las obras consiste en conectar al nuevo pluvial los colectores ubicados en Calle H, Cañón K y Calle Segunda, que captan el agua de lluvia que baja de colonias en lo alto de la periferia. Ambos proyectos eran urgentes.  En lo que respecta al concreto hidráulico del Díaz Ordaz, era necesario, pues la carpeta asfáltica de arteria ya resultaba intransitable, mientras que la Avenida Internacional se inunda en temporada de lluvias y cierra su paso. “Sabemos que las obras son importantes y que la rehabilitación de las calles traerá mejoras, pero es un abuso del actual gobierno cerrarlo por mucho tiempo, sin medir las consecuencias. Exigimos terminar lo más pronto posible y de una manera decorosa, no dejarnos a la deriva con proyectos inconclusos, pues solo faltan tres meses para que concluya la presente administración”, acotó tajante un comerciante.