Operarán a partir del 16 de agosto, 46 casetas en Garita de San Ysidro

Será el fin de semana a partir del 16 de agosto, el mejor momento para cruzar a Estados Unidos por la Garita de San Ysidro. La Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés) habilitará los 25 carriles de cruce vehicular regular, así como las líneas adicionales Sentri y Ready Lane, para un total de 46 casetas disponibles para los viajantes. La prueba piloto iniciará cuando los ocho carriles del lado derecho, en reparación desde abril de 2013, sean reabiertos antes de ser cerrados el lunes 19 de agosto, para iniciar con la siguiente fase de la remodelación del puerto de entrada y la colocación de techo en la parte frontal de la garita. A partir de esa fecha, se comenzarán a cerrar nuevamente los carriles como parte del proyecto de remodelación. Comenzarán del lado de derecho, en series de cinco carriles durante periodos de tres semanas y media. Para enero de 2014, los 25 carriles con 46 casetas estarían disponibles para ser utilizados en su totalidad. El proyecto consiste en la instalación de un toldo o techo con tecnología integrada para asistir con la limpieza y la circulación del aire en las casetas, en específico, captarán energía solar para evitar la dependencia de energía eléctrica por parte de la ciudad de San Diego, detalló el ingeniero Ramón Riesgo, director del programa de expansión de la garita. Gabriela Muñoz, coordinadora de la Maestría en Administración Integral del Ambiente del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), destacó los hallazgos de un estudio binacional sobre la exposición de contaminantes en el aire de San Ysidro. Además de provocar enfermedades cardiovasculares y respiratorias a viajeros frecuentes y quienes laboran en la garita, se estima que los niveles de contaminación en San Ysidro son tres veces más altos que en áreas a seis kilómetros de distancia. Por San Ysidro, transitan, en promedio, 50 mil vehículos diariamente. Por ello, de acuerdo a Ramón Riesgo, “la meta del proyecto es generar toda la energía necesaria para el cruce a través de varias iniciativas, una combinación de corrientes de viento, muy prevalentes en esa área, la tecnología solar y el calor generado por los automóviles a través de emisiones de dióxido de carbono”.