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lunes, octubre 7, 2024
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El reto de ver “Heli” en su país

La Palma de Oro de la edición 66 del Festival de Cine de Cannes, el Premio del Jurado del Festival de Cine de Lima, mediante cinco mil dólares y el Trofeo Spondylus, e incluso su recorrido por otros festivales como los de Rumania, San Sebastián, Estocolmo, Río de Janeiro y Montreal, fueron referencias fuertes para el estreno de “Heli” en el país donde se filmó e inspiró la historia. Sin embargo, desde el 9 de agosto su aprobación en salas se dio solamente para ser vista por adultos, debido a las escenas de violencia que contiene. Factor que ha incrementado su reto por atraer a espectadores nacionales para, precisamente, ver cine hecho en México. En entrevista con ZETA, el director de la película, Amat Escalante, declaró: “Para mí sí fue una lástima que la hayan calificado ‘C’ solo para adultos, justo porque la película trata sobre los jóvenes y los muy jóvenes, que muchos están viviendo estas situaciones que ya quisiéramos fueran ‘solo para adultos’. Pero yo no tengo control sobre eso y habrán tenido sus razones por esa clasificación. Seguro no le aplican tan fácilmente esa a Tarantino y su ‘Bastardos sin Gloria’, que tiene mucha más violencia que ‘Heli’”. Centrada en un pueblo del Bajío, la película es una historia de amor juvenil trastocada por el contexto de violencia en México. Tiene como protagonistas a Estela (Andrea Vergara) de 12 años, su hermano Heli (Armando Espitia), el cadete del que se enamora la niña (Beto/ Juan Eduardo Palacio) y la familia que los rodea. De ellos nace una trama que en apariencia da solamente para ser inocente, pero que con elementos como el narcotráfico de trasfondo, se vuelca a retratar las consecuencias del crimen organizado en la población, sin importar el estatus social y sobre todo, la edad. Por medio de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía  (RTC), la Secretaría de Gobernación clasificó a “Heli” en categoría de “carácter restrictivo”, en base a que “la narración de los hechos o situaciones es detallada. El tratamiento del tema o contenido requiere de un nivel de juicio y discernimiento que por lo general no tienen los menores de edad. Puede contener horror detallado, alto grado de violencia o violencia cruel, conductas sexuales explícitas, adicciones y consumo de drogas”, según los propios criterios que expone en su página oficial. Con ello, las escasas copias logradas para su distribución nacional y el interés general del público, durante su primer fin de semana, “Heli” recaudó un millón 120 mil 525 pesos, equivalentes a 18 mil 545 asistentes. Los jóvenes y la violencia Sin embargo, pese a su tema central, Amat aclara que “efectivamente, en la película no aparece ningún narcotraficante. La película trata sobre militares, policías y jóvenes vulnerables”. Es una narración que, con el fin de obtener apoyos para lograrse, tuvo variantes en la estructura narrativa del guión hecho por él y Gabriel Reyes, más no en el grado de violencia que maneja y que ha causado polémica desde su primera exhibición. — Entonces ¿de dónde surge exactamente la idea? “Hace más o menos cinco años empecé a trabajar el guión a través de ideas que surgían de imágenes, así es como he trabajado mis tres películas. Me inspira lo que me rodea, incluyendo las noticias, pero la idea principal surge del terreno y las locaciones por donde caminaba y luego filmaba en la película”. — ¿Siempre estuvo pensada para que los protagonistas fueran tan jóvenes? “Sí, porque para mí ahí es donde se concentra el futuro, y a la vez donde encuentro a los más vulnerables dentro del problema de violencia y corrupción que ahora sufre el país”. — ¿Qué retos implicó en el tratamiento no caer en lo burdo de forma innecesaria? “Es confiar en mi gusto y mis instintos. Si yo tuviera un gusto más burdo, supongo que habría surgido esa manera de retraer las cosas. No me limito más a mis gustos, no pienso si algo es de mal gusto. La vida es de mal gusto a veces, y a veces es burda. La cosa es ser honesto con uno mismo, y así lo será con el público también”. — ¿Fue difícil aterrizar un tema como la violencia en nuestro país, a terrenos donde niños están directamente relacionados? “No realmente. Cuando estábamos escribiendo la película y luego haciéndola, no nos planteamos que estábamos necesariamente haciendo algo sobre niños y violencia. Lo que tenía claro era que quería retratar mi visión sobre una familia que solamente roza con la corrupción, y de ahí ver qué les sucedía”. A diferencia de “Sangre” (2005) y “Los Bastardos” (2008), en “Heli”, Escalante logró simplificar más las cosas alrededor de la trama, para centrar su atención en una historia con mayor complejidad. Esto también implicó especial cuidado en la dirección de los no actores y los actores profesionales, característica que lo distingue al reclutar gente: “A todos se les dirige con la dignidad y el respeto con el que a mí me gustaría ser tratado. Ésa es la base de todo, sin importar la edad o género de la persona. Yo les entrego mi confianza y ellos a mí la suya. Si son menores de edad, entonces somos lo más claros posibles y hablamos con sus papás muy abiertamente de lo que se tiene que hacer. Ya en el rodaje nos tratamos de divertir lo más posible para luchar contra el aburrimiento y cansancio”. De la realidad al cine “(‘Heli’) Sí se nutrió de lo visto y leído”, afirmó a ZETA el director de 34 años de edad, quien externa su opinión sobre la violencia que se vivió en el país en el sexenio pasado y el inicio del actual gobierno. “Es muy frustrante y angustiante para mí como ciudadano, pero por lo menos me puedo desquitar un poco haciendo cine”.  Y así lo ha hecho, las películas se han convertido en su válvula de escape, y trasladar al celuloide la realidad sin filtros, es labor natural. Se le juzga y crítica, o se le pone en entre dicho, pero pasar desapercibido es algo que no logra. Pone el dedo en la llaga con sus imágenes y  repite el ciclo. No obstante, deja que los demás sigan su propia fórmula y lo respeta. Ya que, al preguntarle si el resto de los cineastas mexicanos deberían tener ese mismo sentido de responsabilidad por registrar lo que pasa en el país, contestó: “Yo siento algo de rechazo por la palabra ‘debería’ con lo que tiene que ver el quehacer artístico. Cuando siento que ‘debería’ de hacer una u otra cosa porque es lo que se espera, me mata la creatividad. Creo que entre más diferentes maneras de mostrar haya, mejor”. A pesar de que vivió en el extranjero, Amat asegura que México es el lugar idóneo para desarrollarse como director: “Es un país lleno de belleza y horror, de alegría y tristeza, lo cual para mí como cineasta, hace para buen drama y mucho qué contar”. Amat Escalante, el cineasta Por las historias que aborda, donde la violencia ha sido elemento común, Amat Escalante ha recibido toda clase de comentarios sobre su forma de hacer cine, pero también sobre su propia psique, a la que, incluso, una reportera y sus colegas relacionaron con la posibilidad que, de no ser cineasta, podría ser asesino serial. De ese momento y como defensa, salió a flote que el haber sido chef hubiera sido su segunda opción, pero esclarece: “(El cine) Es lo que me apasiona y me excita más de las dos. Lo de la cocina nunca lo consideré seriamente, me sorprendió (la situación) y me defendí diciendo que si acaso, sería un chef antes que asesino”. Considera a Luis Buñuel su guía del buen cine, pero complementa esa admiración con figuras como Gaspar Noé, Harmony Korine, Carlos Reygadas, Michael Haneke, Bruno Dumont y Ulrich Seidl. Pensó en ser documentalista, porque como cinéfilo le “encanta ver hasta adentro de las experiencias humanas”, pero se dio cuenta de que para él eso era muy difícil, así que optó por “la ficción y el control que eso me daba para contar lo que quería”. Desde entonces así ha sido, filma y cuenta lo que quiere, pero siempre partiendo de su natal Guanajuato, donde recuerda que de chico se divertía mucho explorando los alrededores de su casa e imaginando un sinfín de aventuras. Y donde dice, hoy está la magia que lo vincula con el cine: “Sigo caminando e imaginándome cosas alrededor de mi casa en Guanajuato, y de ahí me nacen las historias que cuento en mis películas”. Durante el segundo fin de semana de agosto, “Heli” contó con un estreno simultáneo en la Ciudad de México, Monterrey, Xalapa, Puebla, Guadalajara y Querétaro, pero ND Mantarraya ha logrado extenderla a Guanajuato, Ciudad Juárez, Cuernavaca y Mérida,  por lo que pronto Baja California tendrá lo propio. En cuestión internacional, la venta de la película ha conseguido distribución en 28 países. 

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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