La Procuraduría de Derechos Humanos y Protección Ciudadana gastó más de lo que se le permitió para indemnizar a viejos empleados y conformar el “nuevo equipo” del titular Arnulfo de León Lavenant. Hoy, sufre los estragos de la falta de recursos. A eso se le suman las negativas por parte del Gobierno del Estado para hacerle ampliaciones presupuestales. Por lo pronto, se buscaron unas oficinas mucho más económicas pero más “a la vista”. Ante la falta de recursos, además de estar en el proceso de mudanza y acondicionamiento de las nuevas oficinas, en la Procuraduría de Derechos Humanos han dejado de echar a andar varios proyectos y funciones, por ejemplo, la Quinta Visitaduría de Asuntos Indígenas en la Zona de San Quintín que el Congreso le solicitó desde septiembre del 2012. Por si fuera poco, la PDH ha dejado de hacer “operativos” por falta de recurso. Ante todo, el procurador defiende la solvencia del Instituto y niega que esté en quiebra, pues, alega: “al final vamos a salir bien”. La mudanza obligada De pronto tuvo que empacar y mudarse. Los últimos días en la Procuraduría de Derechos Humanos se han concentrado en trasladar a su personal, documentación e inmobiliario a nuevas oficinas. Aunque el titular del instituto afirma que en estos días “no se ha dejado de atender a la gente ni de trabajar”.</p> Todavía al cierre de esta edición, la PDH no queda del todo reinstalada, se estima que en al menos 15 días se podrá concluir la mudanza. El primer piso de su nuevo edificio aún muestra personal levantando muros y limpiando lo que anteriormente fue un bar. Hay hombre pintando y haciendo las instalaciones eléctricas y de adecuación. Con un espacio mucho más pequeño y más económico, Arnulfo de León afirma a su favor: “estamos más apretaditos, pero se siente más el calor humano”. Y es que durante muchos años, las instalaciones centrales de la PDH se ubicaron en el edificio Cazar frente al Palacio del Gobierno del Estado en Zona Río. Pero un adeudo con los administradores, obligó a la Procuraduría de Derechos Humanos a desalojar. En las nuevas instalaciones, ubicadas en la avenida José Gorostiza, entre Vía Rápida Oriente y Paseo Centenario, en Zona Río (detrás de Canaco) únicamente tendrán que pagar 40 mil pesos mensuales, según el propio Procurador. Un clavado al Registro Público de la Propiedad marca como dueño del inmueble donde se estrenará la PDH, a David González, padre del beisbolista Adrián González. Hace semanas ahí sobrevivía una cantina; ahora en el mismo espacio se recibirán las quejas contra los abusos de autoridad. Ahí mismo, el hoy Senador Marco Antonio Blásquez instaló su casa de campaña en el 2012, un año después, el edificio sirvió también para la política y se convirtió en el búnker del PT a favor de Fernando Castro Trenti, rentado por el diputado Jaime Bonilla. En el Edificio Cazar, la PDH pagaba cada mes 90 mil pesos por el concepto de “arrendamiento”. Es decir, un ahorro de 50 mil pesos al mes. “Apretaditos” también en dineros El repentino movimiento de oficinas alertó sobre las finanzas del órgano encargado de velar ante los abusos de las autoridades. La deuda que se tenía con los administradores del Edificio Cazar sumaba más de 200 mil pesos. Antes de llevarlo al plano del litigio se llegó a un acuerdo. Se tomó a cuenta el “depósito” de inicio y el resto se cubrirá con abonos chiquitos de 30 mil pesos. Pero la falta de recursos ha llevado a otras insuficiencias de la Procuraduría de Derechos Humanos, por ejemplo, admiten los mismos empleados que se han dejado de realizar operativos en todo el Estado. O, bien, no se va a poder iniciar el proyecto de la Quinta Visitaduría de Asuntos Indígenas en San Quintín y en Mexicali, la cual ordenó el Congreso desde el 2012 por la falta de presupuesto. La Visitaduría es para atender a las comunidades indígenas asentadas sobre todo en la región sur del Estado, para detectar y combatir los abusos por discriminación. Arnulfo Lavenant justifica que mientras no haya mayor presupuesto simplemente no se puede hacer nada. Un “equipo” de dos millones de pesos El Procurador de Derechos Humanos en entrevista con ZETA se defiende y explica los problemas de presupuesto. A su favor afirma que “ha habido aumento en gastos, pero no de presupuesto”. Es decir, no es mala administración, simplemente, dice: “la PDH es una institución con una solvencia alta, pero recursos pocos”. Pero no parece así. Cuando Arnulfo Lavenant tomó posesión como titular de la Procuraduría despidió a quienes no eran de su “equipo”. Calcula: “unos 30 empleados de confianza. Tuvo que indemnizarlos. Eso representó un costo de aproximadamente 2 millones pesos. Tomando en cuenta que a cada empleado indemnizado se le otorgó por el despido entre 60 y 100 mil pesos”. Según el administrador de la PDH, Ferrer Guillermo Armenta, la cifra no es exacta pero en eso ronda. Se comprometió formalmente a proporcionar el dato exacto pero hasta el cierre de esta edición no contestó mensajes ni teléfono. Después de despedir e indemnizar en lugar de reducir la nómina Arnulfo de León contrató a sus nuevos colaboradores e infló la nómina. La PDH actualmente cuenta con 19 plazas más que la administración de Heriberto García García, según una comparación en la página de transparencia. Actualmente cuenta con 95 empleados y en la nómina de García se leen solo 74. La justificación del Ombudsman de Baja California se reduce a una línea: “Yo llegué con mi equipo, entonces eso no está presupuestado”. El presupuesto no se estira más En el 2012 la PDH contó con 38 millones 135 mil pesos. En ese ejercicio fiscal (Lavenant entró en junio del mismo año) solo se presupuestaron 120 mil pesos para indemnizaciones. El presupuesto para este año, es de 34 millones 851 mil pesos; de los cuales 28 millones 240 mil pesos, se destinó para “servicios personales” (sueldos, honorarios, aguinaldo, compensaciones, servicios médicos e indemnizaciones), es decir, el 81 por ciento del presupuesto de la PDH es para pagar nómina y prestaciones. En este mismo año para indemnizar a los ex empleados solo se presupuestaron 395 mil pesos; pero se usaron 2 millones aproximadamente. Ferrer Guillermo explica que no hay nada irregular en presupuestar una cantidad y gastar otra: “dentro del presupuesto, se hace una reclasificación de los rubros y se concentra para finiquitos lo que sea. Hay ciertos parámetros que podemos mover 15 por ciento de cada rubro y se hace una bolsa para lo que se necesite”. Es extraño, incluso que tengan que hacer ajustes a la mitad del año por concepto de renta. Pues en el 2013 se etiquetaron para “arrendamiento de edificios y locales”, un millón 964 mil pesos. Hoy se vieron forzados a reducir en este gasto. Sin ampliaciones Diez días después de tomar protesta, Arnulfo Lavenant solicitó una ampliación presupuestal para la Procuraduría que recién estrenó. El 11 de junio pidió al Congreso del Estado, 5 millones 500 mil pesos para finiquitar (indemnizar a los ex empleados), una flotilla de vehículos y más plazas, por ejemplo, para convertir una subprocuraduría en Rosarito. Levenant recuerda: “dijeron (el gobierno del Estado) que era mucho, entonces quitar los vehículos, bajamos la petición a dos millones y medios –solamente para finiquitos y las plazas–, nos contestaron en diciembre que no había factibilidad”. Una última petición de mayor presupuesto la realizó en abril por la cantidad de 900 mil pesos para crear la Quinta Visitaduría de Asuntos Indígenas. La misma historia, el Congreso (de mayoría priista) le aprobó la ampliación pero no por parte del gobernador: “no hemos tenido una respuesta positiva del Ejecutivo”. “Que no le regatee” Fausto Zárate, diputado local del PRI, tiene una explicación más sensata. Sabe que se trata de un jaloneo partidista. A Lavenant se le ha identificado desde siempre con Fernando Castro Trenti, ex candidato a gobernador priista. Su afiliación al Partido Revolucionario ni el mismo Arnulfo de León la niega. Intentó incluso ser alcalde en 1992. Para Zárate la PDH ha “crecido mucho” en trabajo y en operativos por lo cual ha necesitado mayor presupuesto. Uno, que el mismo Congreso analizó y aprobó. Pero el diputado lo resume, refiriéndose al PAN o al gobierno estatal: “lo que pasa es que los de enfrente lo ven rojo (a Arnulfo de León) y le regatean los centavos”. Explica que en el Congreso se ha votado a favor de ampliaciones al presupuesto, pero es el Estado el que no otorga el recurso que “ya está autorizado”. “Yo sí le reclamo al gobernador que no le regatee a los Derechos Humanos y más porque ya está autorizado”, remata el ex coordinador en campaña de Castro Trenti. Finalmente van a salir… bien En entrevista con este reportero, Arnulfo de León acepta que se tiene un adeudo en las antiguas oficinas, pero que se llegó al “acuerdo”. Que esa decisión ahorrará “considerablemente” para seguir trabajando. “Estamos en una calle muy transitada, lo más importante es que aquí podemos atender a la gente por la que verdaderamente trabaja la PDH, los indigentes. En el edificio que estábamos, que estaba muy bonito, pero a los inquilinos les molestaba”, argumenta el Procurador. Sobre el gasto en las indemnizaciones explica: “Ha habido cambios, cuando uno llega a la administración, tiene que haber cambios y al salir la persona, tenemos que finiquitarla”. Prosigue: “hubo finiquito y no hubo recurso para esos finiquitos…yo llegué con mi equipo, entonces eso no está presupuestado, pedí el presupuesto, cuántas veces hemos pedido, a pesar que creamos dos oficinas más”. A su favor, alega que han sacado del “anonimato” las oficinas de la Procuraduría y mejorado las instalaciones en Mexicali y Ensenada. Y aunque el Estado les ha negado el recurso han incrementado el trabajo. Lo que no han podido evitar es dejar pasar ciertos recorridos por falta de recursos: “vemos los operativos que no nos cuesten tan caro, como la movilización a La Salada en Mexicali, la paramos porque nos sale cara”. El titular del organismo reitera que están cumpliendo a cabalidad sus funciones y que la mudanza de sus oficinas es para “estar cerca de Palacio Municipal y Centro de Gobierno”, independientemente “del ahorro sustancial”, para “que la gente tenga fácil acceso, tenemos estacionamiento y todos vienen en taxis y calafias”. —Procurador, se habla de una Procuraduría quebrada… “No, porque al finalizar tenemos que mostrar todos los números que se ejercieron para que venga el nuevo presupuesto…Al final vamos a salir bien”.