El michoacano Jesús Alejandro Romero y Gabriel Carreón Rentería, autores materiales confesos del homicidio del agente municipal de Tijuana Raúl Ruiz Castillo -cometido el 21 de agosto de 2013-, dijeron ante la prensa que lo asesinaron porque su familia tenía necesidades y les pagaron 5 mil pesos a cada uno. Su cómplice, Aldo Arellano Rodríguez, quien hizo las veces de vigilante durante el asesinato y les entregó las pistolas para cometer el crimen, fue detenido en poder de una de las armas homicidas, pero fue entregado al Ministerio Público del Fuero Federal solo por la posesión.
Esto fue informado el 29 de agosto en conferencia de prensa por el Subprocurador en Delincuencia Organizada de Baja California Abel Galván, quien explicó que la investigación sigue abierta y pendientes de ejecutar órdenes de aprehensión en contra de dos sujetos a quienes solo identificó
como “El Chuy” y “El Julio”.