En el marco de la presentación del Programa para la Formalización del Empleo 2013, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, expresó que 28 millones de trabajadores no tienen amparo del marco legal o bien servicios de seguridad social, por lo que su gobierno está decidido a promover la formalidad, aunque no dio a conocer de forma puntual cómo lo hará. En su discurso, el mandatario apuntó, entre otras cosas, que los trabajadores informales no tienen acceso a la seguridad social y servicios de salud además de que perciben bajos salarios y trabajan en condiciones precarias de seguridad. El economista Rubén Roa externó que la informalidad en la economía es una competencia desleal para el comercio formal; pero más allá de que sea en sus orígenes una actividad cimentada en la subsistencia, ante un sistema de justicia, administración pública y un mercado muy precarios, es un problema ineludible que a largo plazo ampliará la brecha de entre quienes logran acceder a mejores niveles de bienestar en detrimento de los que menos tienen. Baja California –y Tijuana en especial– no es una entidad a dicha situación pues se ubican en tasas de ocupación en el sector informal del 20.6 por ciento y 22.3 por ciento respectivamente, máxime si Tijuana contribuye con una tasa de desocupación superior a la nacional (5.1 por ciento vs. 4.9 por ciento). “Interesante sería conocer la naturaleza y contenido de los convenios signados con las entidades federativas del país para lograr resultados cuantificables y medibles, así como los medios que habrán de ser instrumentados por las distintas organizaciones involucradas en este gran esfuerzo, entendidos como los tres niveles de gobierno, sindicatos, empresarios y trabajadores en general”. “Hacer de este programa un esfuerzo permanente es obligación del estado, pero sobre todo que brinde resultados que al paso permita revertir la grave situación económica y social que padecen millones de mexicanos”, finalizó.