Dos de cada diez rosaritenses registrados para votar lo eligió como su alcalde. Aun así, Silvano Abarca Macklis se siente agradecido con el pueblo del quinto municipio porque “yo no sé de dónde salió tanta gente para votar”. Con el 42.8 por ciento de participación en las elecciones del 7 de julio, de acuerdo al Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), el de la coalición Unidos por Baja California, ganó con 16 mil 246 votos contabilizados, el 54.21 por ciento. Enrique Esquivel, el ex ejidatario abanderado del PRI y su alianza se quedó 4 mil 593 votos corto de alcanzarlo. El alcalde electo habla de su ex rival, “no tenía preparación ni experiencia, era un instrumento más de Javier Robles, jamás vuelven a ganar una elección ni Enrique Esquivel, ni Perales (síndico procurador) ni Tito Robles, ni el PRI”. En la sala de ZETA, Silvano Abarca es entrevistado ya como presidente municipal electo. El domingo por la noche, tras anunciar su triunfo en las urnas, festejó el regreso del PAN a Rosarito, tras seis años de gobiernos priistas. “Soy el triunfador”, repite sentado frente a la mesa. Lo acompañan Jonathan Abarca, su encargado de prensa durante la campaña –también lo fue de Hugo Torres Chabert cuando alcalde– y su guardaespaldas, quien mantiene el radio de frecuencia encendido durante toda la entrevista. Entre sus primeras acciones de gobierno, reducir la deuda de más de 400 millones de pesos y eliminar 400 puestos de la nómina municipal. “Cada mes se van 11 millones de pesos a pagar la nómina, simplemente no coincide el ingreso con el egreso”. Afirma solicitará a Kiko Vega, los recursos necesarios para solucionar ambos problemas. — ¿Sería pedir un rescate financiero al gobierno estatal? “Sí, pedirle apoyo”. —Cuando fue entrevistado como candidato, criticó que gobiernos municipales priistas solicitaran al gobierno federal, también priista, un rescate financiero. ¿Cuál es la diferencia? “Los candidatos decían que Castro Trenti había ofrecido darle mil millones de pesos a Rosarito, yo digo 400 millones de pesos para disminuir ese pasivo”. De la conformación de su gabinete, solamente un confirmado: Fernando Serrano “porque fue coordinador de mi campaña, él para Secretario General de Gobierno”. Su esposa, Lilian Mendoza, como presidenta del DIF, elegirá a quien estará a cargo de la dependencia de la paramunicipal. Al momento de la repartición, cuando en negociaciones la alianza Unidos por Baja California, Rosarito quedó reservada para Nueva Alianza. Finalmente, se eligió a quien fuera el primer presidente municipal para la candidatura. Panista, Silvano Abarca aclara, PANAL obtendrá representación en los mandos educativos y, tal vez, de deporte. El manejo del dinero será tarea exclusiva de los azules. “El panismo tiene mucha experiencia en administración, en manejar la lana”, defiende el próximo alcalde. Mientras que al PRD le tocará compartir dirección, “que participará en Desarrollo Social, pero como esa área es el alma de un gobierno, pues vamos a hacerlo como revueltito”. Además de los proyectos del puerto de Popotla, nuevos accesos al mar y el reordenamiento de la entrada sur de Rosarito, el gobierno panista se encargará de aumentar la participación de las contribuciones municipales, así como actualizar el padrón catastral para incluir 30 mil cuentas. —También en entrevista, comentó que había detectado grandes evasores en las últimas dos administraciones. ¿Todavía los tiene en mente? “Son entes que tienen, tal vez, cientos de hectáreas y por ser posesionarios tienen que contribuir”. — ¿Tiene los nombres? ¿Nombres? —Sí. “Fraccionamientos y ejidos, hay seis que no han pagado sus impuestos desde hace más de seis años. No recuerdo los nombres, pero sé la ubicación y sé quién tiene que pagar”. — ¿Quién tiene que pagar? “En su momento se los voy a notificar, para que paguen, no me gustaría sacar nombres ahorita para no lastimar personas”. Ante la negativa del alcalde electo, la entrevista continúa. — ¿Piensa investigar las cuentas de Javier Robles? “Si no checan, hay que hacer revisión a fondo, si falta algo, indudablemente, tenemos que actuar”. —Pero es que usted lo acusó de operar a favor del PRI durante las elecciones, para evitar ser investigado. “Tanta desesperación del presidente municipal, acarreando despensas y jactándose de que llevaba una maquinaria perfecta para ganar y que él mismo dirigió el operativo de las redes. Utilizó a la policía para detener a panistas, actuó desesperadamente para no perder el gobierno ni el poder y para protegerse”. — ¿Cuáles fueron los peores aspectos de la administración de Javier Robles? “Llenó el gobierno de tantos familiares, más de 35 entre él y el síndico Roberto Perales”. — ¿Ha hablado con Enrique Esquivel desde el domingo? “No”. — ¿Quiénes lo han llamado para felicitarlo? “Del PRI, ninguno, ni me han hablado, ni me van hablar, ni quiero que me hablen”. — ¿Y de los partidos de su alianza? “El gobernador, Kiko Vega, el presidente del PANAL, Sócrates Bastida, pocos”. Silvano Abarca hubiese sido feliz con su retiro de la política tras su primera administración municipal. Pero al observar a los funcionarios nuevos, “me tuve que regresar a Rosarito para quitarle algo a los priistas que no les correspondía, le correspondía a los panistas, pero le voltearon la cara al pueblo”. Tras repetir el eslogan de Kiko Vega, hace un agregado “yo no creía que el pueblo era sabio, pero sí”. —Entonces, ¿por qué regresó como candidato?, se le pregunta. “Ningún panista tenía aceptación en la comunidad, me midieron con Mirna Rincón, Juan Carlos Molina, Juan Esquivel, Nacho García, Ricardo Sánchez, ellos debieron haber tenido una muy buena aceptación, pero no la tuvieron. Tenemos el ejemplo de Raúl Leggs, nadie sabe quién es y esos candidatos van directamente a perder”. —A pesar de haber ganado la gubernatura, el PAN obtuvo dos alcaldías, ¿qué les hizo falta como partido? “Puedo decir que sí ganamos, dos alcaldías, la gubernatura porque se pudo haber perdido. Pero yo quisiera ver Tijuana panista y también Ensenada”. — ¿Y en tres años va a arreglar el municipio? “Es muy poquito, tendré que hacer hasta lo imposible para dejar bien a Rosarito”. —Pero en el contexto del partido. “Prepararé a dos personas para que compitan en el PAN”. El panista fue acusado, a días de la elección, de abuso sexual de la menor Jazmín Gutiérrez Flores, de 17 años con quien procreó una hija y afirma, sostuvo relaciones sexuales con el alcalde electo desde los 15, edad en que lo conoció. Una segunda acusación por lesiones al hijo de Joana Toscano Ruiz también fue lanzada en contra de Silvano Abarca, la mujer le reclama la paternidad del menor. — ¿Conoce a Jazmín Gutiérrez Flores y a Joana Toscano Ruiz? “A las dos”. Eso sí, antes se tomará unas vacaciones en Las Vegas, pues solamente tiene poco más de cuatro meses para recuperarse de la fatiga electoral.