Al igual que en Mexicali, en los escritorios de las oficinas del programa de Ahorro Sistemático Integral (ASI) en Tijuana abundan las quejas. Los ciudadanos se sienten estafados y no saben con quién acudir, ya que las autoridades correspondientes, les han cerrado las puertas. “Hágale como quiera, denúncieme en PROFECO”, fue la respuesta que escuchó Don Enrique López Martínez de un funcionario de ASI. Desde enero de 2010, Don Enrique rentaba un departamento a la señora Nohemí Lezama Alondra y a su hija en la colonia Aeropuerto, con quienes no había tenido inconveniente hasta que se apersonó un presunto empleado del Programa Sistemático Integral. El de nombre Javier Castillo ofreció a la señora Nohemí un refrigerador ahorrador de energía. La oferta era tentadora; el equipo se le rebajaría bimestralmente a través del recibo de luz expedido por la Comisión Federal de Electricidad, bajo una mensualidad de 233 pesos. Pero la inquilina no cumplía con los requisitos para la obtención del aparato y, vivamente, Castillo le dijo que no se preocupara, que únicamente un amigo le prestara una identificación oficial. Y así lo hizo. David Edgardo Rubio Aquino fue la persona que le prestó su IFE a Doña Nohemí, y como la mujer conservaba los recibos de la luz de la casa que rentaba, facilitó los documentos al presunto defraudador. Así de sencillo se hizo la transacción, sin ser ella propietaria de la vivienda, ni tener identificación oficial, mucho menos comprobante de la propiedad -recibo de agua o de Impuesto Predial-. Para que a la mujer le fuera entregado el refrigerador, ésta tenía que dar su aparato viejo y presentar un aval con recibo de luz e identificación oficial. Al paso de los meses, la inquilina abandonó la vivienda y se llevó el refrigerador, dejándole una deuda mayor a 5 mil pesos a Don Enrique. Molesto al desconocer por qué en el departamento de la colonia Aeropuerto le habían cortado la luz, López Martínez se dio cuenta de la transa de la que había sido víctima. Don Enrique se comunicó en varias ocasiones con la señora Nohemí, sin convencerla de pagar el adeudo, o, en su defecto, devolver el refrigerador. Hasta la fecha, las llamadas ya no son contestadas por la mujer. El afectado comentó que acudió a las instalaciones de la CFE, pero ignoraron su caso; lo remitieron a las oficinas del Programa ASI, donde fue tratado de manera denigrante. Ante PROFECO también solicitó el apoyo, sin recibir su queja, donde le manifestaron que mejor pagara el adeudo. Desesperado, acudió ante Derechos Humanos, donde le recomendaron acudir a los medios de comunicación, ya que los casos en la institución “duran años”. Fue así que el ciudadano acudió ante ZETA a manifestar su inconformidad, pues al ser una persona de la tercera edad, la deuda y falta de apoyo tanto de autoridades como de ASI, lo tenían al borde de la desesperación. “Es injusto que tengan que cargar con una deuda de casi cinco mil pesos, ya he pagado en tres ocasiones la mensualidad del refrigerador, porque en la CFE me cortan la energía eléctrica si no se va al corriente con los pagos; es una injusticia”, reclama López Martínez. La única alternativa para Don Enrique era exponer su caso ante los medios de comunicación, por si acaso algún ciudadano estaba en la misma situación que él. “Me da coraje saber que no se puede o no han querido hacer nada con mi caso, pese a que ya demostré que la propiedad es mía, que no firmé ningún documento para que dejaran el aparato, pero me ignoran”, concluyó, confiando en que los ciudadanos se van a unir y pondrán una denuncia masiva contra ASI. Por su parte, Rolando Segura, encargado del programa en Tijuana, expuso que existen varias quejas de proveedores, pero son ajenos al programa estatal. Segura se comprometió con este Semanario a revisar minuciosamente el caso del señor Enrique López para llegar a un arreglo.
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