Bustamante, rebasado por la basura

El de la basura ha sido un tema relegado en el gobierno municipal de Carlos Bustamante en Tijuana. Con una generación de desechos en franco crecimiento, la actual administración municipal se limita a recolectarlos con las mismas unidades heredadas por sus antecesores, equipos insuficientes y muchos de ellos obsoletos. Además de restringida, su cobertura es excluyente, pues deja fuera de la recolección los asentamientos irregulares, segmento en el que se ubica el 20 por ciento de las colonias de Tijuana. Por ello, Tijuana se coloca entre las diez principales ciudades de México con mayor índice de contaminación generado por la basura y su inadecuado manejo, según datos del COLEF. La basura se ve en los arroyos y cañones de su sinuosa geografía, desechos que son arrastrados a la cuenca binacional del Río Tijuana. Contaminación que trasciende fronteras, Magdalena Cerola, Directora de la Campaña Fronteriza por la Justicia Ambiental informó que 100 mil toneladas de basura hacen colapsar la infraestructura hidráulica en esa zona. De acuerdo a información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de los hogares, industria y comercio a diario se recogen mil 750 toneladas de basura, y 300 mil toneladas más son arrojadas a cielo abierto, Por su parte, el actual alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante, acepta que “se necesita más recolección de basura, ampliar la cobertura con las empresas que ya operan en la recolección, hacer un reordenamiento de las áreas de transferencia para que no toda la basura se tire en Valle de Las Palmas”, pero carece de un proyecto para atender esta problemática. Y lo único que ha hecho al respecto, es ampliar a 20 años un crédito que sería liquidado en 2014, financiamiento que fue adquirido para la compra de carros recolectores a principios del anterior Ayuntamiento.   Minimizan problema De acuerdo a datos oficiales, de más de dos mil toneladas de basura que a diario se producen en Tijuana solo mil 750 son recolectadas. De esa cantidad mil 160 toneladas corresponden a residuos domiciliarios recogidos por la Dirección de Servicios Públicos Municipales, mientras que GEN, empresa que controla el relleno sanitario, reporta una recolección de 590 toneladas diarias en el sector comercial e industrial.  El municipio brinda el servicio de recolección con un padrón de 141 unidades distribuidas en 658 rutas, un 78 por ciento de los camiones operan a diario en una dinámica que incluye dobles turnos de lunes a viernes y que representa un incremento en la cobertura del 12 por ciento, en relación al trienio anterior, la cual para el director de Servicios Públicos Municipales, José Francisco Barrón, es suficiente. Pero la infraestructura de la dependencia no creció, los carros recolectores, “no hemos adquirido ninguna unidad, solo reparado”, dijo. Aun así, sostuvo, “no hay rezago en la recolección de basura, si una colonia no se atendió en un día, al siguiente inmediatamente se le da el servicio”. Pero su medición de eficiencia lo basa en un sistema excluyente, pues descarta a los más de 200 asentamientos irregulares que existen en Tijuana por carecer éstos de un sustento legal para demandar el servicio. En tanto, simplemente no existen para la autoridad. “Los habitantes de los asentamientos irregulares que se generan arbitraria e improvisadamente, primero que velen por la tenencia del terreno y entonces que pidan servicios”, consideró el funcionario. Además de irregulares, un amplio porcentaje de las colonias se ubica en zonas inaccesibles, otro motivo por el que el servicio no se otorga en forma adecuada. “Cuando se tiene acceso se da el servicio”, subrayó. — ¿Colocar contenedores para evitar basureros clandestinos puede ser una opción?, se le cuestionó. Pero su respuesta fue tajante: “No se le pueden cargar todo a una autoridad cuando no han hecho lo conducente, que es legalizar la posesión de los terrenos, se tiene que abordar el problema de raíz, con acciones preventivas para evitar consecuencias posteriores, y lo primero es la regularización, solo entonces tienen personalidad de existencia y es posible atenderlas”. Con estas razones, el encargado de la limpieza de la ciudad deja a la deriva más de 300 toneladas diarias de basura que se esparcen en arroyos, cañones, laderas, baldíos y cualquier sitio carente de vigilancia. Francisco Barrón no ignora este problema, pero su acción la encaminó a erradicar los tiraderos clandestinos detectados; de 470 que han sido ubicados se han atendido 360 pero no todos se han logrado abatir dada la reincidencia de los vecinos de continuar utilizándolos como basureros. También reconoce que la basura no recolectada desemboca en cañones, azolva desarenadores y provoca contaminación ambiental. Sin embargo, elude responsabilidad. “Sí hay recolección pero falta sensibilidad cívica por parte de la ciudadanía, hay lugares como Camino Verde, zona popular que fue remozada y en la que sí se brinda el servicio, pero la gente sigue tirando basura en los puentes”, lamentó, para luego rematar, “la falta de educación y cooperación de los ciudadanos complica el problema y hace más costosa su solución”.   A medias aplican reglamento de limpia El Reglamento de Limpia vigente en el municipio de Tijuana no se aplica, de ahí que cualquier ciudadano irresponsable puede arrojar basura en la vía pública sin ser sancionado. La ordenanza municipal establece multas que van de uno a 300 salarios mínimos por tirar basura y agua sucia en la vía pública. El propio director de Servicios Públicos, José Francisco Barrón, admite reincidencia de ciudadanos en la acción de arrojar desechos en arroyos, cañones o lotes baldíos, pero al no poder ser detectados no es posible aplicarles la sanción correspondiente, que en esos casos tendría que ser el doble, pues se carece de una vigilancia en esos sitios. “Siendo honestos, el reglamento no se aplica al cien por ciento, salvo los casos de predios o locales comerciales, cuyos responsables es fácil localizar, pero al ciudadano común y corriente no”, indicó Eduardo Enrique Parra Romero, presidente de la Comisión de Hacienda en el cabildo de Tijuana. Incluso, en lugar de hacer valer la ley, la actual administración, a principios de este 2013, tuvo la intención de reducir la sanción administrativa a un máximo de 200 pesos diarios, finalmente la propuesta no avanzó pero, igual, solo la multa es aplicada solo a los dueños de lotes baldíos al expedírseles el cobro del impuesto predial. “Es difícil amonestar al resto de los ciudadanos que incumplen con este precepto porque regularmente es durante la noche y fines de semana cuando incurren en esa acción”, justificó el regidor.   Gobierno incumple su tarea Es responsabilidad de todos mantener la ciudad limpia, pero debe ser el alcalde el primero en poner el ejemplo a sus ciudadanos, pero no es el caso del municipio de Tijuana, basta ver lo relegado de este aspecto en las delegaciones, consideró René Romandía Tamayo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA). Su opinión es compartida por la Doctora Gabriela Muñoz Meléndez, investigadora del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), para quien “una cosa es clara, la recolección de basura es insuficiente en la ciudad, su generación supera la capacidad de ser recolectada por el servicio existente”. La especialista precisó que en 2010 Tijuana generaba 671 mil toneladas de basura anualmente, lo que convirtió a Baja California como una de las 4 entidades en México con mayor generación per cápita, “cada bajacaliforniano estaría generando 1.01 1.04 kilogramos de basura cada día, cifra que va en aumento”. Actualmente se estima en  más de dos mil el número de toneladas generadas al día. Su crecimiento debería preocupar a todos, sobre todo al gobierno municipal, quien tendría que estar atacando el primero de los frentes: La recolección ordenada y clasificada de los residuos sólidos, anotó. Mientras el servicio esté rebasado y no se recolecte con la frecuencia y llegue a lugares poco accesibles, no se puede avanzar a un segundo paso, que es la separación y disposición final de los desechos, subrayó Muñoz Meléndez. Una vez asumida su responsabilidad, el gobierno debe promover campañas de concientización dirigidas a los ciudadanos para incentivar la separación de la basura, pero para ello debe disponer primero de centros de acopio adecuados y suficientes, añadió la especialista. “Instalar centros de acopio para papel, cartón, aluminio, plástico, etcétera, pero además añadir incentivos para que los ciudadanos lleven ahí el material separado, como la disminución en algún impuesto por llevar ahí el material reciclado, podría incentivar la participación ciudadana”, anotó al indicar que ese tipo de estímulos ya se aplican en ciudades de México donde sí se hace un manejo adecuado de los residuos.   No es problema, es una oportunidad Magdalena Cerola, Directora de la Campaña Fronteriza por la Justicia Ambiental, asentó que al no contarse en Tijuana con un sistema de separación de basura, “lo cual es elemental y básico”, se propicia un problema de contaminación tanto en México como en Estados Unidos. La lluvia arrastra los desechos que hacen colapsar la infraestructura hidráulica, lo que deriva que de 100 mil toneladas de basura y sedimento lleguen al vecino país a través del Río Tijuana. Además de generar contaminación se desaprovecha un sistema de generación de dinero, y añadió, “es basura cuando se revuelve, pero si se separa se puede aprovechar el valor de los metales, plásticos, vidrio, cartón, entre otros desechos”. Para la ambientalista no importa cuánto esfuerzo hagan los ciudadanos por separar  correctamente la basura, si al final un mismo camión la va a recolectar para posteriormente depositarla en “un sistema rústico, arcaico e insalubre como lo es el rellenos sanitarios”. Ahí los pepenadores se exponen a serios peligros de salud por el manejo inadecuado de los materiales, además, ese tipo de acopios generan gases como el metano, que es altamente explosivo y peligroso, agregó. Cerola consideró que la nueva cultura de consumo generada desde el Tratado de Libre Comercio elevó la producción de basura y, en esas condiciones apuntó, “no va a ver basureros que duren más de 10 años, por lo que se requieren de tecnologías más avanzadas para el tratamiento de desechos que no son biodegradables”. Indicó que un relleno sanitario bien planeado con tuberías y sistema de escape puede convertirse en planta generadora de energía, pero para ello se necesita la planeación, visión y estudio, que no es el caso de Tijuana, a pesar de que ya se ha planteado a las autoridades “pero es hora que no vemos que se concrete, no sé si es porque el municipio carece de recursos, o no se ha propuesto alcanzar esa meta”, remató. Gabriela Muñoz Meléndez, investigadora de COLEF, confirmó que al gobierno de Tijuana se le ha presentado un plan de manejo de residuos sólidos, “volver el problema en oportunidad, los picos en la demanda de energía eléctrica bien podrían ser provistos por una planta de tratamiento de basura dónde se genere biogás, que a su vez alimente una planta de electricidad”, explicó. La especialista atribuyó a los intereses del sindicato de pepenadores, la razón por la que el gobierno no le ha querido entrar a un proyecto que, aunque se requiera inversión privada, también existen fondos internacionales que lo apoyan. Por su parte, René Romandía Tamayo, presidente de CANACINTRA, reclamó la instalación de dos centros más para la transferencia de residuos generados por la industria y el comercio, pues los dos con los que se cuentan actualmente “son ya obsoletos”. “Con más centros de transferencia, cuatro cuando menos, se podrían evitar los basureros clandestinos”, opinó. Igualmente, el representante de los industriales de Tijuana se pronunció por el uso de técnicas más avanzadas en el proceso final de la basura, algo que también el sector que encabeza ha planteado al gobierno local que los ha ignorado. Pero esperan que el gobierno entrante (1 de diciembre 2013) de Jorge Astiazarán atienda los compromisos que hizo en este sentido durante su campaña.