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lunes, septiembre 30, 2024
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Narcotráfico sin control y sin ley (las células de los “independientes”)

“Hay un desmadre, es un volteadero, es mejor andar sordero, porque nadie te cobra piso”, explicó un hombre detenido por autoridades estatales a finales del mes de mayo, que traficó para el Cártel Arellano Félix de Fernando Sánchez Arellano aproximadamente hasta 2010, cuando “El Ingeniero” dejó de facilitarles droga para trasiego y empezó a mover el enervante que José Antonio Soto Gastélum  “El Tigre” le entregaba en comodato. Dejó de ser “Arete” para convertirse en un “Chaneque” de los encabezados por  Héctor Guajardo “El Güicho” (preso desde septiembre de 2011). El hombre manifestó su miedo de hablar, “me quieren sentar”, dijo, y al iniciar la segunda quincena de mayo de 2013, había librado “apenas” un ataque a balazos en Tijuana. Afirmó que en la actualidad, además de mover droga con el grupo, él traía sus cargamentos, asumiendo costos y beneficios. Le preguntaron por qué se había “volteado”, en respuesta alegó no haberlo hecho, y después manifestó que habían sido las circunstancias de descontrol, porque ninguna célula podía en ese momento ofrecer protección; prácticamente todos están por su cuenta.  Aunque refirió que cualquiera está entrando con droga a Baja California, también dijo que oficialmente, “quien trae la bandera es ‘El Aquiles’, dicen…”, pero agregó que Alfonso Arzate no está cobrando piso.   En el narcomenudeo, detalló que cada grupo está cuidando su territorio y se están matando o atacando sin pedir permiso.  La autoridad y el control de los narcotraficantes está tan disperso, que quien recibe la droga es el directo responsable de sus precio, “si te la roba, la pierdes o te la decomisan, sin excusa que valga la tienes que pagar”. Si no cumplen el pago, la advertencia es de muerte, y la responsabilidad y amenaza pasa de proveedor a proveedor.   Tratándose de asesinatos, los informes de las áreas de inteligencia del Grupo Coordinación indican que hay un “nuevo matón” en la zona. Su militancia criminal inició del lado de “Los Chaneques”, pero al día de hoy, se contrata con el mejor postor, todos los grupos delictivos lo saben y usan sus servicios, le dicen “El Javi” o “El Javo” y, según declaraciones e indagatorias, de manera reciente estuvo implicado en asesinatos cometidos el 13, 19 y 21 de mayo. “Los Atlantes” son el otro grupo local empoderado, tienen su base en Villas del Rey, en Tijuana, y algunos de sus miembros están emparentados con funcionarios ubicados en puestos de poder en la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR). Los apodos más conocidos por las autoridades son “El Tury”, “El Castro”, “Lorensini”, “El Tío”, “Capistrano”, “Bolonias”, “Pelotas” y “El Beto”. Como el resto de las células tienen una organización familiar, los cabecillas son parientes y en fechas recientes “El Atlante” dejó de operar en la calle, cediendo su protagonismo público a dos hombres de su familia que se han encargado de hablar con diferentes grupos en Tijuana para hacer acuerdos y, cuando no son atendidos, amenazan de muerte.   Mientras del CAF, los apodos que suenan en las calles son “Pedro 5-8”, “El Tosco”, “El Flaco” y “El Roque”, con tráfico a gran escala a Estados Unidos, pero localmente de las únicas actividades delictivas que aún tienen control total, es la piratería, el tráfico de otros productos y de personas.   Los independientes Otro joven sinaloense detenido habló de la presencia de Los Antrax, pero no refirió una invasión o toma de la plaza, sino entradas para mover droga con un previo acuerdo con  René Arzate “La Rana” quine hizo acuerdos con ellos en visitas previas a Mazatlán. También detalló que una de las razones de la presencia de este grupo en la zona, es que están viniendo abrir negocios para lavar dinero. De la misma manera, han sido capturados  en las inmediaciones de la Central Camionera traficantes procedentes “de Jalisco y Guerrero principalmente”, pero también de Colima, Sonora, Tamaulipas y Ciudad Juárez, Chihuahua. “También están llegando grandes cantidades de droga en carros particulares”, refirió uno de los investigadores. La droga atraviesa las carreteras y retenes resguardados por militares y agentes federales, y sin problemas llega a Tijuana. “Ni siquiera se esfuerzan en esconderla, hemos detenido pick-ups con los cargamentos en la caja, sin nada que las cubra”, reclamó un alto oficial estatal, ante la falta de vigilancia o la colusión de fuerzas federales y el Ejército responsable de contener el trasiego en las carreteras. “Aunque también está entrando mucha droga  por mar, del lado de Ensenada”, y en ese caso, quien incumple sus obligaciones de vigilancia de vigilar en las costas del Mar de Cortés y el Océano Pacífico, constantemente atravesadas en lanchas cargadas de droga, es la Marina. Conforme a declaraciones de los traficantes detenidos, “la ruta más común es que cruzan los cargamentos a Baja California Sur, y de ahí la suben por mar y tierra a Baja California”. En el caso de estos trasegadores “independientes” hay de dos tipos: 1. Los que se trasladan desde sus ciudades de origen con los cargamentos, según los dichos de los detenidos. En aquellos estados son “contratados” y contactados, en la mayoría de los casos, por un hombre que les entrega  el enervante, se compromete a pagarles entre 400 y 800 dólares por el traslado, y le da un número de teléfono para comunicarse llegando. Sus acoples en Tijuana son usualmente “tiradores locales” con historial de detenciones en las policías Municipal y Estatal. A su llegada, sea por la Central Camionera o el Aeropuerto, notifican el arribo y piden datos de cómo y a dónde moverse, usualmente los esperan en puntos cercanos o pasan por ellos porque no conocen la ciudad. También es común que estas personas usadas como “mulas”, sean enviadas en grupos de tres o cinco sujetos en un mismo camión o avión. 2. El otro traficante en pequeño, es el que viene solo, con droga comprada de su bolsa, se traslada desde su estado de origen con la finalidad de conseguir alguien que la cruce a Estados Unidos. “Yo pregunté y me dijeron que nadie pagaba plaza, que era cuestión de si me la quería aventar y tenía que buscar quien la brincara, pero que aquí había, con la advertencia que desde el puente de San Luis Río Colorado, no había protección. Me dijeron que en Tijuana (la Policía) me podía detener, y en Mexicali hasta desaparecer”, expuso ante sus captores un hombre detenido en las afueras de la Central Camionera de Tijuana. Cuando le preguntaron cómo pensaba cruzar el enervante a Estados Unidos, respondió: “Me dijeron que cualquiera consigue cómo…”. El reporte de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado al respecto, es que las células locales ofrecen este “servicio”, y que una de las formas en que lo promocionan es por redes sociales, principalmente Facebook, bajo títulos tan simples como “cruceros guiados”. El precio más caro se paga cuando, quienes llevan la droga a Estados Unidos, son muchachas, mujeres jóvenes y despampanantes.   Inutilidad federal Aunque el incremento en la cantidad de droga que está llegando al Estado ha sido expuesto en reuniones del Consejo Estatal de Seguridad de Baja California, la respuesta de las corporaciones federales ha sido limitada. Mexicali y principalmente Tijuana, son ciudades con muchas líneas aéreas, marítimas y terrestres de llegada, situación que genera mucho trabajo a los mecanismos de control que tiene o debería tener el Gobierno Federal, sean los retenes carreteros o puestos de vigilancia en las terminales. Pero a pesar de que hay mucha presencia, agentes federales acompañados incluso de unidades caninas, a la fecha han dado nulos resultados.   Mayor presencia de Michoacán y Jalisco Nueva Generación De manera paralela, se está registrando la llegada de otros grupos delictivos no tan independientes. En el renovado espectro criminal, las autoridades reconocen el incremento en la presencia de traficantes michoacanos. “Lo que hemos detectado es la llegada de delincuentes que aseguran pertenecer al grupo de Los Templarios” detalló un funcionario. En Tijuana, este grupo se está moviendo en las delegaciones La Mesa y Los Pinos. Su contacto público en la frontera “El Cabezón”. El cártel de Michoacán ha tenido presencia subordinada en Baja California, básicamente en la zona costa desde los años ochenta, “pero ahora se habla de un grupo de Templarios establecido en Tecate queriendo bajar a Tijuana, pero que ya van y vienen”. Su contacto en Tijuana es “Óscar”. Otra presencia que ha generado alerta, “son los operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación”, advirtió otro investigador, para agregar: “Todos dicen que se aventaron  porque los mandaron y les dijeron que se podía”. En el análisis, las autoridades policiacas de Baja California consideran que el hecho de que las corporaciones como tal hayan dejado de ser protectores y brazos operadores de los cárteles, ha sido una de las razones del nuevo esquema de criminalidad organizada más dispersa.  La ausencia de apoyo institucional vulnera a las células criminales, quienes jalan con ciertos grupos lo hacen por cierta protección, lo mismo sucede con el pago de piso. Pero aquí ya no pueden ofrecer ese tipo de impunidad institucionalizada, y no decimos que no haya quien todavía esté metiendo mano, pero son los menos. Ciertamente, esto pudiera ser una invitación para venir a una zona que para ellos es muy importante, por su cruce inmediato a Estados Unidos.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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