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jueves, septiembre 19, 2024
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Las telenovelas de Televisa, un virus electrónico en la actualidad

Difícilmente podemos negar la importancia de una buena educación moral mediante la cual se transmitan principalmente a los niños valores positivos como el amor, el perdón, la justicia, el respeto a los derechos humanos y la naturaleza (plantas, animales, etcétera). Una buena educación o formación moral, es prácticamente una garantía de un comportamiento positivo que contribuya a la expresión y desarrollo de atributos deseables que a su vez fortalezcan el desarrollo de una sociedad sustentable que asegure en gran medida el bienestar de sus componentes (habitantes, naturaleza, etcétera). Sabemos que los principales responsables de esta educación son los padres de familia y los maestros en las escuelas primarias y secundarias, sin menospreciar niveles de educación más altos. En todo esto no debemos olvidar también la gran influencia de los medios electrónicos de comunicación masiva como la radio, la televisión y últimamente el internet. Hablando específicamente de la televisión, principalmente de Televisa, los programas de este medio que tienen mayor alcance en el público son las llamadas telenovelas, que son transmitidas a diferentes horas del día y de la noche, algunas hasta por la mañana. Sin afán de generalizar demasiado, algunas de estas novelas tienen un contenido moral aceptable, pero la mayoría están cargadas de valores no muy positivos como la violencia, el odio, la venganza, el resentimiento, el sexo libre, etcétera. En otras palabras, de sentimientos y acciones que los niños pueden asimilar o imitar como conducta, o peor tantito, como única forma de resolver conflictos interpersonales, dentro del seno familiar inclusive. Pensamos que programas de esta índole, lejos de contribuir a una buena formación moral del niño, condiciona su carácter negativamente conducente a una conducta antisocial donde predominan actitudes muy negativas como el odio, la venganza, el rencor, el pesimismo y otras anteriormente citadas. Las escenas de amor que se proyectan en estas novelas, más bien parecen escenas de alcoba, ya que las caricias, principalmente los besos están sobrecargados de erotismo, dando pie a alguna transmisión de gérmenes a través de la lengua. Y no es que los adultos ya con un criterio más maduro nos asustemos por este tipo de escenas, pero sí podemos afirmar categóricamente que toda acción humana entre adultos tiene su espacio y su tiempo y que ya vendrá la edad apropiada para exponer a los niños y jóvenes de ahora a escenas y experiencias por las que ellos mismos muestren curiosidad e interés en conocer. No hay razón lógica o moral de apresurar prematuramente el proceso de maduración sexual, reiteramos, todo tiene su tiempo y su lugar. Por estos motivos pensamos que procede pedirle a Televisa y otros medios de comunicación masiva que hagan una reflexión y que piensen no solamente en la obtención de mayores ganancias económicas sino también en la forma de utilizar sus recursos técnicos y humanos que contribuyan a la educación moral de los niños. Al respecto, hacemos las siguientes recomendaciones a Televisa y otros canales televisivos. Que hagan una selección muy cuidadosa de sus programas, separando los que son propios para adultos de aquellos que son para menores de edad basando esta acción en el contenido de los mismos; qué tipo de valores morales se  transmitan. En esto podrían contar con el asesoramiento de expertos en la materia como son psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales, etcétera. Escoger horarios para la transmisión de estos programas que sean compatibles con los hábitos de las familias en la educación de sus hijos, dándole especial atención a las horas en que los niños duermen y en las que están despiertos. Aprovechar sus recursos técnicos y humanos para incluir en su programación material educativo especial para niños y adolescentes, no solo en el aspecto puramente moral, sino también en aspecto artísticos, culturales y deportivos; enseñanzas que contribuyan a su desarrollo físico, mental, emocional y social. Esto se puede lograr más plenamente, si se invita a la participación de otras personas que tienen un contacto estrecho con los niños como son sus propios padres y maestros. Todos pueden contribuir a un desarrollo integral del menor.   Alejandro Iñigo y Soto Tijuana, B. C. Teléf. 6 86-58 23

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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