CERCENADA. Contrario a lo que algunos creen, en el equipo de Fernando Castro Trenti se reciben aportaciones cuantiosas. Obvio, sin recibito que reportar al Instituto Electoral para su fiscalización. Que no les alcance o que no lleguen a su destino final es otra historia. Por un lado, cada “personalidad” nacional le da una empujada económica al candidato. Es casi el requisito para venir al Estado a apoyarlo. La otra manera, es el típico pase de charola por parte del staff con los que estiman Castro o los que esperan “algo” ya teniéndolo como gobernador. Sencillo: se convoca previo con cantidad acordada, van desde los mil dólares por cabeza hasta donde la “desinteresada” generosidad apunte. En las reuniones donde desembolsan el efectivo se ofrece botana, comida y tragos. De plato fuerte: el mismísimo candidato. De las últimas, la ubican en un restaurant de Tecate con Javier Fimbres Durazo, dueño de la estación de Radio en el Pueblo Mágico. Unos 20 desbilletados se acercaron comieron y dejaron su tributo. “Conociéndolo”, sospecha uno de los presentes, duda que la totalidad del tesoro llegara a su misión. AMPARADO. Uno de los de coordinadores municipales de campaña de Francisco Kiko Vega duerme con un ojo cerrado y el otro en el amparo que lo defiende. Carlos Pérez Perpuly fue denunciando ante el ministerio público de peculado por el actual ayuntamiento de Javier Urbalejo Cinco, entre otros ex funcionarios panistas, también metidos en la campaña. Pérez Perpuly, ex secretario de gobierno municipal, está inhabilitado para ejercer cargo en el gobierno por la sindicatura del PRI pero amparado en el tribunal de contencioso administrativo. Mientras eso esté así, el panista podrá hacer campaña a favor de su candidato y quizá, esperar su nuevo cargo público. DESMEMORIADO. Nueve meses tras las rejas se le han olvidado a Julio César Díaz Cabrera, el priista fue encarcelado luego de que como director de Desarrollo Social en el gobierno de Jorge Hank Rhon llevara al Estado de Chiapas toneladas de despensas recaudadas en Tijuana para los damnificados que sufrían la contingencia natural de aquellos años. Solo que lo hizo a nombre de su partido y su candidato presidencial en las elecciones del 2006; tras las pruebas, la autoridad de aquel estado le puso el uniforme de reo. Él alegó confusión y solo haber seguido órdenes. En aquellos años las “órdenes” las recibía de su jefe directo, Jorge Astiazarán Orcí, quien cobraba como secretario de Desarrollo Social y quien hoy es pretenso a gobernar la ciudad. Cualquiera que quiera preguntarle la historia al ex convicto lo puede encontrar al lado de su anterior verdugo, encampañado y persuadiendo que Astiazarán es la mejor opción. GENTILHOMBRE. Si de alguien no se duda su caballerosidad es de José Luis Hernández Silerio. Vivió hace algunos años la justica muy de cerca, sabe lo que es; fue en Chiapas titular de una fiscalía de la Procuraduría cuando Amador Rodríguez Lozano, actual operador electoral de candidato a gobernador priista, fue el Ministro de Justicia. Hoy Silerio dirige al PRI en Tijuana. Pero le durará poco, de ganar su partido ya le tienen asegurado el despacho de la CESPT. Tan caballero es don José Luis que su esposa está antes que nadie; a la señora de Hernández se le ha salido presumir en comidas sociales que de ser su esposo el titular de la paraestatal meterá muy buen negocio en cambiar todos los uniformes, comercio donde la familia del priista tiene muy buenas “ofertas” para el próximo gobierno.