Profr. Mario Alberto Gómez Ocampo Presidente Municipal del PRD en Mexicali, B.C. Presente.- El que suscribe, militante del PRD desde hace 22 años, comparece ante Usted para hacer entrega oficial de Este documento, motivado y razonado por los siguientes argumentos: Primero.- Que nos queda muy claro que el PRD se funda coyuntural e históricamente por la fusión de corrientes progresistas (sociedad civil) y de las izquierdas democráticas que conformaron el “Frente Democrático Nacional” que encabezara el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Segundo.- Y que el verdadero origen de su fundación tenía como propósito final, el de construir un partido político nacional diferente al resto y que representara verdadera y realmente las aspiraciones de un cambio económico, político, social y democrático para todos y todas las mexicanas. Tercero.- Demandábamos un partido político con la perspectiva democrática de representar, abanderar y defender los intereses de las clases trabajadoras, de los que menos tienen y de esta forma terminar con la falta de equidad en la distribución de la riqueza del país; y erradicar el analfabetismo, desempleo, pobreza extrema y condiciones de calle de niños y jóvenes. Cuarto.- Requeríamos de un partido político de masas que privilegiara y reivindicara la lucha de clases y buscando ser el garante de un gobierno democrático que asegurara el bienestar social de la gente que menos tiene y le ofrecieran una vida digna. Aspirábamos un PRD crítico, pero también autocrítico, respetuoso y responsable de su plataforma política y de su vida estatutaria, ejerciendo en su interior, el análisis, debate, pero sobre todo, el consenso de su militancia en la toma de decisiones trascendentales. Quinto.- Debo reconocer que el PRD en sus primeros años de formación sí ejerció democráticamente sus estatutos, ya que los órganos de dirección municipales, estatales y nacionales, así como las candidaturas a puestos de elección, se decidían a través de congresos municipales, congresos estatales, consensos estatales o a través del voto secreto directo y universal de su militancia. Al tal grado que estas dirigencias así como los candidatos nominados democráticamente eran legítimos; y no impuestos por una negociación política. Sexto.- Sin embargo, quienes han dirigido al PRD en los últimos años, han logrado reducir al PRD de un ente público, en una concesionaria de empleos de élite y de confort político, que se reparten entre los grupos de poder que secuestraron al PRD actualmente denominados tribus, grupos o corrientes. Sétimo.- Convirtiendo al PRD de esta manera, solo en un partido electorero, pactista, entreguista, intolerante, paradójico y disfuncional, alejado y extraviado totalmente de la línea política de la izquierda democrática a la que aspirábamos, en alguna ocasión muchos mexicanos. Por lo que a título personal y con una libre convicción, considero que el PRD ya no es referente de la izquierda moderna y por tal motivo he decidido renunciar a este partido político. Mi reconocimiento al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, a Porfirio Muñoz Ledo, a Amalia García y sobre todo, a Andrés Manuel López Obrador, como presidentes nacionales del PRD. ¡Urge democracia ya… Patria para todos y todas! Atentamente, Efrén Macías Lezama Mexicali, B.C.