Revelan padres, rapto y estupro de su hija Como una joven ingenua, tímida, estudiosa, de pocos amigos, buena conducta y muy apegada a su familia, fue como describieron Adriana Campos y Marco Antonio Soriano, a su hija Diana Elsa, de 17 años de edad, presuntamente raptada el sábado 4 de mayo. Los progenitores acusan a José Enrique Bautista Hernández y/o José Enrique Bautista, Maribel Hernández, de la desaparición y abuso sexual hacia la menor de edad. La madre relata que la chica se desempeñaba como recepcionista en el Colegio de Terapias Alternativas Complementarias de México desde hace aproximadamente cinco meses, donde recibía el apoyo de su jefa, Susana Sández. Señaló que un mes después de estar laborando en el spa, conoció a través de las redes sociales a Bautista Hernández, un joven mayor que ella, con el que sostuvo una relación virtual. Campos comentó que su hija nunca mostró alguna actitud sospechosa o algo que la pusiera en alerta sobre el tipo de amistad con el que se decía, vivía en Pachuca, Hidalgo. “Nunca vi nada extraño en Dianita, ella es una niña muy dulce, honrada y buena hija; lo que sí observaba era que el joven la hacía sufrir mucho, inclusive hasta la vi llorando en varias ocasiones. Yo le decía que terminara con esa amistad, pero no me hizo caso”, recordó. El sábado 4 de mayo, después de que su hija se fue a trabajar, pasó como todos los días a su empleo, ubicado en el Centro de la ciudad, a las 2:00 pm, pero personal de la empresa le indicó que la joven ya había salido de su jornada, 20 minutos antes. “Se me hizo muy raro, porque mi hija no estaba en mi casa ni en ningún otro lugar, esperé afuera de su empleo hasta las nueve de la noche y nada que tenía noticias de ella; me regresé a mi casa y prendí su computadora, me metí a su cuenta de Facebook, ahí fue que me di cuenta que mi hija había comprado unos boletos de avión para Pachuca, Hidalgo, e iba a visitar a su amigo, pues José Enrique la había amenazado que se iba a suicidar si no acudía a verlo. Vi un mensaje que mi hija escribió: ‘Aquí está la prueba de que me iré contigo, por favor no te vayas a suicidar’”, y le mandó la imagen de los boletos de avión. La señora Campos localizó a la jefa de su hija, y ésta le confirmó que había acompañado a Diana al aeropuerto. “Fueron muchos los cuestionamientos, cómo pudo viajar sola mi hija si es menor de edad, alguien la tuvo que haber acompañado, pero lo desconocemos, creemos que pudo haber sido su jefa”, dijo. A los tres días de la desaparición de la joven, la madre recibió un mensaje a su teléfono celular, manifestando que “si presentaba alguna denuncia por la desaparición de mi hija, nunca la volvería a ver”. Añadió que el 6 de mayo recibió una llamada telefónica de la joven, a quien escuchó muy rara, “como si estuviera drogada”. “Le pregunté dónde estaba y me contestó que en una casa muy bonita, que estaba viendo tortuguitas y que vestía una falda de mezclilla y una blusa morada, le pregunté que quién la había llevado al aeropuerto y me dijo que su jefa, la licenciada Susana Sández; luego me dijo que no le gustaban mis preguntas, que me iba a colgar”, relató la madre de familia. Dos días después, la familia recibió una llamada telefónica de un sujeto de nombre José Enrique Bautista Hernández, quien le dijo que Diana estaba en Pachuca, Hidalgo: “Me dijo que mi hija ya no era señorita, que la había hecho suya y que más valía que no presentara denuncia alguna, porque si no, nunca más la volvería a ver”. El 10 de mayo, la señora Irinea Durán Félix, abuela de Diana, recibió una llamada telefónica de parte de una mujer que se identificó como Maribel Hernández, quien la amenazó diciéndole que si denunciaba el caso ante las autoridades, no volverían a ver a la menor. Por temor, la familia denunció los hechos en la Procuraduría General de Justicia del Estado hasta el 13 de mayo, bajo el expediente 4163/13/211/AP. “Por tanta amenaza dejamos pasar días, por lo que desesperados, acudimos ante la Procuraduría a levantar un denuncia contra José Enrique y Maribel, por el delito de rapto y estupro. Les proporcioné una dirección en Pachuca, Hidalgo, donde presuntamente tenía raptada a mi hija; desafortunadamente ya han pasado dos semanas y la Policía Ministerial no me ha apoyado en nada, y tengo miedo que mi hija esté pasando una situación grave”, lamentó Adriana Campos. Por su parte, Alejandro Scolari Molero, abogado de la familia afectada, señaló a ZETA que la PGJE se limitó a decirle que el caso ya se está analizando, y se emitió un exhorto al Estado de Hidalgo para hacer la averiguación correspondiente, pero hasta ahí. “Lo que estamos viendo con el caso, son unas autoridades muy pacientes, es una jovencita a quien raptaron y está en peligro su vida, cómo es posible que estén dejando pasar tanto tiempo, cuando estos casos deben de actuar de inmediato. Está en peligro la vida de una joven honesta y de familia tradicional”, explicó. Previo al cierre de esta edición, Scolari Moreno informó al Semanario que la menor había sido rescatada por las autoridades de Pachuca, Hidalgo; y que ayer jueves 30 de mayo, dos agentes ministeriales de Tijuana se trasladaron al estado sureño por ella. Aunque, claro, esto haya sido 15 días después de que los padres interpusieron la denuncia.