Para exhumar necesitan autorización de las familias de los muertos

Todavía no se puede determinar si hubo sustracción de cuerpos: PGJE Para confirmar si de tres tumbas del Panteón Municipal Número 10 fueron extraídos restos, esqueletos o pertenencias de cuatro personas, la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) busca a los familiares de los muertos para comenzar el proceso de exhumación y determinar si hubo o no sustracción. Durante la semana se dio a conocer que fueron profanadas tres tumbas del panteón localizado al Este de la ciudad, que carece de vigilancia y está a la intemperie, sin cercos de protección. El primer hurto data del 6 de mayo del presente año, y los delincuentes corrompieron la tumba del que en vida llevara el nombre de Francisco Mendoza Hernández, sepultado el 20 de diciembre de 1996. Posteriormente, el 8 de mayo otra tumba fue penetrada, donde yacían los cuerpos de Rosa María Vázquez Martínez, enterrada el 17 de mayo de 2000, y de Everardo Soria Ríos, cavado el 21 de junio de 1996. La profanación más reciente fue el 21 de mayo, en la tumba de Isidro Ramírez Uribe, sepultado el 17 de mayo de 2000. “La Procuraduría ya inició las investigaciones, el grupo de periciales ya está trabajando en el caso, pero lo que nos urge, es que requerimos la autorización de los familiares porque vamos a exhumar los cuerpos para poder determinar si efectivamente se llevaron o no el resto de los cuerpos. No podemos determinar que por la antigüedad de la fecha en que fueron sepultados, ya sea pura ropa. Estamos esperando que nos rindan los dictámenes correspondientes”, dijo Víctor Lagunas, director de Averiguaciones Previas de la PGJE. Añadió que la investigación está enfocada en dos cosas: – Ubicar a los familiares. – Detectar a los presuntos responsables. Lagunas comentó que los peritos ya mandaron oficios al Registro Civil del Ayuntamiento para localizar las actas de defunción de las personas sepultadas, además de exigir mayor vigilancia por parte de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal. “Es un panteón que está a la intemperie, no tiene ningún cerco, no hay nada que pueda impedir que una persona entre. La guardia está de 8:00 am a 3:00 pm, y son empleados del Sindicato, durante el resto de día no hay vigilancia”, añadió. Al revisar las tumbas, los peritos se percataron que en una de ellas quitaron la protección de concreto e hicieron un orificio de 90 centímetros. “No creo que hayan podido manipular (el ataúd), no encontramos restos humanos que nos indiquen que efectivamente hubo una sustracción de un cuerpo, porque la madera o el ataúd en sí, no podemos decir que fue manipulado para poder sustraer algo. Hay tres ataúdes que están intactos, el otro tiene un pequeño boquete, pero en el que únicamente pudiera caber una mano. “No podemos asegurar que se robaron algo, como tampoco, que no se llevaron nada; necesito un dictamen pericial que me diga que sí existía un cuerpo ahí, que no se desintegró por el transcurso del tiempo, porque son tumbas de más de catorce años”, señaló el funcionario, quien no descarta como línea de investigación el robo de metal. “Creemos que también los vagos pudieran haber profanado las tumbas para el robo de metal y luego venderlo; lo que sí descartamos es que el robo sea con tintes satánicos”, concluyó Lagunas, en espera de que las investigaciones que se están haciendo de manera nocturna e infiltrada, permitan dar con los delincuentes en próximos días.