Residentes del fraccionamiento Chulavista ya no saben a qué autoridad dirigirse. Se sienten en el abandono. Desde hace varios gobiernos municipales han solicitado apoyo; un sinfín de escritos y peticiones abultan los escritorios de funcionarios, pero sus súplicas han sido ignoradas. Casas solas, vialidades sin banquetas, escombros abandonados, pluviales saturados, postes a punto de caerse, taludes en mal estado, basura, baches, viviendas en peligro, son algunos de los problemas que atraviesan en la zona. Cristóbal del Río, residente del fraccionamiento, enumeró más de 40 problemas que tiene la colonia que habita desde hace más de 60 años, y que pese a constantes denuncias, a la autoridad no le ha importado resolver. “Son más de tres ayuntamientos que hemos estado luchando para que la autoridad mejore la zona, y no solo exigimos. Algunos vecinos nos comprometimos a apoyar, pero ni así nos hacen caso”, reclamó. Sobre la calle Cañón de la Piedrera, los problemas se reflejan a simple vista, los peatones ni andar pueden, porque las banquetas no existen; diariamente se exponen al peligro de transitar por las calles. “Uno de los principales problemas como residentes, es que no tenemos banquetas, para caminar tenemos que hacerlo por la calle, lo cual representa un gran peligro, ya ha habido varios atropellamientos. Las banquetas que hay están obstruidas por postes de algún servicio en mal estado, escombro, basura, hierba, etcétera; de ninguna manera nos funciona”, señaló el colono, quien luego de denunciar constantemente en las diferentes radiotribunas, logró que algunos funcionarios se “apiadaran” de la ciudadanía, mandando una cuadrilla de limpieza. “Resulta que nos manda a unos jóvenes que fueron recluidos a la cárcel pública, los manda a hacer trabajo comunitario para liberarlos, llegan a la colonia a limpiar las dizque banquetas y calles, pero son puros vagos, que hasta en mal estado se encuentran. A los pobres ni agua ni nada les dan, ni siquiera las herramientas necesarias; ahí andan todos somnolientos y hambrientos. En ocasiones mis vecinos nos juntamos para darles agua y comida”, expuso. Agregó que cuando alguna cuadrilla de Obras y Servicios Públicos Municipales acude al fraccionamiento a pintar señalamientos, éstos duran escasos días “porque utilizan productos corrientes para realizar su labor obligatoria, ¡qué gobierno tan corriente tenemos!, que ni nos apoya, ni nos echa la mano para nada”, reprochó Don Cristóbal, para añadir: “La verdad nosotros no pedimos nada regalado, al contrario, también queremos apoyar al gobierno, para eso me compré herramientas y una pick-up para ayudar, pero éste gobierno no se deja”. Otro vecino, Fabricio, señaló que por el descuido y olvido en que se tiene a la colonia Chulavista, muchos residentes han optado por abandonar la zona. “Hay muchas casas abandonadas, por ejemplo, nos hemos cansado de denunciar el abandono de una casa ubicada sobre la Carretera Libre Tijuana-Rosarito, esquina Cañón de la Piedrera, la cual ya es utilizada como picadero, basurero y guarida de delincuentes”. El residente mencionó que en dicha casa abandonada, en la administración del panista Jorge Ramos y en la actual de Carlos Bustamante, han echado los escombros de diversas obras que se han llevado sobre la sobre la Carretera Libre. “Con tal descaro dejan grandes bloques de concreto e infinidad de piedras, que afean la entrada al fraccionamiento, ¿qué no se supone que la constructora que hace las obras debe llevarse todo el escombro? A cambio lo dejan en las casas abandonadas, como si no se fuera a ver”, expresó molesto. Asimismo, los habitantes de la colonia Chulavista acusan de ineptos a los actuales funcionarios, que solo se acuerdan de los residentes cuando andan en campañas políticas. “Cuando son periodos electorales, los candidatos se acercan a las colonias populares para solicitar el voto; cuando ya quedan ganadores, se olvidan. Hace poco aquí anduvieron algunos candidatos limosneando, pero los corrí a todos. En una ocasión puse en las ventanas de mi casa leyendas de reclamo en cada una de las fotografías de los candidatos, pero resulta que me apedrearon mi casa y me quebraron los vidrios”. Según los denunciantes, la situación va más allá de su colonia, pues ésta colinda con la Carretera Libre Tijuana-Rosarito, donde también se enumeran irregularidades. “Sobre la carretera no hay tampoco banquetas, hay un talud que se está desprendiendo, no hay señalamientos preventivos, las banquetas están llenas de postes, algunos de ellos solo están de adorno, hay varios negocios como una carpintería que tiene sellos de clausura, que les vale a los dueños, los rompieron y siguen operando. No hay Ley, cada quien hace lo que le da la gana, sin que nadie les diga nada”, concluyeron los colonos del fraccionamiento Chulavista, en espera de que algún gobierno atienda las denuncias de una de las zonas más antiguas y de mayor tradición en la ciudad.
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