Jaime Martínez Veloz aún reside en Tijuana. Nombrado que fue Comisionado para los Pueblos Indígenas por el Presidente Enrique Peña Nieto, ciertamente con oficinas en la Ciudad de México, pero con viajes constantes a estados como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, entre otros, no quiere despegarse de esta tierra. Izquierdoso por principio, dice que aceptó la invitación de gobierno priista luego que lo consultó con líderes indígenas, emisarios del EZLN, políticos, y después que Miguel Osorio Chong, el Secretario de Gobernación, le dijo que sí a las cinco condiciones que Martínez puso: 1, Voluntad política para acciones más que discurso; 2, Impulsar la Comisión de Concordia y Pacificación. 3, Nombrar un comisionado de alto nivel, un ex gobernador o un embajador en el retiro. 4, Liberación de dos presos políticos indígenas que acusan injusticia en sus procesos; 5, Incluir en una iniciativa de ley los acuerdos de San Andrés para formalizar el documento firmado en 1996 por el gobierno mexicano y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Hasta donde se sabe, uno de los dos presos indígenas ya fue liberado, y la próxima semana en el Poder Legislativo se discutirá la reactivación de la Cocopa. Ahora falta que le cumplan el resto al compa Veloz.
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