Tratándose de Carolina Bustamante, con inmaculada intención se redacta este texto; a mediados de la semana, una noble convocatoria del DIF reunió a cientos de estudiantes de Tijuana, el ayuntamiento organizó y las instituciones de salud de la sociedad colaboraron. Se trató de pláticas y módulos de orientación sexual y emocional a los adolecentes. En medio de las enseñanzas la secretaría de salud comenzó a repartir condones a puños. Para ilustrar a los jóvenes (y para cuidarlos de tantas cosas), las orientadoras enseñaron con un molde de pene cómo colocar los preservativos. Fue el acabose. Carolina Bustamante, presidenta del DIF municipal estalló en una crisis moral (demasiado para venerable hija del alcalde): “inmediatamente me guardan ese aparato pornográfico” e inmediatamente suspendió el acto. Aunque parezca chiste, la inocente Carolina, sacó a relucir sus recatos y su estricto pundonor. Hija de tigre, no es tigrita.
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