Bastó una sola “promoción” en esta columna de la delegada municipal del Centro, Aurora Martínez, para que llovieran quejas y sugerencias sobre su proceder. La más colorida –por llamarla así– es que la priista ya tiene tiempo acomodada en las nuevas instalaciones de la delegación, a un lado de la estación de bomberos de El Centro. Pero como son tan nuevas, la delegada se cuelga de los servicios públicos. Cosa cierta: la luz la roba con un diablito pegado al poste –estilo Maclovio Rojas– y el agua mediante unas tomas clandestinas. Ah, qué delegada… eso es delito.