Se hunde el Costa Concordia, el capitán le dice al contramaestre: – ¡Venga, coja ese pico, rompa la ventanilla y larguémonos en una barca salvavidas! – ¡Pero, capitán, aún hay mujeres a bordo! – ¡Sí, hombre, pero ahorita ninguna se me antoja! Autor: Un sobreviviente de naufragio.