Según ha publicado la DEA, el grupo de Atlacomulco controla la droga en México y, aunque usted no lo crea, uno de los vástagos de ese poderoso grupo es el copetón. Creo que este presidente, como los anteriores hará un papel intrascendente, pero lo que yo crea o deje de creer es lo de menos. Me parece que el copetón tiene la oportunidad histórica de corregir las babosadas de los últimos dos residentes de Los Pinos. Le pregunto al lector: ¿cuándo se va a acabar el tabaquismo, el consumo de drogas, el alcoholismo, la prostitución, la inequidad, la injusticia, la impunidad? Y la respuesta la tenemos muy cerquita, a la mano: ¡nunca! Por ello le tengo fe al copetón, porque sus antecedentes me permiten creer que sabrá negociar, controlar el narcotráfico y además de regresarnos la paz y suspender tanta matanza, que al igual como le hacen en países civilizados, cobre los debidos impuestos de tan lucrativa actividad… ojalá. Sergio Lisizin Correo: sergiolisizin@hotmail.com