Desastroso Enlace 2000

Una de las peores vialidades de Ensenada Baches a lo largo de kilómetro y medio, permanentes nubes de polvo, lodo e inundaciones, ha sido el escenario recurrente que durante más de una década han tenido que aguantar, con todo y descomposturas de sus vehículos, miles de residentes de la parte Sur de Ensenada, obligados a circular por una de cientos de vialidades en mal estado, en particular, el Bulevar Enlace 2000. Esta vía, calificada por el gobierno local como secundaria, conecta las colonias conocidas como Villas 4, Villas 6, Villas 7 y Popular Todos Santos. Cerca de 22 mil residentes distribuidos por la zona, según cálculos de los líderes de estas colonias. Estos representantes sociales se reunieron a finales de diciembre de 2012 con autoridades municipales y estatales, en espera de que finalmente se resuelva el mal estado de la calle. De acuerdo con Margarita López Rivera y César Escalante, residentes de Villas 6, presentes durante la reunión con el alcalde Enrique Pelayo Torres y otros funcionarios municipales, la promesa de Enrique Pelayo había sido comenzar a trabajar en las reparaciones el 26 de diciembre; incluso refieren que la súper directora de Infraestructura Municipal, Edith Adriana Méndez Martínez, les aseguró que renunciaría a su cargo si la obra no comenzaba el 27 o 28 de diciembre. “Sí, vinieron el 27 con una Caterpillar (moto conformadora), se tomaron la foto y ya no pasó nada”, dijo Escalante. Durante las últimas tres administraciones municipales, la de César Mancillas Amador, Pablo Alejo López Núñez y lo que lleva Pelayo, la transitada vialidad no ha podido mantenerse en buenas condiciones. Las precipitaciones de temporada han estado siempre acompañadas, también, de una lluvia de quejas ciudadanas. “Llantas, suspensiones, CV Joints, cremalleras, rótulas, hasta  las patrullas están amoladas”, refirió el representante de Villas 6. Programas de bacheo en el Enlace 2000, que se traducen en la mayoría de los casos en echarle tierra a los hoyos, han sido permanentes durante al menos ocho años. En 2010, una pavimentación anunciada por Pablo Alejo, que no incluyó una adecuada canalización para el agua que atraviesa por los fraccionamientos, principalmente por el tramo donde se encuentra el arroyo conocido como El Campillo, pareció nunca haber ocurrido. Los únicos vestigios tras las lluvias de los primeros meses de ese año, son cordones de banqueta destrozados a la orilla de la calle y cerca de 10 millones de pesos programados en ese entonces para reparaciones de vialidades en esa delegación, que no mejoraron la situación. El tramo de kilómetro y medio del Enlace 2000 pendiente por reparar, que va del Bulevar Lázaro Cárdenas hasta la Calle Camino Real, fue considerado en 2012 para su reconstrucción total, vía 9 millones 9 mil 354.29 pesos provenientes del Fondo Estatal de Infraestructura (FONEDIN). De acuerdo a registros del Poder Legislativo Estatal, de los 240 millones de pesos asignados al FONEDIN ese año, 60 millones correspondieron a este municipio, 90 millones a Mexicali e igual cantidad a Tijuana. Esto es, que la obra del Bulevar Enlace 2000 representaba un 15 por ciento del total del FONEDIN en Ensenada. El proyecto, ya elaborado en la Dirección de Infraestructura Municipal y planteado por Edith Méndez a mediados de 2012 a los comités de vecinos de Villas 4, 6 y 7, consta de un reencarpetado de todo el tramo con concreto hidráulico, con señalización horizontal y aceras desde el Bulevar Lázaro Cárdenas hasta Camino Real. Exactamente 1 mil 518.46 metros de longitud de la obra. Asimismo, dos carriles de 3.50 metros de ancho cada uno, un grosor del concreto en la superficie de rodamiento de 19.5 centímetros, guarniciones de 15 centímetros de ancho y 40 centímetros de alto; y aceras de 1.5 metros de ancho por 10 metros de alto. Los vecinos que se habían reunido con Méndez esperaban que finalmente se arreglara todo el  tramo y completo. Sin embargo, las cosas cambiaron tras la visita de Enrique Pelayo Torres a esa zona el 29 de diciembre. “Me reuní con la comunidad vecinal de Villas para escuchar sus dudas, inquietudes y peticiones, y así poder en conjunto dar posibles soluciones a problemas y necesidades que los aquejan”, expresaría ese día el alcalde en su cuenta de Facebook, donde incluyó algunas fotografías en las que aparecen Margarita López y César Escalante. Pelayo aseguraba que había acordado con los vecinos que la obra no se haría completa como originalmente estaba prevista, ya que luego de un recorrido efectuado junto con Edith Méndez por el Enlace 2000, vieron que en los primeros 400 metros de la vialidad, partiendo desde el Bulevar Lázaro Cárdenas, “todavía están en buenas condiciones el pavimento en esa área, y entonces le dije, ‘esto lo vamos a conservar, no lo vamos a levantar y vamos a invertirle ese recurso que vamos a meter acá en la parte’; ahora sí que yendo de aquí para allá, del lado derecho”, informó el presidente municipal. Es decir, que en lugar de seguir el plan original ya elaborado, presupuestado y registrado en planos dentro de la Dirección de Infraestructura, ampliarían un tramo de 400 metros, sin concreto hidráulico y a mera ocurrencia. “¡Eso no va a solucionar el problema, se va a hacer un cuello de botella cuando se acaben los 400 metros!”, diría Don Chava, otro de los vecinos de Villas 6 presentes en la reunión con el alcalde. “El señor presidente dijo que la gente estaba de acuerdo y nadie, nadie dijo. Todos dijeron que se levante, y todo completo”, aseguró en relación al reencarpetado, para concluir: “Que se cumpla lo que originalmente dijeron”. Luego de las declaraciones de Pelayo sobre el cambio al plan inicial, surgieron dudas en relación al recurso de poco más de 9 millones que no se aplicaría en la obra. Tanto Edith Méndez como Pelayo Torres refieren que lo que no se gastará en concreto, se invertirá en ampliar los carriles en el tramo de 400 metros. Sin embargo, y pese a que se les han solicitado, los funcionarios no han mostrado planos del nuevo proyecto, ni en cuestiones técnicas, ni financieras. Hay una nube de humo. Y es que la desconfianza de los vecinos sobre el poder fiscalizar el recurso tiene fundamentos, pues Pelayo ha mentido anteriormente en lo que respecta al destino de dinero público. Como ejemplo, los 5 millones que solicitó “a la Tecate” y sería para la construcción de una concha acústica en la playa municipal, que nunca se construyó y terminó invirtiéndose en gasto de nómina, según él. Sin un proyecto y sin mostrar una justificación más allá de la ocurrencia, los vecinos de Villas se dicen indignados, como si entre más hacia el Sur se vive en Ensenada. La calidad de los servicios ya es peor. César Clark Mendoza, propietario de una planta purificadora de agua ubicada en el Enlace 2000, justo a la altura del arroyo El Campillo, asegura estar a punto de quedar en quiebra por los problemas generados en esa vialidad, que además de inundarse en tiempos de lluvia, genera grandes cantidades de polvo al no estar ni pavimentada ni encementada. “No quiero que se repita la historia de la vez pasada”, dijo en relación al intento del ex alcalde Pablo Alejo en 2010 por pavimentar la calle. Mientras el gobierno local realizaba las obras ese año, Clark Mendoza tuvo que cerrar el negocio hasta que concluyeran las obras. Para su sorpresa, el problema no se solucionó y las ventas se le han venido a pique, por el mal estado del tramo. De pie en el interior de su local, y con un rostro de total desesperación, César Clark cree que el cierre por cuatro meses previsto por Pelayo para reparar la vialidad podría ser el plazo donde definitivamente podría ver morir su negocio, único sustento de él y su familia. Tras solo dos minutos de plática con él, se vuelve casi insoportable respirar, debido a las nubes de polvo que levantan los vehículos que pasan por enfrente y envuelven todo. Su gorra de beisbol tiene una línea de polvo marcada a lo ancho de la visera. Su chamarra de piel color negro, tiene polvo asentado en cada pliegue. Incluso sus lentes y su rostro acumulan un poco del inevitable polvo. La barra de servicio, los lavamanos, las tuberías del local, en fin, todo está cubierto de tierra. Lo que ahí se limpia se ensucia de nuevo en pocos segundos, un problema que enfrentan todos los residentes del lugar, aunado a las consecuencias para la salud que acarrea respirar a diario el polvo. “La tan esperada obra del Enlace 2000, una parte, porque no vamos a poder lograr todo. Pero lo importante es de que lo que prometimos, que hoy echábamos a volar esta obra, hoy día (26 de diciembre) efectivamente lo estamos cumpliendo con los trabajos previos. Creemos que a partir del viernes, el sábado ya estarán por ahí las máquinas trabajando”, dijo Pelayo, mientras que al 7 de enero no había una sola máquina en el lugar. “Vamos a tener que habilitar una línea alterna para que no haya mayor problema, y sí pedirle a la ciudadanía su comprensión y su apoyo en ese sentido. Creo que vamos bien”, agregó el alcalde mientras entregaba ese día a la prensa una fotografía tomada de una pantalla de computadora, donde se mostraba la vista de satélite de Google, con seis rayas verdes y una roja indicando las supuestas rutas alternas y la vialidad que estarían por cerrar durante cuatro meses. En recorrido por las calles marcadas con verde, ZETA comprobó junto a los vecinos de Villas que las condiciones no eran mejores que las del Enlace 2000. Incontables baches, lagunas y lodo, mientras Protección Civil Municipal anunciaba lluvias para este mismo fin de semana, lo que empeoraría el escenario en una de las zonas con mayor densidad poblacional de Ensenada.